Hombres y Mujeres

amor 1Nos desenvolvemos en el mundo primario de la dualidad. Desde la rigidez mental de la separación y el enfrentamiento. Si piensas como yo, eres de los míos o de lo contrario ya no te escucho. Sin capacidad para percibir más allá de nuestras conveniencias, vemos al otro como rival. Y hoy en día hemos llegado a los extremos de rivalizar entre hombres y mujeres.

Nos falta educarnos en el CIVISMO. Cívica es la persona que se interesa por el bien común de la sociedad. La persona común insulta, amenaza, no deja espacio al que ve como contrario. La persona cívica es la que es consciente de su responsabilidad como ciudadana, compartiendo con el otro desde el respeto, sin ver diferencias entre razas o género.

Hombres y mujeres deberían convivir como complemento el uno con el otro y no enfrentados. Entiendo que estamos viviendo unos momentos de «reacción» por los efectos de tantos siglos de sometimiento y represión hacia la mujer. Pero el varón heredó generación tras generación esos patrones machistas que las madres han estado reafirmando inconsciente u obligatoriamente, desde su puesto de educadoras, tan arraigados estaban esos patrones de superioridad del hombre.

Ahora es el momento de reconfigurar los sistemas educativos y sacudirnos de encima la mentalidad y creencias caducas. No desde la venganza y las represalias o el castigo. El único enemigo es la ignorancia. Se trata de educar desde el amor hacia el prójimo.

Revalorizar la naturaleza femenina, recuperando su naturaleza y esencia. Pero también es sumamente importante ayudar al hombre a encontrar su sitio como pareja, como padre, como hermano.

Las energías masculina y femenina no son contrarias, son dos esencias distintas sino necesarias en una misma persona, sea hombre o mujer. La calidad humana está en la armonía y equilibrio de ambas.