Lo que elegimos desde el riesgo.

Arriesgarse es lo mismo que confiar plenamente en uno mismo. Arriesgar es comprometerse con la vida, desde la valentía de quien lo entrega todo más allá de lo evidente y seguro materialmente. Lo contrario, pero sólo aparentemente igual, podría ser imprudencia e impulsividad.

El riesgo, elegido desde la Conciencia de lo correcto, lleva el éxito consigo. El desafío no tiene que tener un resultado visible e inmediato. Puede perfectamente darse en forma de aprendizaje y llevarnos a un nivel superior de comprensión aunque aparentemente dé la impresión de fracaso.

Aventurarse a ser feliz y vivir en paz con uno mismo, haciendo lo que uno desea hacer, parece irreflexivo, egoísta y temerario en una sociedad competitiva, y codiciosa.

Pero lo que elegimos ser, desde el riesgo a sentirnos incomprendidos y criticados, es fácilmente superable cuando nos amamos a nosotros mismos y confiamos en nuestra intuición.

Nos transforma o nos trastorna

Absolutamente todo necesita de su justa medida. No existe ningún exceso que sea bueno o que nos beneficie.

Fuera de todo fanatismo, inclusive en el mundo espiritual, todo debe tener un equilibrio y proporción mesurada.

Lo que muchas personas entienden por espiritualidad o religiosidad es una idea interesada, y por tanto forzada, por conseguir algo. Y siempre que la mente se interponga el resultado que se persigue puede estar coloreado por el auto-engaño.

Esa ilusoria espiritualidad, en este mundo relativo y humano, es difícil de detectar por las trampas sutiles que nosotros mismos nos creamos y que a veces otros también alimentan.

Alguien dijo «no ve de la misma manera el árbol, uno que lo quiere talar y otro que simplemente desea sentarse a su sombra».

La motivación natural y el anhelo que nace en el corazón, son los mejores incentivos que nos pueden mover de manera libre, sincera y voluntaria a hacer algo.

¿Qué nos TRASTORNA? Todo exceso. El sobre-esfuerzo, la sobre-exigencia, el deseo exagerado de querer superarse, la busca permanente del éxito. Orgullo desmedido. Fuerte sentimiento de fracaso. El querer sobresalir y destacar siempre.

¿Qué nos TRANSFORMA? La actitud comedida. La atención y el silencio sin esfuerzo. La pureza de intención. El despertar y desarrollo de la Conciencia. Amarnos a nosotros mismos. Ser respetuosos con todos los demás. La sinceridad del corazón. La humildad.

Tomar decisiones

«Yo soy un árbol y tengo muy poco espacio para enraizarme en la tierra; bueno, me expandiré como pueda y creceré…»

Lo más importante es estar en paz con uno mismo. Y se consigue simplificando la vida, adaptándose a lo que surge, aceptando y sorteando todo lo que aparece en nuestra vida, sintiéndolo como un desafío.

Se trata de tomar decisiones. Posicionarse sin dudar. Y para ello uno tiene que saber quién es y qué es lo que quiere.

Cuando pequeños, ¿queríamos estar entre los que tenían éxito y liderazgo o entre los perdedores y serviles? ¿Estar entre los fuertes o ser de los débiles?

Mi abuela materna era de una aldea en Teruel. Todos trabajaban haciendo alpargatas y ya lo sabían desde pequeños que ese era su destino; no había alternativas. Mi abuela con quince años dijo que ella no se iba a quedar en la aldea ni iba a coser alpargatas y se marchó a Barcelona. E hizo lo que tantas mujeres, jóvenes y niñas hacían entonces en España para salir de la miseria: entrar de interna en una casa de gente adinerada. Y llegó a ser una gran cocinera hasta que reunió lo suficiente para montar su propio negocio: una panadería.

Determinación. Voluntad. Tomar resoluciones con el fin de conseguir algo. Lo contrario vendría a ser; quejarse, justificarse, resignarse, amargarse … en lugar de resolver… donde entra también la aceptación, por supuesto.

El poder de decisión. La intención clara. La fortaleza de ánimo. Todo ello hace posible que uno se abra camino.

