
Nuestros `pensamientos y emociones envían vibraciones y ondas magnéticas que inevitablemente atraen todo lo que esté en resonancia con esas mismas frecuencias. Si tu estás quejándote por mala salud, esa vibración baja es lo que llega al Universo y él te envía más de lo mismo. Ese es el lenguaje; por vibración.
La energía que emanas funciona como un imán, atrayendo hacia a ti aquello en lo que enfocas tu Mente.
El REIKI no sólo explica muy bien todo esto para que lo pongas a tu servicio sino que te da las herramientas para que aprendas a distinguir, almacenar y usar las diferentes energías para la sanación y el equilibrio de los diferentes cuerpos que poseemos; físico, mental, emocional, etéreo y espiritual.
Conociéndote a ti mismo tienes la capacidad de procesar el conocimiento de forma directa; sin pasar por el filtro de la Mente que, al solo razonar, descarta lo que no entiende y va más allá de la lógica.
Si no pones resistencia, ya tienes un talento más; la posibilidad de captar datos sensoriales e interpretarlos directamente (sin que pasen por la Mente). Quizás ahora no sepas ver lo extraordinario que esto supone. Pero es de esta forma que desarrollamos la INTUICIÓN que es muy superior al Razonamiento.
En la palma de las manos tenemos un CENTRO ENERGÉTICO (chakra) capaz de leer qué emociones están obstaculizando el fluir de la energía en las diferentes partes del cuerpo sino también de sanarlos mediante el desbloqueo que está produciendo inflamación, por ejemplo.
Cuando la SALUD dura menos que nuestra vida, algo hemos descuidado. Aprender cómo funciona nuestra maquinaria y hacer un buen mantenimiento de ella, nos ayuda a llegar al final dignamente.
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He desarrollado mi trabajo como terapeuta y lo he llevado a «entrenadora» de la Salud. He ido ganando comprensión y dominio de lo que las personas desorientadas e infelices (enfermas) necesitan. He convertido las sesiones en un entrenamiento para recuperar la salud desde el acompañamiento y reconquista de la autoestima. La forma de sanar desde el re-aprender a ser y sentirse merecedora de ser feliz, amar y ser amada.
Han tenido que pasar muchos años y ser millones las personas que son dadoras y receptoras de REIKI para que por fin sea reconocida como MEDICINA COMPLEMENTARIA por los organismos oficiales del mundo.
Nuestra visión de la vida es sólo una interpretación. En la medida en que nuestro nivel de comprensión se amplía, la vida se explica por si misma, al sentirnos dentro de ella dejamos de resistirnos a su flujo y ciclos, nuestra mente se calma y se simplifica nuestra actuación.
El primer gran error es que ya no se enseña a PENSAR. Ni siquiera eso entra en consideración, tan inconscientes vivimos de esta capacidad primordial. Porque si no sabemos pensar, no sabemos dilucidar, discernir, elegir, solucionar, discurrir … ni conocernos a nosotros mismos; el segundo gran fallo.