Las represiones y obligaciones nos son impuestas desde muy temprana edad, … Con un año de vida, la palabra NO ya comienza a sonar con demasiada frecuencia. El niño quiere usar sus cinco sentidos, continuamente, cada vez más porque tiene mucha energía, pero le reprimimos y controlamos. Le coartamos sus ansias de curiosear y descubrir… porque las ideas de ORDEN y OBEDIENCIA son prioritarias.
La obediencia debiera ser un acto natural mientras uno tiene deseos de aprender y se supedita gustoso al que considera su maestro.
El deseo instintivo de aprender a sobrevivir y la curiosidad innata nos debería llevar a ser aprendices fieles. Y así son en realidad los niños en sus primeros años de vida: entusiastas y creativos. Si hay resistencia y rebeldía por su parte, debemos cuestionarnos a nosotros mismos.
A los niños se les templa desde el castigo y así es como se les sesga además su naturaleza… es como la quimioterapia que destruye las células malas pero sacrificando también las buenas … ¡El niño debe tener espacio para mostrar sus talentos!
La Humanidad avanza en la misma medida que nuestra Conciencia. Y podemos seguir aprendiendo y enseñando a cómo estar en calma y quietud sin tener que reprimir y controlar.
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