Luego están las cosas que nos echan para atrás, como no tener confianza en nosotros mismos; los miedos al fracaso… también el no tener claro lo que uno quiere en la vida… si sientes que no hay nada que valga la pena esforzarte, entonces se hace imposible sacar fuerzas para hacer o para luchar por ser… esa falta de energía vital y entusiasmo también tiene solución.

Marquémonos pequeñas metas. Tengamos claro qué queremos hacer con nuestra vida. Visualicemos nuestro futuro, cómo queremos que sea.

… y luego nos relajamos, estando atentos. El brujo Don Juan del escritor Carlos Castaneda lo llamó «desatino controlado«.

Confianza absoluta en que existe un Orden Superior que, si tenemos una intención firme y clara, nos será atendida… o no.

Las trampas de la Mente

hombre galacticoSeguir ciegamente las creencias de otros nos puede llevar al despropósito. Intentar dominar el ego y sus desatinos desde una mente obcecada lleva al fracaso. Una mente fantasiosa, confabulada con un ego insensato convencido de su superioridad, siempre tiene lista alguna trampa mental para burlar las buenas intenciones de esa parte del cerebro que intuye el desvarío.

La mente que no sabe pensar y no es capaz de discernir tiene siempre preparada una maniobra para que desistamos de nuestros planes de cambios; debilitando nuestra voluntad y creando inseguridad sobre nuestras capacidades y valores.

Desde la apariencia de razonamientos válidos, una mente aprisionada por un ego exaltado y un orgullo desmedido, justifica la cerrazón de creerse dueño de la verdad, no permitiéndose ceder ni tolerar ningún cambio.

La mente que no es capaz de reflexionar, nos hace creer que somos dueños de nuestra vida pero en realidad lo que hace es crearnos complejos:

Creemos que el control de la mente lo conseguimos reprimiendo nuestros sentimientos o avasallando a los demás; trampa fatídica que nos acompleja.

Creemos que la «ACEPTACIÓN» es tener una actitud servil hacia el otro, debilitando nuestra identidad; otra trampa de la mente.

Para todos aquellos que están siguiendo un camino espiritual desde la mente, que son creyentes sometidos a prácticas religiosas férreas y rigurosas; corren el peligro de caer en la trampa del complejo de superioridad.

Si realmente deseamos lograr la auto-realización y la paz interior, tengamos presente que la Mente debiera ser el primer discípulo del Alma.

El miedo a sufrir. Sanación emocional

mujer-de-piedraPor miedo a sufrir elegimos no amar. De tanto vivir en el pasado o en el futuro nos volvemos de piedra porque hemos dejado de estar presentes en nuestra vida.

De tanto fantasear o estar envueltos en miedos irreales, divagamos. No somos capaces de pensar con claridad.  Se dispersan nuestros sueños y nuestras ideas creativas.

Elegimos abstenernos y quedarnos en el «no sé».

Por miedo a ser rechazados o a fracasar nos mantenemos en la rigidez de quien ya no cree en sí mismo.

Los mayores consumidores de antidepresivos, ansiolíticos, somníferos, antiácidos para la acidez de estómago, etc., son fármacos ligados a los trastornos  de estrés, ansiedad,   angustia y depresión,  están en los países desarrollados de occidente… y sigue en aumento.

Sin embargo, hay que enterarse, existen métodos y formas alternativas  naturales para combatir los desequilibrios mentales y emocionales. Conformarse o rendirse a convertirse en un enfermo crónico, sólo sucede en mentes débiles que han perdido la voluntad y el entusiasmo por la vida. Estas personas necesitan ayuda y comprensión.

Así como los bebés aprenden a caminar cayéndose y tropezando cien veces antes de echar a andar,  sin decaer su ánimo. Así mismo, debemos levantarnos los jóvenes y adultos, una y otra vez, ante los obstáculos de la vida.

La sanación emocional es fundamental para nuestra calidad de vida y es posible desde distintos sistemas para el equilibrio de las energías y terapias  naturales que están dirigidas a la sanación emocional.

 

El derecho a cometer errores

nina-y-munecas-cara-a-la-paredLos niños aprenden a caminar  cayéndose y levantándose  cien veces, lo intentan una y otra vez hasta que lo consiguen. Su fuerza de voluntad va ligada al deseo de  conquista. Su valentía no contempla la posibilidad de rendirse, la vida misma representa un desafío que  viven con entusiasmo y desde una actitud de superación.

