
De la misma manera que NO puedes cambiar el hecho de que EXISTES y de la misma manera que el nacimiento de un nuevo ser es IMPARABLE porque la Naturaleza es quien lo determina, de igual manera, lo que SÍ puedes hacer es dirigir tu existencia -desde tu actitud- y desarrollarla de una manera u otra, tomando un camino u otro, desde tu propia libertad de decisión.
Pero, al mismo tiempo que tu diriges tu vida, con la experiencia que te da la vida, te vas dando cuenta de que la vida, por sí misma, tiene una dirección programada, que tiene que ver con un Plan Superior que tú no controlas y se llama DESTINO… y al que finalmente, por tu bien y tranquilidad, debes rendirte, ACEPTAR. Es decir, no poner resistencia.
Si eres observador de ti mismo, habrás experimentado de que NADA ES CASUALIDAD. Es entonces cuando comienzas a dejarte fluir y prestas atención a las señales que el Universo te envía.
Se trata de rendir el CONTROL MENTAL que hemos creado en nosotros y cambiarlo por una capacidad de juicio superior (discernimiento).
Se trata de RENDIR EL CONTROL que ejerce la mente física sobre nosotros mismos desde el miedo. Sólo así conseguiremos romper las limitaciones que nosotros mismos nos creamos, sólo así podremos deshacernos de los fantasmas que ocupan el espacio de los pensamientos.
Y darnos cuenta de que, el tamaño de nuestro drama es proporcional al tamaño de nuestro Ego que controla la mente inferior. Sólo así nos hacemos LIBRES.





El Mundo de las Apariencias está en nuestra mente inferior. Trascenderlo, cruzarlo y salir de él, significa haber alcanzado la Intuición para comenzar una nueva etapa desde la Conciencia, como Observadora de sí misma y de la Realidad.
No somos sólo una estructura ósea; un cuerpo físico sosteniendo erguido una cabeza pensante. ¿Qué es lo que nos hace decir ‘yo soy’? ¿Quién percibe el YO y más allá del yo?
