
Estuve hace unos años en Kerala, India, pasando catorce días en la comunidad AMRITAPURI con la avatar viviente AMMA. Vive en un inmenso recinto cerrado junto con tres mil residentes y voluntarios de muchos países, más cientos de estudiantes indios, más cientos de visitantes de todas partes del mundo, más sus discípulos que también son muchísimos. Sitio donde ella abraza a miles de personas diariamente, trasmitiendo su elevada energía de amor. He anotado algunas experiencias vividas en este viaje místico.
«No es la Mente la que maneja la energía que nos llega de AMMA. Esta energía superior se mueve en niveles sutiles que nos son insospechados. La Conciencia -observadora- siento que navega en mi. La Conciencia nos inspira, nos corrige, nos purifica, nos desbloquea y nos coloca en un estado de liviandad, muy placentero, donde la Mente no tiene nada que hacer.
Son las nueve de la noche y AMMA todavía sigue dando abrazos desde esta mañana (son miles de personas a las que atiende diariamente). Es incansable. Su inmensa energía está aquí para todos. Si esa energía es demasiado fuerte para ti, entras en un estado de sopor. Luego la vas asimilando y se hace más fácil integrarla con el paso de los días.
Es verano y uno suda tanto que es necesario beber lo que ellos toman; soda con limón y sal. Comemos muchos plátanos y agua de coco también. Y esto es lo que se come todos los días. Yo estoy feliz. Mi mejor momento. Prefiriendo usar la boca para sonreír. Los ojos para observar. Los oídos para escuchar el sonido del Universo… ¡qué alivio! Hasta me dan ganas de llorar de alegría. ¡Ay Ego, eres una carga pesada!
Las nuevas frecuencias se están moviendo en nuestras estructuras físicas, emocionales y espirituales, como si fuéramos un aparato celular conectado a una inmensa batería. Aquí estamos vibrando en alta resonancia; en la energía de la gratitud, compasión, generosidad, benevolencia. Elevado el pensamiento; sin queja, sin enjuiciamiento. Neutralizados los pensamientos negativos. Prestando atención a la intuición.
La INSPIRACIÓN se hace fuerte bajo este estado que llega desde el espíritu y que permites que se manifieste, dándole espacio libre para ello. Y sencillamente ves claro que el nuevo mundo, .el templo de Dios en ti-, no es un lugar sino una frecuencia, un estado vibracional superior. El estado de la gratitud pura, la alegría pura, el amor puro… y es posible alcanzarlo.
Ya de vuelta en España me puse a pensar en el proceso de transformación que se produjo nada más llegar donde AMMA, de forma gradual, suave, lenta pero constante, como el agua que brota de un manantial. Así como el movimiento en el Universo es constante, sincronizado, así sucede en nosotros. Y si estamos abiertos a fluir con él, terminamos completamente influidos por las vibraciones y frecuencias de la Inteligencia Creadora Absoluta (Dios) sintiéndonos parte de Él. Y una vez uno se siente PARTE, cesa el conflicto, el Ego se diluye y aparece la liviandad del Ser.









