LAS COSAS QUE SE HACEN POR OBLIGACIÓN Y A DISGUSTO OCUPAN TIEMPO.
El tiempo que se contabiliza, se calcula por el sobre-esfuerzo. Ese es el tiempo que te consume.
El MIEDO ocupa mucho tiempo. Y el miedo, dentro del tiempo, se convierte en ansiedad.
Sentir que no te alcanza el tiempo, que no tienes suficiente tiempo, produce angustia e infelicidad a la larga.
La queja ocupa tiempo. Una mente agobiada roba tiempo. Hay que liberar el tiempo y el espacio de basura mental.
Cuando te deshaces de los miedos e inseguridades comienzas a poseer todo el tiempo del mundo. Y ese sentimiento de Poder te hace sentir libre y privilegiada. Has descubierto el mayor tesoro existente en ti: el tiempo te pertenece.
Pobres las madres que no tienen tiempo para ser mujer. Y las mujeres que no tienen tiempo para ser madres … ¿será que no somos capaces de controlar nuestro tiempo o de priorizar nuestros deseos?
LOS LADRONES DE TIEMPO.- Un filósofo dijo recientemente que somos «esclavos voluntarios». Hemos vendido nuestro tiempo a cambio de «una vida más cómoda».
Para recuperar tu espacio y tiempo debes abandonar todos los apegos. Deshacerte del consumo innecesario y de las comodidades superfluas.
¡El tiempo es mío! Lo valoro,lo disfruto,lo utilizo con respeto y conscientemente.
El tiempo es mío y ese sentimiento me da poder: Soy dueña de mi tiempo.
Lo contrario es sentir que no te alcanza el tiempo, que no tienes suficiente tiempo, y esa preocupación y sentimiento termina agotándote física y mentalmente …
Pero cuando reconquistas el espacio y el tiempo, tienes la victoria sobre el MIEDO a perder lo que te pertenece por derecho. Conquistas el PODER de CREAR el tiempo PARA TI.
La creatividad expande el tiempo; lo hace productivo.
El Amor expande el tiempo; lo extiende ilimitadamente.
Las cosas que hacemos espontáneamente y de corazón no ocupan tiempo. Dales prioridad en tu vida. Hazte inmortal.

Tengo muy presente en mi memoria y ha sido mi referencia y patrón de vida, la situación y comportamiento de la mujer hace cincuenta años atrás. El mantenerse en segunda fila y en silencio era lo normal entonces aunque, como siempre, también hubieron mujeres de mucho carácter que eran las que manejaban los entresijos familiares. Pero la mujer en general, como tal, siempre estuvo relegada y la inmensa mayoría tenía asumida su posición y condición infravalorada.
Nos desenvolvemos en el mundo primario de la dualidad. Desde la rigidez mental de la separación y el enfrentamiento. Si piensas como yo, eres de los míos o de lo contrario ya no te escucho. Sin capacidad para percibir más allá de nuestras conveniencias, vemos al otro como rival. Y hoy en día hemos llegado a los extremos de rivalizar entre hombres y mujeres.
Tu situación de vida es sólo un aspecto de tu vida e influenciará en ti, de una forma u otra, dependiendo de tu equilibrio mental, emocional y espiritual.
A los hombres les resulta cada vez más difícil entender a las mujeres. No hace tanto que no tenían problemas porque la mujer estaba educada para ser sumisa, sacrificada, tolerante, abnegada, quedarse en la sombra, … todo por el bien de la familia, de los hijos, de la sociedad … era la actitud decente y angelical que se esperaba de ella …
