
Cuando tiene lugar un terremoto en cualquier parte del mundo, esa energía magnética me afecta, horas antes de que se manifieste. No es cansancio lo que siento, no es agotamiento. Primero es un sentimiento de intranquilidad y después es como si me vaciasen de mi energía vital. Un sentimiento de desmayo que puede durar varias horas.
Esa misma sensibilidad para percibir las energías de la Madre Tierra me sucede con las personas, no siempre y no con todas. Puedo sentir sus dolores o sus bloqueos energéticos y despertarse una intuición y conexión con ellas. Certezas que pueden llamarse predicciones.
Me ha llevado media vida comprender quién soy, aceptarme y -gracias al REIKI. aprender a canalizar correctamente estas energías.
Gracias al REIKI, que ha despertado mi Conciencia y me ha guiado por un Camino de servicio, para hacerlo útil, con un propósito de vida.
El entendimiento y la experiencia al manejar las Energías. El hacer la alineación de los chakras y conexión con las energías superiores, me dan estabilidad emocional, en un mundo tan caótico y de sufrimiento.
La conexión con el espíritu y el alma, me proporcionan paz interior,
REIKI me ha ayudado a entender y sentir lo que es el Amor Incondicional; la energía sanadora. Y esa energía está en todos.
Yo sólo puedo compartir mis experiencias. Soy Facilitadora.