
El Ego sufre por actitudes emocionales erróneas … actúa llamando la atención produciendo malestar en los órganos … se manifiesta a través de la crítica, el odio, la rabia, la envidia y la codicia. Limpiar y ajustar el Ego se puede hacer sin necesidad de dramatizar ni perder nada.
Pero al Alma herida sí la vamos a sanar sin demora. Porque de ella depende los aspectos esenciales de la vida.
Los conflictos del Ego no nos deben causar irritación y tendríamos que aprender a solventarlos de forma rápida, sabiendo que es nuestro orgullo el que sufre. Y no vale la pena gastar tiempo y energía sino lo justo, sin involucrarnos demasiado en las cosas del Ego. Se trata de los vaivenes naturales de la vida, que solo afectan al «personaje» en nosotros.
Pero lo que concierne al Alma y al corazón, entonces sí estaremos atentos y solícitos.
Al Ego le daña su ignorancia, la sobre-valoración de sí mismo. La falta de reconocimiento, que uno no necesita cuando uno sabe quien es.
Pero al Alma y al corazón les daña la falta de Amor. Y esto sí requiere cuidado.
A veces no sabemos dar y a veces no nos sentimos merecedores de recibir.
Si el AMOR es la base proveedora de nuestra existencia y de nuestra felicidad, y el ALMA nuestra esencia inmortal, cuidémosla, atendámosla, hagámonos conscientes de ella y el Alma nos guiará.