Conciencia

ser-lucesComencemos por saber que  no somos lo que hacemos sino lo que sentimos ser desde nuestro Ser. Y para poder percibir a nuestro Ser, debemos EXPANDIR nuestra Conciencia que hasta ahora está encasillada y maniatada entre conceptos y creencias (de otros).

La Conciencia es LUZ y por ello, cada vez que, nuestra intuición, nos hace llegar un pensamiento puro (sin pasar por el tamiz de la mente inferior),  el sentimiento que tenemos es de expansión. Estas Luz ilumina un espacio nuevo en nosotros, que no nos percatábamos que ya existía.

Nuevos sentimientos creando nuevos pensamientos y viceversa. Nuevas maneras de pensar creadas desde un nivel de Conciencia superior. Los resultados de nuestras decisiones no dependen solo de nuestra claridad mental sino además de nuestra Conciencia, que es la percepción de lo que es correcto.

Nuestra Conciencia nos ayudará a estar en PRESENCIA de nuestro Ser y de la Divinidad en nosotros. Para ello tenemos que entrar en el Silencio y en el Vacío en nosotros desde la quietud mental.

Todo esto -este despertar de la Conciencia- es un proceso largo y lento, es un Camino sin atajos. Requiere de anhelo por evolucionar, por crecer, por Saber, por encontrarse con uno mismo. Es el Camino hacia la Paz interior, hacia la plenitud.  Vivenciar por fin la Dicha y el Gozo de sentir la Presencia de la divinidad en uno.

 

Quietud Mental

  HACER desde la mente supone esfuerzo. Inclusive las personas bondadosas y serviciales que ayudan a los demás, si lo hacen  desde la mente, se debilitan energéticamente… de forma inconsciente se sienten obligadas y se imponen una conducta amable más allá de sus «posibilidades o deseos» reales.

Por el contrario, dejar la mente a un lado  es fluir con las energías amorosas del corazón.

Conseguir la quietud mental te lleva por inercia a  entregarte desinteresadamente al verdadero Amor porque ya no existe ninguna fuerza externa que te incite a hacer… que te empuje a reaccionar, que te haga sentir obligado a ejercer cualquier patrón establecido…

Todo lo que suponga un sobre-esfuerzo se está haciendo desde la mente… por eso nos cuesta tanto meditar a los occidentales… desde la mente queremos acallar la mente, desde la mente queremos romper patrones y hábitos creados por la mente… desde la mente pretendemos que nuestro corazón se sienta en paz, perdone, sane sus heridas… desde la mente…

El Dar desde el corazón,  hace que te vuelva multiplicado esa poderosa energía vital superior que nos hace sentir bien con nosotros mismos. Entonces todo se hace fácil y el estado de serenidad y alegría se irradia al exterior; esta es la quietud mental… al despejarte de lo inútil, al liberar la mente de miedos, tensiones, preocupaciones… esa liberación de todo lo irreal e ilusorio por tí mismo creado, te lleva a la quietud pacífica y amorosa de tí mismo.

Cuando el pulso del corazón late sincronizado con el pulso del Universo, conseguimos la quietud mental.
Siempre que puedas ve donde la Naturaleza y siéntela, sintoniza con ella, eso te ayudará en principio.
Siéntete parte del Todo y déjate fluir.

Viaje a la India espiritual

La experiencia en la India este verano ha sido muy intensa; mucho por asimilar; no daba tiempo a incorporar tanta vivencia … todo se sucedía a una velocidad tremenda; los sentidos sobre-estimulados, las emociones… en fin, por las noches Swami nos reunía para «regular» nuestras energías…

Estuvimos en ciudades espirituales y de peregrinaje como Benarés (Varanasi) y realmente uno puede beneficiarse de la energía de quietud y paz que allí hay. Al principio no entiendes, no te percatas de tu propia transformación, por qué estás relajado y la mente más quieta hasta que tomas conciencia que es un estado generalizado muy agradable y que imagino hace a esta gente la vida más fácil, más llevadera porque paralelamente a ésto pues está la pobreza, las dificultades materiales, etc. Pero ellos parecen compaginarlo bien. Viven la mayoría desde el corazón y eso da una dimensión de la vida muy distinta… las prioridades, los propósitos, los valores,  todo tiene una profundidad que en occidente se ignora o sencillamente ni siquiera tenemos en cuenta, lo despreciamos pues nuestras miras son materiales …

Estuvimos en el Ashram de Ramana Maharishi que me encantó.  Allí estuvimos 3 ó 4 dias e igualmente las vivencias eran -principalmente- de quietud mental (como algo novedoso y sorprendente).

Y finalmente Swami nos llevó al Ashram de Barfani Dada Ji, el santo de 250 años. Dicen que desde 1930 él mantiene esta imagen actual de aparentar máximo unos 85 años. Allí mismo había una viejecita que es testigo de conocerle tal cual está hoy desde que ella era muy niña. … estas cosas están fuera de toda lógica y Razón. Sus Poderes son todos. No nos habló y si nos miró fue de reojo no miradas directas. Se le veía con mucha Fuerza. Siento hemos sido muy afortunados de que nos recibiese (estuvimos yendo durante 3 días a su ashram, sentándonos cerca de él, en silencio)…

… siento que sólo desde la meditación se puede conseguir el mantener ese estado de quietud mental tan maravilloso. Es difícil para nosotros pero no imposible; un reto que yo quiero lograr. Me siento muy afortunada y guiada. No hay palabras que expliquen esa sensación de gozo y paz, hay que experimentarlo. Uno no puede imaginar lo que no ha vivenciado. Sólo la ignorancia hace rechazar de antemano lo que no se conoce. Yo os animo a experimentar la quietud mental.

Porque  TODOS tenemos esa capacidad; en la medida que logramos salir un poquito más de la mente y vamos al corazón, más percibimos esa ayuda y guía. Todos tenemos ángeles a nuestro alrededor, seres de Luz, arcángeles, maestros ascendidos… si les llamamos, si pedimos ayuda, si permitimos ser ayudados, si reconocemos que solos no podemos… entonces ellos están ahí.

Cuando se entra en el Silencio interior sentimos a nuestro Ser que es Paz y es Amor.