Cómo funcionan nuestros chakras.

chakras dibujosPara entender la lógica de cómo funcionan los chakras -nuestros centros energéticos- podríamos compararlo con un alto edificio empresarial  de siete plantas. En las plantas superiores se encuentra el presidente, el director general, los ejecutivos, el departamento publicitario y de marketing, etc. Y en las tres plantas inferiores los distintos departamentos  de producción. En medio, en la planta cuarta representada por el chakra del corazón, es el departamento de coordinación y conexión entre los tres superiores y los tres inferiores.

Una buena y equilibrada administración, coordinación  y funcionamiento entre todos los departamentos, hará que todo vaya sobre ruedas y la empresa sea exitosa. Y si se presenta algún problema, inmediatamente se detectará y se solucionará. Existirá armonía y buena disposición para progresar adecuadamente.

¿Qué ocurre cuando la comunicación entre ellos está bloqueada? Que a los departamentos de producción no les ha llegado o les ha llegado distorcionada las órdenes de qué hacer… O  los departamentos directivos y de venta y marketing, no se aclaran en saber qué es lo que tienen que vender … qué problemas surgen cuando ellos idean y mandan nuevas órdenes pero que no se cristalizan adecuadamente …

Si ahora aplicamos esto mismo a nuestros centros energéticos entenderemos la importancia que tiene el que todos los chakras estén alineados y fluya perfectamente la energía entre ellos. Y valoraremos muy en serio cuáles son las raíces de nuestros problemas de salud cuando un experto nos diga que tenemos tal chakra bloqueado o con exceso o deficiencia de energía.

¿Qué hay que hacer para desbloquearlos y fluya armoniosamente la energía entre ellos? Las dificultades siempre parten del cuerpo mental y emocional, pues los pensamientos y las emociones son energías y éstas pueden ser tóxicas -como los miedos y la rabia-  y comienzan a crear bloqueos.

Así que, lo primero y más importante, es hacer una limpieza y desbloqueo en nuestro cuerpo astral…

Nada más sencillo que esto y desde unas cuantas sesiones de  REIKI se puede hacer. Pero es más, y es lo que yo aconsejo siempre; iniciaros en REIKI, para que aprendais los ejercicios de auto-sanación, equilibrando vosotros mismos vuestros centros energéticos.

Hacerse responsables de vuestra salud y  os cambiará la vida.

 

 

La Salud va por mal camino

reiki manos imposicion

Yo puedo razonar muy bien y tener mucha información de cómo ser feliz y saludable… pero luego son mis hábitos los que mandan en mí. Los hábitos que se han ido creando a lo largo de mi vida y están instalados en el subconsciente. Ellos mandan sobre  mi mente consciente que es muy débil.

¿Qué tengo que hacer para cambiar los hábitos que enferman mi cuerpo y mi estado emocional? Hacerme consciente de ellos desarrollando mi Conciencia. Ser Observador de cómo funcionan y me dominan. Fortalecer mi fuerza de Voluntad creando pequeñas disciplinas. Creando e introduciendo en mi vida,  metas a corto y mediano plazo, que sean reales para poder cumplirlas y aumente así la confianza en mí mismo.

Nuestro cuerpo está formado por 50 trillones de células  inteligentes que se encargan del mantenimiento de nuestra salud (bienestar). Si el entorno de las células es benéfico todo funcionará correctamente. Si el entorno de las células -que es la sangre- es nocivo, comenzarán los problemas y el desorden.

Según lo explica el científico Bruce Lipton, quien controla la sangre es nuestro sistema nervioso que actúa influenciado por nuestro cuerpo mental y emocional y todos los problemas de nuestro entorno como la ansiedad, el estrés, los miedos, son los causantes principales de los bloqueos en nuestros centros energéticos por donde debería fluir libremente nuestra energía vital .

Y eso nos lleva a la conclusión -dentro de las medicinas naturales- de que la raíz de toda enfermedad no está en las propias células sino en el entorno emocional de la persona que termina debilitando el sistema inmunológico,  porque las células captan y crean una química diferente según el estado emocional de la persona que es lo que verdaderamente afecta y desequilibra en profundidad a la persona.

Así que, muchos de los medicamentos químicos que se utilizan son meros parches que sólo acallan  los síntomas pero no llegan ni mucho menos a la raíz del problema que termina cronificándose.

La Salud va por mal camino mientras no nos responsabilizamos personalmente de ella. Mientras no tomemos conciencia de que somos energía, de que nuestros pensamientos son energía y tienen un poder inmenso, para bien y para mal de nuestra Salud, nuestras células están en desventaja y no pueden hacer correctamente su trabajo de mantenernos saludables.

