¿Me vivo a mí misma? … ¿me siento viva desde dentro?
Porque si estoy fuera de lo que vivo -como tantas veces ocurre- si estoy ajeno a lo que vive en mí, a lo que siente y vibra en mí, entonces, qué estoy haciendo, a parte de no vivirme.
Me asusta cuando me doy cuenta de que mi mente ha estado dispersa … cuánto tiempo he permanecido vagando en cualquier irrealidad, suspendida en la nada, sin percatarme de mi existencia.
Dependemos de nuestro cuerpo físico pero más dependemos, para nuestra felicidad e integridad, de nuestro cuerpo mental. Se puede tener una minusvalía física pero si la mente está equilibrada y es fuerte, la persona tiene el poder de dirigir su vida con independencia y éxito en lo que se proponga. Pero no así cuando la mente se pierde …
Prestemos atención a nuestra mente. Aprendamos a concentrarnos y armonizarla. Desarrollemos la mente para llegar a la conciencia de Amor, desde la meditación en el centro del corazón.
Hagamos una meditación reflexiva, concentrándonos en el sexto chakra para desarrollar la Intuición.
No nos abandonemos hasta el punto de no saber si estamos vivos o muertos en vida. La mente es el medio para comprender nuestra existencia, darle un valor, al abrazar nuestra esencia…