Perder la memoria

Se encogieron tanto los recuerdos

quedaron tan velados, tan espesos

y al mismo tiempo, tan deshilachados

y es que ni siquiera ser hicieron brasa

porque no había fuego.

Más que nada se esfumaron,

se evaporaron los recuerdos.

Cuando huyeron las miradas

las sonrisas se perdieron.

Cuando se alejaron los abrazos

ya no hubo más encuentros.

Ya no hubo más recuerdos.

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