Tenemos la capacidad de reprogramar nuestro subconsciente -quien es realmente el que rige nuestra vida-. Reprogramarlo quiere decir, hacer toda una limpieza tóxica emocional del pasado y situarnos en el Presente -desde la Conciencia de Ser-  dejando ya de maltratar nuestro cuerpo. 

Lamentablemente, solo valoramos la Salud cuando ya la hemos perdido.

Hay que quererla de verdad. Tenemos que amarnos de verdad… y empieza con la Salud.

 

Escuchar nuestro cuerpo

reiki manos blancasHeredamos la creencia de que es normal enfermarnos y lo aceptamos sin más; rendidos ya de antemano a no vivir plenamente, desde una actitud de víctima o derrotista.

Inclusive nos parece natural tener molestias y dolores y los aceptamos, nos acostumbramos a ello, lo sobrellevamos de forma resignada y pasiva … ya se encarga la industria farmacéutica de hacer  crónicas nuestras molestias físicas y enfermedades.

Pero no se trata de combatir la enfermedad, como algo maligno que nos invade de forma fortuita. Es justamente por el desconocimiento de nosotros mismos, de cómo funciona nuestro cuerpo y de cuán alejados estamos de nuestra realidad, que caemos en la enfermedad y las dolencias. Si atendiésemos debidamente a nuestros cuerpos físico, mental, emocional y etérico, estaríamos atendiendo de forma preventiva cualquier desajuste o desequilibrio en ellos y entre ellos.

La enfermedad no se instala en nosotros de un día a otro. Es un largo proceso y nuestro cuerpo comienza a avisarnos de una manera u otra; falta de apetito, de sueño, malestar general o en una zona concreta … a veces nos  avisa de cambios que tenemos que hacer en nosotros, crisis internas a diferentes niveles que nos están indicando algo … pero nosotros no escuchamos sus advertencias. Preferimos no ver ni oir. Preferimos no saber porque la realidad en nosotros es que ignoramos qué hacer, cómo solucionar, cómo hacer frente a nuestros problemas. Tenemos miedos a afrontar hechos y solucionar.

La enfermedad -sólo hay una, aunque se manifieste de múltiples maneras- es por la desconexión con nuestro ser esencial o alma. Esa fragmentación y alejamiento genera todo tipo de síntomas (angustia, ansiedad, miedos, inseguridad…)   desajustes (en  nuestros órganos más débiles), bloqueos en nuestros centros energéticos, exceso o deficiencia de fluídos …. etc.

Etiquetar y tratar exclusivamente los síntomas, como hace la medicina oficial, es poner parches a lo que nos está indicando nuestro cuerpo mientras nuestras células encargadas de sanarnos están desconcertadas y paralizadas por los fármacos. No solucionamos nada en profundidad y volverán una y otra vez a nosotros …

¿Qué hacer entonces? Hacernos responsables de nuestra salud es el primer paso. Asumir que nada es casualidad y enfrentarnos con nuestra realidad. Si la enfermedad está ya declarada y se ha vuelto crónica,  podemos al menos hacer que no avance y reducirla a unos niveles que sean sobrellevables.

En segundo lugar, llevar una vida sana es prevenir la enfermedad. Una vida sana en todos sus aspectos y niveles; física, mental, emocional y espiritualmente.

Hacernos conscientes y responsables de nuestra realidad nos da fuerza y seguridad. Nada en absoluto ocurre por casualidad. Vamos a vivir atentos a cada señal fuera y dentro de nosotros y al mismo tiempo con la confianza de que en nosotros mismos está la solución a cualquier problema.

 

 

 

 

Pensamientos insanos

mujer en capas

Cuando un pensamiento es insano,  perturba la mente. Si lo alimentamos comienza a envenenar al corazón y nos recrearemos con sentimientos negativos. Entraremos entonces en una dinámica autodestructiva -de descontento con nosotros mismos-,  que terminará por llevarnos a la enfermedad.

Si  la felicidad va de la mano de la Salud, el estado de infelicidad es igual a rigidez, desequilibrio energético, falta de fluidez… 

¿Cuáles son las actitudes autodestructivas? Hay una parte de la mente que es oscura y le molesta la Luz. En esa parte sombría se mueven las energías de la infelicidad y el victimismo. Ellas taponan toda posibilidad de fluidez que pudiesen sacarlas del inmovilismo y la densidad de pensamientos oscuros. 

De ahí las actitudes de ser inflexibles, no querer reconocer los errores, mantener una postura crítica permanente hacia los demás, creerse muy importantes … no permitirse a uno mismo el amar y perdonar … que nadie vea mi debilidad, mi falta y necesidad de afecto … mi rabia y frustración … 

La rigidez mental, la inflexibilidad en el comportamiento, nos hace opacos. Vivir se convierte en un gran esfuerzo y sufrimiento, y nos volvemos severos con nosotros mismos y con los demás. Todo ello lleva al endurecimiento del corazón.

