Dejemos de pedir a los demás que nos hagan felices, que nos atiendan, dejemos de manipular para que nos hagan caso. Tomemos la iniciativa de dar lo mejor de nosotros. Sembremos Amor.
La mente creativa y el corazón agradecido. Demos una sonrisa y un abrazo.
La escucha atenta y el habla bondadosa. Seamos amables.
La confianza ligada a la acción correcta nos traerá la madurez.
Emplear la vida en sentirla y no en soñarla, nos hará responsables.
Invertir en sentido del humor en vez de en sentido moral, aligerará el Camino.
Recuperar el equilibrio entre Mente – Corazón. Y nos centraremos en el Presente con Alegría.
Quien da, también necesita recibir sin pedir .