Cumple el sueño de tu Alma de ser uno con el Universo.
Te entiendo sin que me hables, te siento y es suficiente.
Me llega tu sentir y es suficiente.
No quiero juzgarte; sé tu mismo.
No pretendo dirigirte ni convencerte de nada.
No tengo deseos de pensar sino de dejarme fluir en este estado de paz que me embarga.
Confío plenamente en el Orden Divino, no me preguntes de qué se trata o cómo es porque es algo que sucede más allá de la mente.
Simplemente permítete ir a tu corazón y siente tu esencia, tu amor, tu paz.
Comienzan a haber grandes cambios, alégrate, fluye, confía.