Nuestros pensamientos y creencias fluctúan para que podamos ir adecuándolas a nuestras circunstancias presentes. Rectificar y ajustar nuestra Mente a la Realidad debe ser un trabajo diario para que las ideas fluyan de forma creativa y las emociones se moderen.
Soy consciente de que puedo cargar un pensamiento con una intención y emoción determinada y conseguir que se materialice. Desear el mal, maldecir, renegar, condenar… tienen una fuerza destructiva y el poder de alimentar y atraer el Mal.
Por el contrario, la oración, la plegaria, las bendiciones. la confianza absoluta en un Orden Superior y la compasión, atraen la energía poderosa del Amor, si todo ello nace en el corazón.
El ser *mágico* que hay en mi me guía hacia mi Destino y me ayuda a trascender mi yo-inferior y mi mente ególatra.
La suma total de todas mis experiencias de vida me dan la fuerza para enfrentarme a mi verdadero enemigo -al verdadero Mal en mí- y ese es mi yo-inferior, que me amarra a mi pasado.
Me des-identifico de quien creía ser. Desaprendo y me deshago de las creencias de otros. Es el Conocimiento Intuitivo -desde mi corazón- mi mejor Maestro.