Tenemos que querer un cambio en nosotros. Y este es el momento. Sentir que es posible gracias al poder de nuestro deseo de que así sea. Y poder ser, por fin, condescendientes con nosotros mismos; perdonarnos y abrir el corazón para que entre la Luz del Amor Puro.

La Salud y la Felicidad

La SALUD no es sólo ausencia de enfermedades físicas. Más bien, las enfermedades físicas, son el resultado -la manifestación- de nuestros conflictos internos, profundos, a nivel emocional.

mujer anciana felizLocalizar e ir en busca de las energías negativas tóxicas que han ido envenenando y bloqueando el flujo de energía en nuestro cuerpo astral es el primer paso para erradicar cualquier enfermedad de nuestro cuerpo físico.

La SALUD es un estado que culmina y florece por haber alcanzado el estado de felicidad y de paz interior.

Donde hay enfermedad hay infelicidad. Hay miedos ocultos.

Donde hay dolor físico hay dolor y tensión emocional.

Donde hay sufrimiento hay conflicto emocional.

Justificamos y nos resignamos a padecer sufrimientos y enfermedades, cuando no es lo normal.

Lo normal es estar saludable, contentos y que nuestro propio cuerpo se encargue de mantenernos sanos.

El problema radica que ni somos conscientes de nosotros mismos y de nuestras capacidades, no nos conocemos ni escuchamos la sabiduria de nuestro cuerpo, no nos responsabilizamos por nuestra salud y bienestar.

Nos hemos vuelto pasivos, apáticos, faltos de entusiasmo por la vida, nos falta confianza en nosotros mismos, autoestima … y un largo etcétera.

¿Para cuando el cambio?

Seres deLuz entre nosotros

angel1Las realidad supera la ficción… a mí me ha impresionado un caso no por lo trágico de la historia en sí sino por el «final»… me ha sorprendido y consiguió llevarme a otras dimensiones de la Realidad y ampliar mi comprensión.

La historia es de una madre que cuida de una hija totalmente paralítica desde que nació y que catorce años más tarde tiene otra hija (la que viene a mi consulta ya de mediana edad). Todo el resentimiento que fue acumulando porque su madre no tenía tiempo nada más que para cuidar a su hija mayor… etcétera.

Su madre y su hermana ya murieron hace unos años pero esta mujer -esta pobre niña que quedó en la sombra con su resentimiento- vino a verme. Hemos hecho dos sesiones; en la primera claramente sentí el inmenso amor que la madre le estaba enviando a su hija…

Yo no creo ni dejo de creer en la vida después de la muerte, los ángeles, los espíritus, … no tengo «creencias» al respecto.

En la segunda sesión, claramente sentí que su madre es un ser de luz ocupándose de mandarle amor a su hija… eso experimenté, percibí, sentí con toda la fuerza y poder que tiene el Amor… y la hija también lo sintió.

Ahora será fácil su recuperación.

Los trastornos energéticos

ser de luz4Mucha gente está hoy en día sufriendo «trastornos» físicos o desestabilidad emocional que no sabe a qué achacar. Ni tampoco los médicos, los más honestos, encuentran explicación y simplemente dicen «usted no tiene nada»… sin embargo, esas personas están padeciendo en serio… ¿qué pasa?

Las personas que tratamos con las energías de los cuerpos y del ambiente, sabemos existe una explicación, aunque no siempre se puede decir en voz alta.

Primero uno tiene que experimentar (más que saber) que tiene un cuerpo energético y que influye en los demás cuerpos que tenemos; físico, mental-emocional, espiritual.

Nuestro cuerpo energético puede sufrir muchas veces distorsión y eso confunde a la mente, que es la que tiene el mando de nuestra vida y la que analiza, diagnostica, juzga, reprime, controla y un largo etc… y todo ello desde el MIEDO, que es también una energía asfixiante, paralizante y enfermiza…

Qué tipo de alimentación seguimos, qué tal dormimos y descansamos, qué traumas arrastramos todavía, qué energías emocionales tóxicas están bloqueando nuestros centros energéticos…  Todo ello es importante de saber y sanar.

Muchos trastornos que sentimos y nos preocupan, más muchos otros que ya hemos tomado como «normales» y cargamos con ellos, son indicadores de algo por corregir en nuestra actitud ante la vida.

Y todo pasa por el AMOR: falta de amor, miedo a no ser querido, miedo a ser rechazado, falta de auto-estima… ¿Y la forma de sanar? Ganar en auto-estima, dejar de castigarnos, sentirnos merecedores de ser amados, sentirnos capaces de amar y ser amados…

Podemos empezar a aprender a leer los síntomas del cuerpo físico que nos quieren informar -quieren que nos hagamos conscientes- para que nos liberemos de cargas innecesarias y de auto-castigos para que seamos felices, que es a lo que hemos venido.

