
El atributo de Maga lo tiene quien no se exige a si misma perfección sino aceptación, lucidez y disposición a hacer cambios.
La Maga ha aceptado a ser el recipiente alquímico de la vida para que se haga en ella la voluntad del Creador Supremo y del Universo.
Se arriesga. Sabe que tiene la fuerza para enfrentar cualquier desafío. Ha asimilado la información, ha incorporado en sí la Luz en forma de fuerza creadora. Su acción está en manifestar y compartir. Su movimiento es suave; ha venido como Facilitadora.
La Maga conoce el Amor que abarca toda forma de energía. Para ella, todo tiene Conciencia y honra la misión de vida, sabiendo de que pertenece a la Madre Tierra y está al servicio de la voluntad de la Madre Divina..
La Maga siente somos energía. No toma decisiones basadas en opiniones. Sabe del poder de la Intuición, de las energías superiores que nos inspiran y nos guían, en las que podemos dejarnos fluir.
Ser Maga o Mago, entraña determinación y amor por uno mismo y la necesidad de libertad del Ser esencial.
Me he visto en el campo astral como la Maga. Me he reconocido en ella y mi corazón ha palpitado emocionado. Este reconocimiento requiere de responsabilidad, compromiso y entrega.








No tengo deudas ni televisor.
Debo vivir contenida para que las energías de este mundo no me arrollen y me lancen hacia el pesimismo y la desmotivación. Debo vivir atenta a no dejarme arrastrar o embaucar por las energías negativas y quienes se valen de ellas. En esa firmeza, con esta intención, en esa acción, en ese no-hacer, para que la Voluntad Divina actúe en mí, para ser canal a Su servicio.