Un niño no tiene sentimientos de fracaso o culpa hasta que otro entremete esa idea en su cerebro. El castigo es una forma de educar al niño  para  hacerlo obediente: a través del miedo, la humillación o inculcándole  una prudencia y ‘cordura’ excesiva.

Los pensamientos de miedo  van apareciendo entonces como propios. Pero la realidad es que no lo son . El miedo y la falta de autoestima son  introducidos desde fuera hasta que lo hacemos parte de nuestra identidad.

El miedo es el primer elemento que entra en la mente para confundirnos y hacernos dudar de nosotros mismos y de nuestras capacidades.

Borremos los miedos de nuestra mente. Volvamos a ser niños; cometiendo errores sin que eso suponga un sentimiento de fracaso. Vaciemos la mente de esa carga densa de minusvalía e incapacidad para que cada vez que nos caigamos nos volvamos a levantar sin frustrarnos, sin rendirnos.

 

 

La forma de pensar

mujer azul esferaPor supuesto que tenemos derecho a seguir con nuestros miedos,  mostrarnos como víctimas y mantenernos en el sufrimiento y en la queja. Pero esto simplemente es para las personas que no creen en sí mismas y se han rendido.

Y es esa resistencia a salir de la mediocridad la que enferma física y mentalmente. Uno se empecina, desde el Ego magnificado, -como un héroe en la oposición- a no dar un paso al frente y enfrentarse consigo mismo. Los miedos al fracaso y  a lo desconocido, son los peores grilletes. Toda represión crea dolor y conflicto.

Vivir es un gran desafío, es un acto creativo y que merece todo nuestro entusiasmo. Pero el Ego prefiere vivir acomodado en el mundo mecánico  de lo ilusorio.

Vivimos las consecuencias de nuestros pensamientos y los pensamientos pueden ser modificados y reconducidos -son energía-: Podemos cambiar nuestra forma de pensar. Podemos crear nuevos hábitos y deshacernos de todo lo condicionante del pasado.

Cuando conseguimos poner los pensamientos en orden y los utilizamos con lucidez, pensamos, y nos sentimos capaces de seleccionar y elegir. Buscamos y encontramos soluciones. Comenzamos a desarrollar la mente y ésta se abre a la claridad mental; la  intuición.

¿Cómo acabar con un problema repetitivo si no cambio mi forma de pensar y actuar? Para resolver los problemas que cada día se nos presentan tenemos que observarlos con profundidad para poder cambiar la forma en que enfocamos la vida.

Podemos comenzar a prever y despejar el camino antes de que se formen los obstáculos. La forma de pensar es la clave; la actitud con la que nos movemos por la vida. Tomemos conciencia y hagámonos dueños de nuestro destino.

 

 

 

Vaciar y llenar espacios

mujer tocando violinEl desengaño o sentimiento de fracaso  nos puede llevar a la depresión si nuestra mente es débil y  dependiente. Si nos abandonamos a la tristeza, y nos recreamos en ella, alimentándola desde el victimismo «¡ay, que desgraciado soy!»,estaremos llenando un espacio vital, negándonos a nosotros mismos que llegue algo mejor a nuestras vidas.

Perder el entusiasmo por la vida, -adentrarnos en la inseguridad- hace que las emociones negativas nos hagan caer en el  profundo pozo de la cerrazón, obstaculizando nuestra capacidad para ver la Verdad.

Vamos a cambiar la visión y a poner Luz en nuestro alrededor. Para los que se han ido de nuestras vidas, en lugar de ver el vacío que han dejado, vamos a habilitar  con alegría  los nuevos espacios …

Vamos a pararnos para ver qué llevamos en nuestra mochila de la vida. Deshaciéndonos  de las  cosas que no nos pertenecen,  de las cosas que ya nos resultan inútiles e innecesarias. Vamos a descargarnos de los sentimientos de culpa que ocupan tanto espacio…

Es en el vacío y la sencillez donde se produce la música y el Amor. Siempre que estemos en resonancia con el Universo, él nos facilitará el Camino.