Yo puedo …

niñoPuedo vivir sin dolor… escucho mi cuerpo, le presto atención y le atiendo. Me ocupo de él… Puedo observarlo sin tensión y lo acepto relajadamente.

Puedo vivir sin enfermar… he aprendido que toda enfermedad es un llamado de atención de mi ser para que rectifique mi actitud y mi forma de manejar la vida. Sé que toda enfermedad física tiene una lectura profunda sobre mi actuar; las cosas que me dañaron, humillaciones y vergüenzas sufridas, los miedos guardados bajo siete llaves. Acepto la enfermedad y perdono como la mejor medicina…

Puedo vivir sin odiar… ahora sé del daño que me he hecho a mí misma por no saber expresarme, defenderme, luchar por mis derechos. He estado guardando la rabia. Escondiendo la frustración y la impotencia. Los miedos y la cobardía crean el odio, aparentemente hacia el otro pero también hacia uno mismo por no perdonarnos, tener miedo y sentirnos cobardes y torpes…. Puedo vivir sin odiar.

Puedo vivir sin discutir… Ya hay paz en mi interior. Me acepto y no necesito del reconocimiento de nadie. Miro al otro y le escucho desde la tolerancia y la comprensión; le acepto y me acepto. Puedo vivir sin discutir.

Puedo vivir en estado de paz interior. … Cuando conecto con mi alma y trasciendo este plano material y lineal, se hace más fácil la comprensión y aceptación de la vida. Salirse de la queja y la actitud de víctima para entrar en un escenario mucho más luminoso donde el Amor y la liviandad que produce el agradecimiento me ayudan a fluir en un estado -casi permanente- de Gracia. Puedo vivir en estado de paz interior.

enfermos permanentes

mujer meditandoLas personas sanas no generan ingresos a la industria farmacéutica. Depender de la medicina y Salud Pública es ponerse en manos de los intereses económicos de la industria más poderosa del planeta y hacerse enfermo permanente.

Consumiendo cualquiera de sus medicamentos lo único que hacemos es experimentar una mejoría que desaparece en cuanto dejamos de tomarlos. ¿Acaso esto no es cierto?

¿Qué hacer entonces? Es el momento de CUESTIONAR la validez de la medicina oficial y de los fármacos que prescriben. Leamos las contraindicaciones de los mismos para hacernos conscientes de lo que entra en nuestro cuerpo y de la urgencia de responsabilizarnos de nuestra salud optando por  remedios naturales si es posible y creando hábitos en nosotros más saludables. La prevensión de las enfermedades es más rentable.

Seamos ACTIVOS y no PACIENTES (pasivos) con respecto a nuestra salud. Nosotros somos los responsables de nuestro cuerpo físico y mental. Tengamos una vida sana en todos los aspectos; alimentación equilibrada con productos frescos de la temporada. Ejercicio físico. Vida emocional armónica.

Nuestro cuerpo es nuestro vehículo. Escuchemos las necesidades de nuestro cuerpo físico, mental/emocional y espiritual. Atendamos de inmediato cualquier molestia de manera responsable… como el buen conductor que atiende su coche con esmero y dedicación sin olvidar nunca cuándo es el momento de la revisión, cambio de aceite, etc.

Existen sistemas naturales de auto-sanación, sólo hay que desear conocerlos y ponerlos en práctica y no ser más esclavo de los fármacos.  La alegría de vivir y la felicidad que nace de dentro, el contentamiento y agradecimiento a la vida, son las mejores medicinas.

Practica la meditación.

Viviendo en el pasado

El corazon se llena de veneno; odio, rencor, reproches, miedos, frustraciones  …cuando caemos en una actitud de victima, perpetuando el drama que se vivio en el pasado. Eso hace que se mantenga vivo el sufrimiento que podriamos haber dejado atras pero al que nos resistimos soltar.

Si no le damos salida a toda esa energia negativa y la liquidamos dejandola atras, nuestro corazon y nuestra salud fisica  se resentira envolviendonos en la infelicidad.

Ese resentimiento que permitimos alimente el corazon no deja espacio ni al perdon ni a la compasion. Esta falta de Amor hacia nosotros mismos -pues nos estamos negando a amar y ser amados- va creando una amargura que nos hunde en un pozo del que luego no sabemos salir.

Una gran ayuda para disolver estas energias negativas que se han posesionado de nosotros, son las FLORES DE BACH, en lugar de caer en la dependencia de los antidepresivos u otras sustancias quimicas.

Mantenernos conscientemente en el presente. Vivir el momento y no permitir que la mente viaje al pasado para recrearse en el sufrimiento, nos puede realmente ayudar.  La auto-compasion y el «pobrecito de mi» es la peor trampa en la que podemos caer.