Miedo al miedo.

No está permitido y no nos permitimos tampoco, sentir y expresar nuestros sentimientos: «niño no llores. No estés triste. No te enfades. No grites. No saltes. Cállate.»

En la garganta y en el corazón queda guardado todo el miedo que reprimimos. Todo lo que no somos capaces de expresar. Por el MIEDO a ser regañados (no ser aceptados, no ser queridos) … en muchos casos nuestro niño interior sigue atrapado en la confusión desde su inocencia.

Todos esos que han caído en la trampa de pretender ser perfectos, sin permitirse sentir ni aceptar sus debilidades e imperfecciones, ni manifestar sus miedos y carencias, sintiéndolos como pecados, están viviendo en un sufrimiento gratuito e inútil.

Nada debe ser impuesto ni auto-impuesto. Nada funciona desde la obligación. El sentido de la responsabilidad es otra cosa, es una semilla que crece desde el ejemplo y nos proporciona paz con nosotros mismos, desde el sentimiento inconfundible de actuar correctamente.

No hay ninguna doctrina, creencia o filosofía que reconforte ni nos mejore siguiéndola a ciegas. La solución a todos los males es la AUTOTRANSFORMACIÖN siendo uno Observador de uno mismo para ir deshaciendo todo lo impuesto y caduco y quedar en esencia quien somos. Esto, que es simple aunque necesita perseverancia y constancia, nos lleva a acrecentar la CONCIENCIA personal para desdoblarla y expandirla hasta adentrarnos en la CONCIENCIA COLECTIVA UNIVERSAL.

Se trata de hacer un cambio dimensional en la forma de percibir y experimentar la vida. Y se puede cuando nos deshacemos del sutil miedo al miedo.

Desde la contemplación

La felicidad se conquista.

La libertad es un derecho.

La responsabilidad una obligación.

La dignidad un requisito humano.

… Cuando conseguimos conocernos a nosotros mismos

nos convertimos en quien estábamos esperando.

Es el momento de tener una relación de amor con la existencia.

Quererse a uno mismo

Para entender y poder poner en práctica lo que significa quererse a uno mismo es mejor fijarse en el contrario: castigarse a uno mismo o la falta de amor hacia sí mismo.

Cuando uno no se quiere, no se valora ni se cree merecedor de ser querido, vive en la infelicidad.

Normalmente estas personas son las víctimas fáciles de maltrato y violencia. Su autoestima es tan baja que los demás, algunos de forma inconsciente por cobardía, se prestan a humillarlos, a burlarse de ellos, a someterlos.

Muchas de estas personas con baja autoestima están cargadas de sentimiento de culpa.

El sentimiento de culpa es como una gran roca encima tuyo que te aplasta y no hay razonamiento que sirva para sacársela de encima. El sentimiento de culpa es un veneno que te han ido inoculando poco a poco los que te repiten una y otra vez «no sirves para nada», «eres un inútil», «por tu culpa soy infeliz, por tu culpa que eres tan torpe» «por tu culpa …».

Es el sentimiento de culpa el principal sentimiento aniquilador y de estancamiento para que una persona se deje de querer por no sentirse merecedora.

Protegerse de la opinión de los demás, tener localizados a los «depredadores» para no caer en sus trampas y mantenerlos lejos, estar atentos y en guardia contra los manipuladores que intentan sabotear nuestra paz interior, es el primer paso. Sabiendo que este tipo de personas siembran un campo de minas con sus comentarios, ahora aprendemos a no ser ingenuas, fortaleciendo nuestra identidad.

Así es como comenzamos a querernos a nosotros mismos. Aceptándonos tal como somos y sabiendo que es posible salir de situaciones que no nos hacen felices. Entendiendo que podemos sanar las heridas de nuestro corazón y pasar página.

Querernos a nosotros mismos significa prestarnos atención, ser amables con nosotros mismos, dedicarnos tiempo y escucha, arreglarnos para sentirnos a gusto con nosotros mismos, escuchar música y bailar, sonreír para nuestro adentro, no sentirnos obligados a complacer a nadie, no sentirnos responsables de las responsabilidades de los demás. Todo eso y más, aunque comiencen a llamarnos egoístas.

Las auto-imposiciones

Las auto-imposiciones en cuanto cubren el cupo de capacidad de aguante del cuerpo físico, mental y emocional, se desbordan, explosionan o en el peor de los casos se pudren dentro creando tumores …

La necesidad, por miedo a no ser querido o aceptado, de querer aparentar quien no se es por una idea engañosa de mostrarse más simpático, más bondadoso, más inteligente, más servicial…

La auto-imposición de ser BUENO que muchos niños «captan» como condición para ser querido y aceptado … y cómo «eso» es entendido creando unas auto-exigencias y obligaciones excesivas, desmesuradas …

Desmontar estas creencias se hace difícil y doloroso. Se hace imprescindible cuestionarnos, hacer una recapitulación, enfrentarnos a nuestra memoria y sanar al niño interior.

El corazón se resiente ante la decepción. Sufre cuando pone sus expectativas en algo fuera de si mismo. Pierde las esperanzas y la ilusión por la vida cuando se da cuenta de que sus ideales y creencias no estaban a la altura en que él las había colocado.

