A veces se hace necesario desarmar al propio corazón, entrar en él y liberarlo de los miedos. Eso requiere pasar a la acción. Hace falta eterminación y también una habilidad para ver nuestras propias sombras, que es donde se esconden.
Si no somos capaces de amar con plenitud, de entregarnos enteramente, es que en nuestro corazón existen miedos y hasta que no acabemos con ellos, nos vaciemos y sanemos las heridas que hubiesen, no seremos capaces de amar nuevamente desde el corazón.
Y es que, no nos confundamos, amamos desde la mente; de forma interesada y calculadora. No quiero estar solo/a, necesito compañía, necesito que alguien me quiera, quiero tener hijos, quiero formar una familia… estos son mis deseos e intereses a cambio daré amor en la medida en que me den amor… pero siempre habrá una puerta abierta para la retirada… también está el miedo a sufrir, el miedo a no ser correspondido, el miedo mismo a ser engañados … todo eso son barreras infranqueables e invisibles que debemos derrumbar.
Amar desde el corazón sólo es posible cuando lo hemos vaciado de los miedos y expectativas… entonces la vida nos llena de colores y luz…