La acción y efecto del consentimiento

mujer-dimensionesMuchas personas  se han quedado atrapadas en el pasado y desde su papel de víctima  no saben ver las posibilidades que les brinda su presente. Los demás son los culpables de sus desgracias.

Todo ello es la manifestación del poco conocimiento que muchos tienen de sí mismos y cómo la mente puede engañarnos y hacernos entrar en un estado patológico de letargo donde la queja y el lamento son los que adormilan todos los sentidos, impidiéndonos avanzar.

Tener una relación cercana con alguien con más de media vida vivida que todavía esté llorando su desgracia de que su mamá le prohibió casarse con el hombre que quería.  O  los hombres que arrastran el haber sufrido el tener una madre castradora y al hacerse mayores sólo han atraído ese tipo de mujeres para seguir inconscientemente en el mismo rol, son las consecuencias de una actitud pasiva  de derrota.

De poco sirve que culpemos a éste o aquel como causantes de nuestra desdicha. ¿Cuánto tiempo más vamos a estar justificando nuestra sumisión y nuestra vulnerabilidad?

Dejemos el pasado atrás. Reconozcamos nuestro consentimiento. Y sintamos compasión por nuestra fragilidad de entonces.

Sólo es posible salir de ese pozo de cobardía y nula autoestima, cuando nos hacemos de valor para decir BASTA. Tomar Conciencia y asumir las consecuencias de nuestros errores,  aceptarlos, amarnos, recuperar la esperanza y la confianza en nosotros mismos y salir al campo de batalla de la vida,  con fuerzas para crear nuestro presente, como nosotros decidamos hacerlo.

 

 

Ser testigo o espec

Cuando el sacrificio por los demás nos enferma

reiki pacienteVino a verme una mujer de mediana edad por  su gordura ya que «nunca me siento llena y estoy comiendo a todas horas y encima la comida me sienta mal. No tengo arreglo».

Dice que cuida por amor a su marido impedido, que a sus hijos les da todo, complaciéndolos con gran esfuerzo, dice que todo eso lo hace gustosamente. Aparentemente, su imagen y su sonrisa confirman lo que me está contando sobre su vida llena de penalidades y sacrificios. Su historia, en la que ella es una víctima amorosa y entregada, es poco creíble. No es que ella me esté mintiendo al explicarme su situación sino que ella misma vive engañada y alejada de su realidad que no quiere o no sabe ver.

Al practicarle  Reiki,  examino la energía de sus centros energéticos. A través de las manos siento si están bloqueados o hay exceso/deficiencia de energía vital. También se pueden sentir las energías tóxicas y densas que obstruyen el paso y fluidez de las energías.  Conectar con el campo astral es también importante para hacer la limpieza energética conveniente y recibir información de la raíz del problema.

Lo primero que siento es toda la rabia que tiene guardada, todo su inmenso resentimiento que la está enfermando. Termino haciéndole una armonización y alineamiento de los chakras y limpieza del aura.

Desde esa relajación es cuando ella se atreve a hablar y   contarme la verdad: «No puedo más, si al menos me dijeran las cosas de otra manera… todo son exigencias. Me siento agotada física y mentalmente. No me valoran».

Al reconocer su inmensa rabia es cuando podemos ponernos a trabajar; yo como facilitadora y ella para tomar las riendas de su vida y salir de una actitud mecánica de queja y amargura. Teniendo ahora la fuerza y la valentía para expresar sin miedo lo que siente,  comenzando por valorarse a sí misma.

Si  actuamos  desde la resignación por un sentimiento negativo de «deber y obligación», nos estamos envenenando por dentro . Si nuestra actitud sacrificada es auto-impuesta,  tenemos unas expectativas de reconocimiento y agradecimiento por parte de los demás, que nunca llegan en la medida que consideramos justas.

Ese veneno que se va acumulando secretamente es lo que nos termina enfermando y desgasta toda la energía vital que utilizamos para guardar las apariencias.

Cuando conscientemente nos sacrificamos por alguien y lo hacemos desde el Amor, cuando no podemos cambiar una situación que exige de nuestra entrega, si  aceptamos desde el corazón, todo se pone en su sitio. Si nos damos a los demás desde el Amor, ese mismo Amor dado es la recompensa.