Por todo ello, debemos revisar nuestros pensamientos y creencias; pulimentarlas. Sólo contar con lo que nosotros mismos somos capaces de hacer. Darnos cuenta de que son los convencimientos ficticios, creados desde suposiciones y miedos carenciales los que nos han llevado a una vida de insatisfacción con nosotros mismos. Por lo tanto, se hace necesario una limpieza de los mismos.

Renovarse constantemente nos trae aire fresco, ideas nuevas y nuevas esperanzas. No tener miedo de preguntarnos «¿cuál es mi realidad?» y a partir de ahí reafirmarnos en quien verdaderamente somos.

Darnos permiso de ser nosotros mismos nos liberará de todo sufrimiento y responsabilidad que no nos pertenece.

Ay del Ego…

El Ego -que es tu idea y soporte como individuo- se columpia tan campante cuando le prestas demasiada atención.

Me cuentas lo que haces cuando yo solo deseaba me mostrases tu Ser…

Afirmar tu personalidad no es algo que te haga mejor; estás marcando separación. Sin embargo, no olvides, nos contenemos unos a otros.

No estamos hablando de lo mismo… No nos estamos comunicando en el mismo tono.

Tu hablas y hablas de lo conseguido y yo quería saber quién eres …

Hace falta más cultivo de la Conciencia antes de entregar al más avispado el poder para que nos guíe. ¿Acaso todavía no nos hemos hecho conscientes de que el Maestro y guía está en nuestro interior?

Más nos valdría saciar los anhelos de nuestra Alma y no alimentar los apetitos del Ego… nuestro y de otros …

El Ego inflamado de unos se aprovechan de la baja autoestima de otros. A estos últimos, los miedos les hace indolentes al no confiar en sí mismos. Las personas aprensivas, tímidas y asustadizas son los seguidores obedientes de líderes y maestros desaprensivos.

Tomemos la responsabilidad de nuestra salud, bienestar, plenitud, felicidad… La Fuente de la Sabiduría está en el centro de nuestro corazón espiritual.

¿Quién tiene la culpa?

hombre lagrimas¿Quién tiene la culpa? Otro tiene la culpa. El que yo me sienta desgraciado, infeliz, incomprendido, maltratado, otro tiene la culpa.

Y al mismo tiempo me culpo a mi mismo por no ser valiente y cambiar la situación, por ser inseguro, por mi dependencia… y creo una acusación constante hacia mí mismo y hacia el otro.

¿Quién tiene la culpa cuando no asumo mi responsabilidad? O cuando me sobre-exijo buscando una perfección que nunca consigo.

¿Quién tiene la culpa de mi incapacidad para responsabilizarme de mi vida y de mi felicidad sino yo mismo?.

Cuando el sentimiento de culpa se apodera de uno crea ansiedad y angustia. Y cuando nos deshacemos de la culpa echándosela a otro nos quedamos estancados, bloqueados, mientras no nos atrevamos a ir más allá de nuestras quejas y exigencias.

Muchos no sólo se sienten culpables de sus propios errores sino que también se adjudican las faltas de los demás, al sentirse poco valiosos.

El sentimiento de culpa asfixia la alegría de vivir. Tenemos que aprender a evaluar nuestras posibilidades reales. Aceptarnos. Aceptar al otro tal como es. No hay nada que perdonar, debe haber una amplia comprensión de que todos tenemos derecho a equivocarnos y aprender de los errores.

Protegerse con la Verdad

niño payaso preciosoLa inmadurez es no haber desarrollado la capacidad para pensar. Y esto crea dependencias. El no saber pensar y encarar la vida por ti mismo te deja desarmado sin posibilidades para  enfrentarte a la realidad de tu ser.

Madurar significa crecer y  tomar responsabilidad sobre ti  mismo. Tener confianza en ti mismo te ofrece la valentía de experimentar una y otra vez sin resultar abatido. Da igual el resultado, lo vuelves a intentar.

Muchas personas tienen miedo  a que les puedan dañar las energías negativas de otros; pensar así es algo común hoy en día. Hoy en día todos hemos oído hablar de que  hay muchos entes  malignos que pueden dañarnos. Está habiendo un espacio perfecto para crear miedos ‘pre-fabricados’ en las mentes débiles y vulnerables.

Ante la demanda de protegerse del mal que viene de afuera,  ha nacido  un buen mercado para  todo un  mundo   inmaduro que emerge lleno de supersticiones y conflictos fantasmas.

A veces estos miedos se vuelven obsesivos y los psicólogos y psiquiatras más que nunca están atendiendo un gran número de fobias entre todo tipo de personas de todas las edades. Lamentablemente, con fármacos químicos, los efectos son dañinos y se hacen crónicos.

En las sociedades modernas, la mayoría de niños y adolescentes tienen problemas por falta de orientación, concentración y educación, a todos los niveles que precisa el ser humano;  responsabilidad hacia su cuerpo físico, cómo desarrollar su capacidad mental y emocional y cómo crecer espiritualmente.

