La buena suerte no existe. Quizá se trata de una recompensa de algo ganado en tu vida anterior pero no existe nada fortuito o casual.
Así que tampoco existe la mala suerte; que se enteren bien todos esos que les encanta quejarse de su mala suerte y así liberarse de la responsabilidad sobre su felicidad.
Cuando uno queda atrapado en una vida material y superficial lo más probable es que se convierta en «una hoja a merced del viento» y la vida le zarandee de aquí para allá por pura inconsciencia e ignorancia de sí mismo. Y es que una mente débil y sin voluntad atrae la «mala suerte»…
Para no ser manipulados por todo lo externo a nosotros mismos es necesario desarrollar y fortalecer la mente, tomando consciencia de quién somos, adónde nos dirigimos y qué sentido le queremos dar a nuestra vida.
Deshacernos de viejos hábitos y patrones que nos impiden avanzar.
Crear en nosotros una actitud positiva, conectando mente y corazón.
Vivir plenamente cada momento, de forma consciente y agradecida.
Reconocer nuestra limitaciones y aceptarlas.
Reconocer nuestras cualidades y potenciarlas.
Hacernos responsables de nuestra vida enteramente y decidir vivir en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno.
«Primero desarrolla la paz dentro de tí y luego harás sin esfuerzo lo que sea necesario hacer» dice mi maestro Swami Purohit.

Sabios consejos…gracias