Una parte de nuestra vida tiene mucho de circunstancial hasta que nos hagamos conscientes de nuestra naturaleza, de nuestra capacidad para ordenarla y de nuestro poder para dirigirla.
Madurar significa tomar consciencia de ello y comenzar a trabajar para hacer una limpieza mental y emocional dentro de nosotros y así deshacernos de todo condicionamiento.
Somos energía. Nuestros pensamientos y sentimientos son energía. Se trata de entrar en un proceso voluntario que limpiará nuestros cuerpos mental y emocional; desde las más densas hasta transformarlas en energías más sutiles y elevadas.
Simplemente tomando consciencia de los patrones que arrastramos y dominan nuestro Ego, comenzaremos por limpiar:
1) Inseguridad, Miedos, Odio, Envidia,… «Por culpa de los demás estoy mal».
2) Pesimismo, Frustración, Rabia … «Por culpa del destino las cosas me van mal».
3) Desaliento, decepción, Depresión… «Es por mi culpa…»
4) Apatía, Desconcierto, Confusión … «No sé …»
5) Expectativas positivas, Ilusión, Entusiasmo… «Yo puedo…»
6) Despertar de la Conciencia, Poder personal, … «Yo soy la razón de que todo va bien. Me acepto…»