
No tenemos la suficiente paciencia ni perseverancia para ahondar en un conocimiento hasta alcanzar la maestría. Nos cansamos rápido, perdemos interés. La Mente es débil y caprichosa. No hay suficiente energía vital para alimentar la voluntad y la disciplina necesaria para desarrollarnos como seres multidimensionales que somos.
Hará unos diecisiete años obtuve la maestría en REIKI. Desde entonces prácticamente a diario hago el ejercicio de alineamiento de los chakras y me conecto con mi Ser. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida y me siento agradecida de que estuviese a mi alcance.
He iniciado a muchas personas y algunas de ellas también se han hecho maestros. Compartir la enseñanza que brinda el REIKI no es fácil a no ser que la otra persona esté abierta a percibir más allá de las palabras.
REIKI es una herramienta para entrar en el mundo interior y conectar con las energías superiores. También podríamos decir que es un Camino para llegar hasta el Maestro interior y recibir un conocimiento directo. Es, igualmente, una filosofía de vida que te lleva a trascender el mundo material y te permite entender y experimentar que somos energía y podemos trabajar para subir nuestra frecuencia y vibración en beneficio de nuestra Conciencia.
La divisa del REIKI siempre es estar al servicio de los demás. REIKI es la energía sanadora del Amor Incondicional. Primero trabaja en uno mismo para poder llegar a esa comprensión y experiencia de compasión.
Por eso hace falta PACIENCIA y anhelo de purificar los sentimientos para así elevar nuestra propia condición, desde el corazón. Cuanto más se avanza más se simplifica la vida. Se siente con total claridad que no somos este cuerpo ni somos la mente … el Alma y la Conciencia tienen prioridad sin lugar a dudas.
Todos pueden alcanzar un elevado conocimiento de sí mismos a través del REIKI y esto supone deshacerse de los sufrimientos y conflictos que conlleva la inconsciencia y el alejamiento de nuestro Ser esencial.