Salto cuántico

Cuando a la cría de ave le llega el momento de salir del nido, siente miedo ante lo desconocido, pero es su condición de pájaro, su instinto y su fuerza de ser quien es, lo que le impulsa a extender las alas y lanzarse al vacío a volar.

El ser humano también, de manera colectiva, se encuentra en el momento crucial de dar el salto cuántico a nivel de Conciencia, para seguir su evolución, de manera ascendente, desde su espíritu.

Este cambio a un nuevo paradigma, sucede de forma brusca en muchos casos y por diferentes situaciones pero básicamente significa pasar de un nivel de energía (Conciencia) menor a otro mayor. Dejar atrás nuestras vidas ordinarias y superficiales, como seres caídos en el olvido de nosotros mismos, para reconstruirnos como seres extraordinarios que somos.

Convertirnos en alguien maravilloso, divinos, siendo BELLEZA sin vanidad. Siendo FUERZA sin soberbia. Y VALENTÍA sin agresividad.

Todos vivimos dentro de un proceso evolutivo. La mayoría se resisten a «saltar del nido» por miedo a lo desconocido o simplemente por la comodidad que brinda estar en un nido. Toda resistencia, tarde o temprano, crea conflicto y el conflicto crea sufrimiento.

Hagamos buen uso de la vida que se nos ha dado.

Espacio para no pensar

Dejamos espacio por medio, hacemos hueco, que corra el aire, nos abrimos; tu también cabes. Respeto. Nos desplegamos, sumamos; ampliamos el círculo, nos entrelazamos. Acogemos sin juzgar, nos relajamos, unificados, nos extendemos gracias a que nos deshacemos de los pensamientos inútiles. Tenemos en común un Alma y Espíritu.

La Mente en reposo. Nos vamos deshaciendo de los miedos y a medida de que nos vamos simplificando, la vida nos provee de lo realmente necesario. Sintamos nuestro Ser.

La vida vuelve a tener color cuando te decides a darle una nueva capa de pintura. La vida vuelve a tener sabor cuando le echas alegría y entusiasmo para sazonarla. Respira hondo, ensancha el pecho, siéntete libre de ser tu mismo.

El desafío es con nosotros mismos para activar nuestra capacidad de superación, No un desafío para competir sino para provocar en nuestro interior la valentía a ser mejor cada día.

El proceso de evolución requiere de amor, humor y firmeza.

No ceder a las manipulaciones de la Mente para convencernos de que no hace falta ningún cambio, que ya estamos bien así. Hagamos lo que consideremos correcto, desde el corazón y estaremos en paz con nosotros mismos.

Cuando se nos pone a prueba

Hoy llamo a los testigos de mi Alma; a los que la ven florecer. Porque yo misma estoy la mayoría del tiempo inmersa en el mundo de las emociones y eso me dispersa y me aleja de mi Ser.

Ya dejé de cuestionarme quién soy. Aceptar lo que no se puede cambiar no es resignarse ni conformarse con menos de lo que creemos merecer. Aceptar lo que no se puede cambiar ensancha nuestra capacidad de paciencia y confianza absoluta en la Misericordia divina.

En esos momentos cruciales en los que se nos pone a prueba, tenemos que poner en práctica lo que en teoría sabemos tan bien. Cuando realmente tenemos que sacar fuera nuestra valentía y decisión, nuestra templanza… esos son los momentos cruciales que nos hacen dar un salto real hacia adelante.

¡Tantas veces salí huyendo! Tantas veces le di la espalda a mis responsabilidades, Pero la vida se encarga de enfrentarte, una y otra vez, -las veces que hagan falta- a la prueba que debes superar; a achicar el Ego, a aflojar convicciones, a desinflar la soberbia… a crecer en Conciencia.

Y uno intentará disfrazarse, podrá quizá atrasar los hechos, buscar un atajo para salir airoso, negar a los gritos el someterse al Plan divino pero nosotros los humanos somos diminutos seres insignificantes ante el Poder de la Conciencia Superior a la que pertenecemos. Poner resistencia crea sufrimiento innecesario.

Cuando el Ego claudica ocurre entonces un cambio progresivo en donde la Conciencia apacigua a la Mente. El diálogo interno se suaviza y lo observado se vuelve relativo.

Confiemos.

Llorar

Llorar nos hace más humanos.

No tenemos que esperar a que llueva para salir a llorar. Los ojos no deberían jamás reprimir las lágrimas porque es la mejor manera que tenemos, cuando las palabras no bastan, para manifestar el dolor, el sufrimiento, el abandono y tantas cosas más que desgarran nuestro corazón. Ante cualquier situación extrema necesitamos expresar nuestro estado anímico y las lágrimas ayudan a sacar fuera nuestro sentir o grito de auxilio .

Y si se controlan y se impide que salgan, se queda el llanto bloqueado en la garganta y el sufrimiento es mayor y se alarga en el tiempo.

