No somos conscientes de cuánto nos puede influir en nuestra vida presente los patrones que arrastramos de vidas pasadas.
No tenemos que irnos tan atrás siquiera, tendríamos que tomarnos en serio el hacer una limpieza emocional incluso desde el momento en que fuimos concebidos y todos los meses de gestación hasta que nos dio a luz nuestra madre…
Igualmente los siguientes primeros siete años son importantísimos, como primera capa que cubre nuestro ser, con patrones que luego gobernarán nuestra vida.
La memoria de todo lo que hayamos experimentado emocionalmente quedará grabado en nuestro interior. Todo, a partir de nuestro nacimiento, pasará por estos patrones y decidirá nuestro comportamiento, carácter y personalidad.
Deshacernos de muchos de estos patrones que, quizá ni siquiera nos pertenecen y es algo heredado a través de generaciones, tenemos la posibilidad de cambiarlos. Estos patrones de conducta a los que estamos atados, son las raíces de nuestros conflictos y limitaciones actuales, que nos causan sufrimiento, sin que encontremos la causa.
Desde la Terapia Regresiva se puede explorar nuestro pasado en un trabajo gradual y apasionante, que nos lleva al conocimiento y reconciliación con uno mismo.