Todos estamos necesitados de Amor… pero también tenemos miedo de abrirnos a él y nos sentimos torpes para expresarlo …. Deseamos que nos llegue como por arte de magia, que sea el otro quien dé el primer paso. Inclusive, exigimos se nos dé. O calculamos cuánto se nos da para corresponder de la misma manera, si acaso …
Pero siempre resulta poco para los corazones faltos de afecto y autoestima. También para los que se parapetan tras una coraza, anhelando ser queridos a la vez que rehuyen el abrazo o la palabra amable. El miedo a sufrir acobarda.
Todos los que sienten nostalgia del Amor se evaden y se focalizan en que en el futuro lo encontrarán y serán felices. Un futuro que por si mismo nunca llega, se atrasa y se pospone hasta la frustración o la resignación … sencillamente porque lo hemos bloqueado al no vivir el Presente …
Sentimos nostalgia del Amor sin percatarnos que su Fuente está dentro de nosotros.
Nos agotamos buscando un propósito a la vida y no sabemos ubicarnos dentro de ella; viéndonos felices, siendo amados y amando …
¡Queremos ser felices y ser amados, ese es nuestro deseo más íntimo!
Sin saber que la Felicidad es un estado que no nos puede ser arrebatado y ya está dentro de nosotros. Independientemente de la vida exterior circunstancial que nos haya tocado vivir, tenemos la capacidad de auto-realizarnos pues tenemos en nuestro interior todo el material necesario para desarrollarnos en la dirección que elijamos.
Entender y aceptar este Principio expandirá nuestra Conciencia y eliminará de un plumazo toda queja de la vida.
Ámate y ama incondicionalmente. Sé el autor de tu felicidad.