Se encuentra consuelo en el llanto. Llorar alivia la tensión de todos los órganos del cuerpo y permite que fluya la energía reparadora.

En el espacio sagrado del corazón, cuando lloramos, se enciende una Luz de alivio y desahogo.

Llorar; dar rienda suelta a las lágrimas, calma el sistema nervioso.

Sacar al exterior nuestra pena o cualquier sentimiento que el cuerpo emocional necesite expresar con lágrimas, es una acción valiente y de humildad.

También expresamos una alegría incontenible desde las lágrimas que se mezclan con la risa. La sensación que nos inunda entonces es muy placentera.

Lloremos de dolor o alegría siempre al final llega la calma.

Me pasó una vez

Me pasó una vez, haciendo poco que había llegado a España como «emigrante retornada», recién cumplidos 14 años y con un fuerte acento cubano, cuando me fui a una entrevista de trabajo, en Barcelona.

Era para ocupar el puesto de telefonista en el periódico El Correo Catalán. Yo nunca había hablado catalán, pero me era familiar porque mi madre, siendo catalana, muchas veces nos hablaba y nos cantaba canciones catalanas.

Total que me entrevista el director, hablándome en catalán, y yo me atreví a contestarle en su idioma. De pronto su comportamiento me pareció muy extraño porque le veo agacharse como buscando algo en un cajón del escritorio. Me daba la impresión de que metía literalmente la cabeza dentro del cajón, haciendo unos ruidos muy raros.

Como cada vez que yo le hablaba -en catalán con mi acento cubano- él metía la cabeza en el cajón, yo estaba muy curiosa de saber qué le pasaba.

Sus ojos estaban llorosos y parecía que le costaba hablar. Finalmente me confesó que hacía mucho tiempo que no se reía tanto y tan a gusto. Me contrató, … algo vería en mi. Osadía dijo.

La importancia de no creerse importante.

Existe una lucha en el ser humano, consigo mismo. Unos se creen muy importantes pero incomprendidos y otros no se sienten merecedores … o las dos cosas a la vez; los conflictos creados por pensamientos extremos…

El sufrimiento que causa el Ego en su devaneo puede ser magnificado hasta la exageración. Y ese dolor es real pero ilusorio, mientras son alimentados por miedos infundados.

Uno se recrea en el victimismo. Uno juega al pobrecito de mi, sintiéndose un héroe o heroína caído en desgracia.

Falta de conexión con el corazón; con el Alma. Falta de escucha con la voz interior. Falta de conciencia de uno mismo, de su identidad. Falta de vivenciar la vida, experienciandola … Falta de valentía para afrontarla; los miedos, el dolor, los fracasos, las decepciones … y asumirlas, sabiendo que son parte de la vida.

Cuando te caes, te levantas. Y punto. No estar dudando con el pero y si me vuelve a caer ….

Para quitarnos la inseguridad de encima tenemos que afrontar la vida y experimentarla tal cual nos llega, e ir resolviéndola como mejor sepamos y esa misma actitud nos fortalecerá.

La opinión de los demás muchas veces nos confunde, escuchemos mejor a nuestro corazón. No busquemos la perfección -no existe- sintámonos satisfechos con nosotros mismos por el simple hecho de haber actuado lo mejor que sabemos.

El polluelo por si mismo quizás no se arriesgaría a saltar del nido, por eso su madre, cuando considera es el momento, lo empuja afuera. Es el mayor acto de amor incondicional.

Mejor estoy callada

Yo no soy distinta a ningún otro. Por eso no puedo quejarme, ni ofenderme o enfadarme. Mejor me callo, me observo y aprendo.

Y es que me veo reflejada en los demás. Mejor corregirme. Mejor mejorarme… mejor estoy callada.

… eso no quita que me sienta desencantada del ser humano, con excepciones, por supuesto.

Sobretodo no soporto el DISIMULO, me agota emocionalmente. Es cuando las intenciones se encubren y se ocultan y disfrazan los verdaderos sentimientos. Ya sé que son los miedos los que no te permiten ser tu mismo pero, por favor, ¡acabemos ya con ello. Seamos valientes!… que la vida pasa en un abrir y cerrar los ojos.

Debo anotar que admiro a los que viven desde la inocencia, algo que yo misma perdí, cuando me quise «hacer» espiritual …

mejor estoy callada …

Renacer

Duele deshacerse de lo que formó parte de ti y ahora ya no te beneficia ni sientes como tuyo.

Duele reconocer las carencias y debilidades. Las heridas del corazón que creíamos sanadas… pero no, siguen doliendo en lo profundo.

Duele, como cuando la mujer está pariendo, desprendiendo de sí una nueva vida. Pero ese dolor tan intenso crea a la vez éxtasis, sino sería imposible de sobrellevar.

Tu renacer estuvo gestándose ya gracias a los conflictos y sufrimiento que te han obligado y empujado a decir basta e intuir que era/es el momento de soltar y dejar salir lo nuevo que hay en ti.