La mejor y mayor protección que uno puede obtener sobre las ‘energías negativas’ de los demás,  es vivir según nos dicte  nuestra propia Conciencia. Ella nos ayudará a seguir el Camino de la Verdad. Escuchar y reconocer la Verdad es la mayor protección.

El despertar de la Conciencia

meditacion amarillaTenemos miedo a poner los pies en el suelo, a  llamar las cosas por su nombre, a enfrentarnos a nosotros mismos y  aceptar quien somos.

Darnos cuenta de ello,  sería el «despertar» de la Conciencia. Elegir hacer un cambio en nosotros es la apertura hacia la transformación como seres humanos y divinos que somos.

Se trata de responsabilizarnos de nuestros pensamientos y actos. Responsabilizarnos de nuestra felicidad y ser los garantes de nuestra salud.

¿Y cómo es que aparece el miedo y bloquea esa posibilidad de abrir los ojos y ver la Realidad?

El miedo -que es ilusión-   crece en nuestra Mente y mantiene vivo lo falso de la imagen que tenemos de nosotros mismos, es el que disfraza el dolor y alimenta el sufrimiento, desde la justificación del Ego.

La Conciencia es la Verdad y es la Realidad. La Conciencia es nuestra Esencia inmortal; una gota de agua del Océano Divino.

Elegir la paz, la coherencia y el Amor en nuestra vida,  nos lleva progresivamente a expandir nuestra Conciencia. 

 

Esperando llegue la felicidad

hombre dentro de esferaDel exterior llegan los estímulos y la información pero lo que produce el desarrollo de mis facultades será lo que yo decida hacer con todo lo circunstancial que rodea y se cruza mi vida. Toda mi capacidad de evolucionar y  descubrir en mí los valores humanos surgen de mi ser esencial; mi identidad profunda original. En la medida en que yo esté conectado con mi Ser mis acciones serán auténticas y genuinas.

Si estoy viviendo desde una base de pensamientos erróneos y sin perspectiva amplia, todas mis acciones, todas mis valoraciones, tendrán básicamente ese carácter erróneo y estrecho; mi interpretación estará distorcionada desde el principio. Entonces, siempre me vendrá de vuelta todas las energías erróneas que yo lancé y estaré actuando en un círculo de miserias interminable.  Sólo podré recuperar la objetividad cuando mi percepción -sobre mi mismo- sea clara y real… cuando decida salir de ese círculo de patrones erróneos y entrar en una espiral sin fin donde pueda fluir sin límite y en libertad.

Lo malo es cuando desde la pobre idea que tengo de mi mismo y desde mi inseguridad y miedos dejo  la responsabilidad de resolver mi vida a la «suerte externa«… sin embargo, de lo primero que tenemos que convencernos es que desde el exterior no vendrá la comprensión ni la solución de nuestro problema si primero no nos responsabilizamos de nosotros mismos y comenzamos por tomar decisiones de qué queremos hacer con nuestra vida.

Ni siquiera la Felicidad llega de fuera … Debemos construirla. Desde dentro, desde la satisfacción de ser quien somos, independientemente de las circunstancias de la vida. La felicidad es un estado de contentamiento al sentirnos alineados y parte de la Naturaleza. El estado de felicidad surge de la aceptación.

Ni siquiera la Salud nos es regalada… Debemos construirla y mantenerla. Todos los días. Cuidando nuestra alimentación, sueño, descanso, bienestar, estabilidad emocional; esa es la Salud.

Ni siquiera los valores como la Paciencia y la Compasión vienen del exterior… Debemos abrir nuestra mente y nuestro  corazón hacia el despertar de la Conciencia para que esa comprensión nos llene de Luz y Amor.

El corazón sabe cuando es el momento para esperar y cuándo debe pasar a la acción. Sólo tenemos que aprender a escucharle, estando atentos y confiados de que, cuando es el momento oportuno, ocurre lo que tiene que ocurrir.

 

La Salud dándole alas al espíritu

jesussanando

Tenemos todas las posibilidades y oportunidades pero nos quedamos en la superficie de solo alimentar la curiosidad de la mente … vivir desde la información y no desde la vivencia.

Seguimos decididos en mantenernos en la ignorancia; no queremos ver ni oír la Verdad; la mente y el ego nos dominan.

Seguimos resistiéndonos a vivir desde el corazón para darle alas a nuestro espíritu.

Jesús nos enseñó que era posible la auto-sanación pero hemos decidido dejarnos arrastrar por el dolor y el sufrimiento, dejando en manos de otros nuestra responsabilidad de dirigir nuestra vida amándonos a nosotros mismos. 

La ENFERMEDAD puede manifestarse de miles de formas pero es sólo una: la falta de amor, el conflicto entre la mente y el corazón.

La falta de amor seca el cuerpo de sus fluidos vitales, … desencadenándose en forma de cascada toda una serie de desajustes y bloqueos internos. La auto-sanación comienza en el momento en que uno toma las riendas de su vida y se hace autosuficiente emocionalmente.

La Salud comienza por nuestra estabilidad emocional y armonía entre cuerpo-mente-espíritu.