¡Ser espontaneo es tan difícil! Porque sólo sucede cuando se vive en ese momento en el que uno es totalmente genuino.
Cuando el tiempo no tiene realidad a la que agarrarse, es cuando uno se adentra en la magia de lo sorprendente.
Cuando la risa surge sin pensar, espontáneamente, entremetiéndose por las rendijas de lo inesperado y explosiona.
Cuando el llanto o el grito saltan al exterior sin previo aviso. Asombrándonos de nosotros mismos.
Cuando no hay cálculo ni control al sonreír o besar… y tenemos la capacidad de maravillarnos.
Cuando las emociones se vuelcan e irrumpen sin importar nada… y somos los primeros sorprendidos.
Al ser espontaneo uno deja la mente atrás y se convierte en Nada y en Todo a la vez.
Pero, qué difícil es actuar con espontaneidad. Y es que los miedos nos amarran a la rigidez del qué dirán.
El Miedo siempre se adelanta a los acontecimientos y los dirige con férreo control.
La espontaneidad no se cultiva. No. Es silvestre, nace naturalmente de la alegría de ser.
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
Es genial. Gracias