Pero ahora tienes miedo a no saber qué hacer, qué decisiones tomar, a no sentirte ser merecedor -hombre y mujer- de todo el mundo de posibilidades que tienes delante.

Renacer es la nueva oportunidad que te brinda la vida. Hace falta valentía. Hace falta no tener miedo a soltar toda la carga del pasado. Quedar vacío y listo para la nueva reconstrucción. Con confianza absoluta.

Purificar la Conciencia es el primer paso para fortalecer tu decisión, si quieres realmente conseguir resultados. Ya no es tiempo de reprimir. ni dejarte influenciar por otros. La auto-disciplina ahora es necesaria. La atención plena en tu Ser esencial.

Los patrones grabados en la memoria debes deshacerlos creando hábitos nuevos, Teniendo paciencia con los objetivos claros de lo que quieres conseguir. Lo que nos libera es el descondicionamiento, el desaprendizaje, Esto quiere decir, ser Observadores del «personaje» que actúa, e ir cambiando actitudes y comportamientos que nos vamos dando cuenta NO somos nosotros.

Siéntete bienvenido. Siéntete con derecho a Ser quien eres.

Cáncer

Todos tenemos a alguien cercano que ha sufrido o está padeciendo esta enfermedad.

Como terapeuta floral, maestra de Reiki y sanadora del Alma, he tratado a personas con diferentes actitudes frente a esta enfermedad. Prepararse para cambiar hábitos, creencias y pensamientos es tan importante y va a la par con el tratamiento médico que se siga.

REIKI siempre ha sido y es de una gran ayuda porque en primer lugar consigue relajar todo el cuerpo físico, mental y cuerpo emocional y esto es muy importante y necesario en toda dolencia. Deshacerse de todas las tensiones ayuda a que las energías vitales fluyan por todo el cuerpo.

El impacto que ocasiona la noticia de la enfermedad y cómo uno la recibe. El apoyo del entorno y la actitud con que se vive, son los tres pilares fundamentales para sobrellevar con buen ánimo de disposición y fuerza todo el proceso de cualquier dolencia grave.

Contaré el caso de Carmen que al finalizar la primera clase de «Entrenamiento para la Nueva Conciencia» que dí hace unos años en Monachil, se me acercó para presentarse y sonriente me comunicó que le había gustado mucho la clase pero que no sabía si podría volver a la siguiente. Cómo es eso, le pregunté. Con toda naturalidad me respondió que tenía un cáncer terminal y que le quedaban días de vida.

Intenté no se notase mi asombro, así que escogí mostrar lo maravillada que estaba por su actitud tan positiva y le dije: me encantará verte de nuevo la próxima semana.

El curso duró un año y medio. Y ella estuvo asistiendo puntualmente cada semana y siempre con su sonrisa llena de Luz. Cada semana agradecía el haber podido asistir. Recibimos todas las demás mujeres una gran enseñanza de su parte. Ella tenía algo que las demás no teníamos; el brillo que da la autenticidad. Ella era totalmente consciente de lo que es la vida y la muerte.

Es normal que el miedo se apodere de uno en los primeros momentos pero luego hay que asumir la realidad y aceptarla. ¿Cómo decides vivir esta prueba? – En primer lugar con valentía. Abiertas a recoger la enseñanza que viene a ofrecer.

Yo podría decir con toda sinceridad que los casos que he conocido y tratado han tenido todos un final feliz, independientemente de si les llevó a dejar este cuerpo o continúan con él.

¿Quién es víctima?

Ni la bondad ni la valentía pueden forzarse. Nada debiera ser obligado porque en la imposición hay falta de Amor. Por lo tanto, la educación, debiera estar basada, a partes iguales, en la aceptación y respeto por uno mismo y en la estima y respeto por los demás.

La imposición y el castigo, implican fuerza bruta o poder emocional sobre otro. Y si no hay reconocimiento y aceptación del castigo, esa imposición crea inevitablemente resentimiento, despecho, rebeldía u odio.

Todo acto autoritario, si no está sostenido con un tono amoroso y respetuoso, solo pretende educar o conducir a otro de forma forzada, anulando en el otro la capacidad propia de comprender e integrar la enseñanza.

El castigo impuesto sin AMOR, -sin que haya una aceptación del mismo y arrepentimiento- , solo sirve para incrementar la rebeldía.

Víctimas son aquellas personas que se han sentido maltratadas por otros y han perdido totalmente la confianza en sí mismas y su autoestima. Desde la falta de Amor, -al no valorarse ni amarse a sí mismos- al haber sido pisoteada su dignidad, se van empobreciendo en todos los sentidos, hasta el punto de «atraer» personas que seguirán propinándole toda clase de maltratos.

Salir de ahí, requiere darse cuenta de su situación y reaccionar. Decir BASTA. Y desde la toma de esa conciencia, y de esa firme intención, pedir ayuda y comenzar a trabajar para deshacerse de esos patrones.

Es posible.