
Cuando nos sentimos estancados o bloqueados, nos preguntamos a nosotros mismos qué sucede y de forma intuitiva vamos hacia adentro para conectar con nuestro sentir más íntimo; nuestro espíritu nos está pidiendo atención. Los cambios y crisis que se están dando, a nivel colectivo e individual, nos empujan a renovarnos en todos los aspectos, nos están obligando a replantearnos creencias, ideas, conceptos que pensábamos eran inamovibles, que eran verdades irrefutables pero ahora han quedado obsoletas si es que queremos seguir avanzando. Así es como evolucionamos como humanidad. El Universo mismo está en constante movimiento creativo.
Hemos llegado al punto en que nos cuestionamos la forma en que nos relacionamos con Dios. Ahora sentimos la necesidad de trascender la forma usual de oración en la que se pide a un dios distante que haga algo por nosotros. Hemos entrado en una nueva Era de mayor Conciencia, donde ha despertado una mayor capacidad de sentir que somos parte de la Inteligencia y Amor de Dios.
Así que la oración se convierte en comunión «Yo Soy Amor. Yo Soy la Presencia Divina en mi. Yo Soy Dios en acción en mi. Gracias. Gracias. Gracias».
Jesús dijo: «Soy la Luz del mundo». La Conciencia es Luz, hazla crecer en ti. Si cada uno de nosotros sintiese a Dios, que es Amor, dentro de sí, podéis imaginaros lo diferente que sería la vida en nuestro planeta. Y ese deseo está ya en el corazón de muchos y es posible.
En la medida que desaparece el Ego, se expande la Conciencia.
Sintamos la presencia de Dios en nosotros. Somos Amor.
Así es, debemos darle fuerza a la energía del amor para que nuestro planeta sane y siga evolucionado…
Un gran abrazo!