Siempre pedí fervorosamente a Dios poder sentir Su Presencia. He tenido que morir y renacer en esta vida para que Él me concediese esa Gracia.
De forma aparentemente fortuita el Maestro apareció en mi vida mucho después de que yo le estuviese buscando infructuosamente, inclusive en un viaje muy absurdo que hice yendo a Sudamérica, convencida que allí le encontraría.
Sin embargo, tiempo después, desde el primer momento en que le vi supe desde mi corazón que él era el maestro. Su energía de amor puro llegó a mi alma. Esto sucedió en noviembre de 2007. Mi relación con él ha sido siempre totalmente intuitiva. Más allá de los cinco sentidos mi corazón sintonizó con su energía espiritual.
Ya entonces yo era maestra de Reiki y trabajaba en la sanación energética. Mi experiencia en el campo de las energías me ayudó a entender de lo que él intentaba transmitirnos. Su discurso desde entonces se ha vuelto más accesible y él mismo nos ha llegado a confesar no hace mucho que cuando llegó a Occidente creía que en cuestión de tres a cinco años podría -por su conocimiento- llevarnos a un alto nivel de Conciencia pero al ir percatándose de nuestra resistencia y rigidez mental, ahora nos habla de que necesitaremos por lo menos dieciocho años para conseguirlo si hacemos la práctica espiritual de forma regular.
Estoy hablando de Sri Swami Purohit, que ya es conocido por muchos en España. Gracias a él, mi camino se ha despejado y mi Conciencia se ha fortalecido. Swamiji es la imagen viva del padre amoroso y paciente que enseña desde el amor incondicional.
Todo lo que pertenece al mundo abstracto e invisible, él lo hace concreto y palpable. La energía cósmica que Swamiji transmite es totalmente real y benéfica al instante. Después de sus charlas, siempre aleccionadoras, él nos conecta con nuestro corazón.
Ha sabido adaptar sus tradiciones hindús y su mentalidad india a nuestra naturaleza occidental, introduciéndonos en el Yoga y la Meditación de forma magistral. Escucharle recitar Mantras arrulla y aquieta nuestros sentidos y es un bálsamo para nuestra alma.
Seguir las enseñanzas de un Maestro acelera el despertar de la Conciencia. España y particularmente Granada, nos sentimos privilegiados de tenerle con nosotros.