
Al espíritu sólo se le puede experimentar. Y ese sentir que experimentamos, a nivel de la Conciencia, nos da conocimiento sin necesidad de traducirlo en palabras.
Cualquier tipo de conflicto que uno viva tiene que ver con la incoherencia entre quien uno es en esencia con la imagen que uno quiere dar de sí mismo y que no tiene realidad. Esa fricción interior crea desgaste y finalmente hasta duele el Alma.
Cuando una persona pone todo el rato resistencia y no da oportunidad al Alma a evolucionar, teniéndola comprimida, aparecen tarde o temprano en el cuerpo físico las tensiones, la ansiedad, la depresión … De forma inconsciente, por pura ignorancia, la persona se boicotea a sí misma,
La falsa identificación bloquea la naturaleza de la persona y no le permite manifestarse. La auto-realización equivale a la eliminación de la ignorancia.
Una Conciencia densa tiene una mente rígida. O mejor dicho; una mente rígida no deja desarrollarse a la Conciencia. Está repitiendo lo mismo una y otra vez, esperando un resultado diferente. No tienen la claridad mental para tomar decisiones correctas. Duda y se siente inseguro.
Una Conciencia despierta tiene la habilidad de resolver los problemas de forma ágil. Confía en su toma de decisiones. Y siente su progreso y el desarrollo de su capacidad mental con mayor firmeza.
«Para que la vida tenga sentido, la existencia debe tener profundidad«. Para ello tenemos que despertar nuestra Conciencia, siendo Observadores y adentrándonos en nosotros mismos.


Paramahansa Yogananda, el famoso autor místico del libro «Autobiografía de un yogui» escribió «El éxito solo se puede medir por la medida en que tu paz interior y tu control mental te permiten ser feliz en todas las circunstancias. Eso es un verdadero éxito«.
Engañarnos a nosotros mismos es muy normal. La Mente se encarga de disfrazar o tapar lo que no queremos ver. También por nuestra gran ignorancia sobre nosotros mismos, que tenemos dormidos nuestros sentidos internos.
Para re-encontrarnos a nosotros mismos, primero tenemos que vivir la experiencia de sentirnos perdidos o hacernos conscientes de que nos hemos alejado y no sabemos volver … ¡queremos retomar la vida desde nuestro Ser!
El dolor del alma y el dolor del corazón creados por el desamor (el desencuentro con nuestro Ser) es una energía que actúa como las olas del mar golpeando las rocas; las olas rompen con fuerza contra las rocas, quitando sus aristas, redondeando y alisando su aspereza .
Que tu mente y tu corazón se vacíen y formen un espacio amplio, transparente, diáfano … sin expectativas ni deseos.
Todos hemos sido avisados. El Mensaje ha llegado a oídos de todos. Y ahora hace falta pasar a la acción.
Puedo serlo todo: cristiana, musulmana, sufi, seguir a un maestro yogui, ser maestra de Reiki… soy aprendiza y soy facilitadora, soy hija, hermana, madre, tía, amiga, abuela y hasta bisabuela soy… soy vecina en mi vecindario, ciudadana del mundo y parte del universo… podría decir que lo soy todo y a la vez sentir la poca importancia de no creerme nada…