Hablando con el dolor

mujer gemaCreía haber dejado atrás el pasado  pero de tanto pretender ignorarlo y de tanto ocultarlo entre velos y baratijas doradas, se han ido acumulando  todas esas emociones y vivencias dolorosas envueltas en quejas … creando un pozo de rencor, tristeza y amargura.  Muchos de estos recuerdos dolorosos quedaron arrinconados.  Memorias ya mudas, que todavía se remueven por falta de respuestas.

Me doy cuenta ahora de que algunas  de estas memorias  todavía lloran y se lamentan. ¡¿Cómo es posible!? Están ahí, esperando que les preste atención,  escuche el dolor  y me reconcilie. Esperando, porque tienen un mensaje para mí y no pueden marchar hasta habérmelo dado. ¡y yo haciendo oídos sordos! ¡¿Qué me queréis decir que ya no sepa?! ¿Me queréis hacer recordar y avivar la angustia del desencanto y la soledad?

¿Queréis reabrir las heridas del desamor y las humillaciones? ¿Pretendéis mantener vivo el lamento y en mi a la víctima?

¿Pretendéis despertar los miedos que habitan en mí? ¿Hasta cuándo debo cargar con vosotras?

De acuerdo, haré repaso y os daré vía libre, perdonándome,  si es eso lo que me pedís, para que una vez liberadas salgáis aleteando como  mariposas estrenando alas.

¿Dónde estás dolor? Muéstrate.

¿Dónde están tus heridas?  ¿Qué las causó? ¿El amor propio? ¿La decepción, el engaño? La ingenuidad, seguramente.

De acuerdo, qué necesitas para sanar tus heridas. Que sea reconocida… ¡que se haga justicia! ¡Que se señale al culpable y se le castigue!

Bien, vamos a ir recibiendo a los testigos –dolor por dolor- a tratarlos e ir cerrando casos.

Al hacer justicia vemos que las “víctimas” descansan y se reponen del daño. Una vez hecha justicia ya se termina el lamento, el sentimiento de abandono, de impotencia. Pero, ¿quieres seguir siendo víctima?

¿Cuáles son tus quejas?   ¿Crees que podrías sacar una enseñanza de ello… podrías sacar de entre las cenizas de todo lo que las llamas han devorado y destruido en ti, algo positivo?

Busca entre las cenizas… qué ha quedado intacto en ti.

Ha habido un incendio devastador. Es impresionante el paisaje. Todo derruido.

Bien, tienes dos opciones: quedarte ahí resignada contemplando esta escena terrorífica, lamentándote y torturándote con preguntas sin respuesta: “¡¿Por qué a mí?!”. Sin querer aceptar los hechos y quedándote atrapada en ellos, como en un círculo vicioso que te centrifuga, constriñéndote a vagar en la queja perpetua…

Mejor, observa, qué ha quedado intacto en ti. Sácalo de entre los escombros… ¿Qué es? Tu ser esencial, tu espíritu;  intactos.

Has tenido que pasar por el fuego del dolor para purificarte… no dejes que el amor propio  -el orgullo y la vanidad del ego- te atrapen de nuevo, tu ser esencial está intacto: renace, florece. Debes confiar.

Tu actitud positiva ante las pruebas de la vida es la herramienta clave para salir airoso. Y volver a renacer.

Sé feliz

meditacion y pazNo te quedes en la queja. No te resignes y te parapetes detrás del «no puedo». No justifiques las limitaciones que tú mismo te has marcado. Sé claro contigo mismo y reconoce los miedos que están frenando tu avance.
Toma conciencia plena de tu cuerpo físico. Desarrolla tus sentidos internos hasta llegar a tu ser esencial y eterno.
Él te conectará con tu Alma …

¿Quieres que te lo diga en positivo? …

Sé agradecido y verás crecer tu entusiasmo.

Sientete capaz de llegar hasta donde te propongas y te asombrarás al descubrir tu valentía.

Sé co-creador de tu vida y sentirás el placer de expandir tu alma.

Ser sincero contigo mismo te lleva a la Fuente de la Verdad que está en tu corazón.

Tu Conciencia ha despertado.

Sé feliz.