Llevar energía al Centro Ombligo

Para procesar pequeños conflictos que no sabemos resolver, podemos acostarnos bocarriba, poner el dedo pulgar de la mano derecha en el ombligo y la mano izquierda encima, para relajar esta zona tan importante del cuerpo, haciendo unas respiraciones conscientes; respirando desde este Centro lentamente.

Sencillamente, cuando estamos nerviosos o preocupados, la energía vital se tensa en este punto del cuerpo y las emociones quedan bloqueadas. Y aparece el cansancio.

RELAJEMOS LA MENTE.- Cualquier asunto que uno esté reprimiendo, desde la duda y la desconfianza, con este ejercicio repetido tres veces tres, se conseguirá desbloquearlo y aparecerá la solución por sí misma.

Cuando tenemos poca energía, nos impacientamos rápidamente, esto es una indicación del cuerpo de que paremos y hagamos varias respiraciones conscientes (inhalar contando hasta 6. Retener 3. Soltar lentamente contando hasta 9. Quedar en vacío contando hasta 3 y volver a empezar). En el momento en que sueltas el aire, pon la intención de soltar el cansancio, los nervios, las preocupaciones, la ansiedad… Funciona. La Mente debe estar a nuestro servicio. «Yo no soy mi mente«.

Lleva las manos sobre el CENTRO OMBLIGO, hasta lograr una perfecta relajación. Cuando sientas que está relajado, sentirás que es capaz de mover gran cantidad de energía al sistema nervioso. Es una manera más de elevar nuestro nivel de Conciencia.

Si la CONCIENCIA la sentimos densa, pesada, es que nuestra Mente está rígida. Es como repetir lo mismo una y otra vez, esperando un resultado diferente. Pero somos incapaces de darnos cuenta de ello.

Es desde la Conciencia refinada como se pueden resolver los problemas sin mayor esfuerzo.

Practica. Crea nuevos hábitos. Así fortaleces tu autoestima.

Ejercicio contra el estrés

mujer tercer ojo 3Acostarte en el sofá para ver la tele no es descansar. Los beneficios de un buen descanso está cuando le dedicas tiempo conscientemente a tu cuerpo para salir de las tensiones y el estrés.

Para ello túmbate en el suelo con las rodillas flexionadas, la planta de los pies tocando el suelo. Los brazos a lo largo del cuerpo con las palmas hacia arriba.
Cierra los ojos, Destensa los músculos de la mandíbula y de los hombros.

Ahora, permítete descansar en profundidad. Sé observador/a de tu cuerpo físico. Respira poniendo la atención en las fosas nasales.

Lleva tu atención a la columna vertebral y permite que se des-comprima .

Lleva tu atención a tu cerebro y permite liberarte de la constante charla mental. Presta atención plena a la respiración durante varios minutos para que la mente se aquiete.

Estira las piernas y permite devolver sus músculos a su longitud de descanso.

Lleva la atención al cuello y a la nuca y permite que se liberen de tensiones.

Permite que tu espalda descanse en el piso y deshazte de la carga acumulada.

Permite que tus brazos descansen.

Observa tu respiración, suave, profunda y lenta al exhalar.

Tómate de diez a quince minutos en relajar todo tu cuerpo físico y mental.

Lleva tus cinco sentidos a tu interior. Ve al centro de tu corazón. Siente paz.

Sonríe.

Ejercicio «Conciencia del Yo Soy»

meditacion 7Centro todas mis energías y soy  simple Observador de mi mismo; me permito ser capaz de ver la parte de mi mente que controla y tiene maniatado a mi ser original; quien realmente soy.  Sin expectativas, persevero en mi deseo de conocerme a mi mismo y alcanzar la paz interior.

Me sitúo como Observador de mi mismo. Sin juzgar, solamente testigo del personaje que hay en mi.  Esto me  ayuda a cultivar la Conciencia del Yo Soy. Empiezo a vislumbrar, descubrir y diferenciar al yo-mental, al yo-emocional y a mi YO superior, que intuyo e identifico como mi ser esencial …

La práctica de la meditación o simplemente sentarme en quietud y silencio, me  ayudará poco a poco, a poder distinguir cada vez más de dónde surgen mis pensamientos y emociones;  dónde están localizados mis miedos y cómo me hacen reaccionar. Cómo me están condicionando a no poder realizar lo que en el fondo quisiera conseguir… y pospongo una y otra vez.

Comienzo a darme cuenta de que soy manipulador y soy manipulado. Que soy verdugo de mi mismo a la vez que víctima.  Que mi actitud ante la vida y los demás responde a una mente débil; insegura. Comienzo a reconocer las trampas que me tiende mi propia mente a través de los miedos para paralizarme y tenerme maniatado a su antojo y cómo crea justificaciones para tranquilizar mi  débil conciencia.

Para acabar con estos malsanos patrones de conducta, que bloquean nuestra energía vital y  naturaleza, podemos comenzar por hacer una sencilla práctica:

Dediquemos cada día un tiempo a nosotros mismos. Conscientes de la necesidad e importancia de conocernos y reconstruirnos. Con los ojos cerrados y en una posición cómoda y relajada. Respiramos lentamente con atención en las fosas nasales siete veces para centrar todas nuestras energías dispersas..  Llevamos nuestros cinco sentidos al interior y desde el entrecejo,  trazamos una linea imaginaria de color azul eléctrico por toda la columna vertebral hasta el coxis.

Me visualizo desde el chakra del entrecejo. Fuera de la mente; Soy Observador de mi cuerpo físico; mi yo físico. Soy Observador de mi yo que siente. Soy Observador de mi  yo pensante. Soy Observador y me acepto … y desde mi respiración consciente controlo y centro todas las partes de mi ser. Desde la respiración consciente hago que mi mente se vaya aquietando y pase a un segundo plano. Es desde mi sexto chakra -mi sexto sentido que es la Intuición- desde donde puedo trascender el yo-inferior mental y emocional y situarme en el Plano de la «Conciencia del Yo Soy«.

Desde la profundidad de mi Ser -mi esencia- me observo y me acepto. Confío en mi proceso de vida. Soy energía.  Me observo  más allá de mis ojos físicos, percibo dentro de mi un universo perfecto; la energía del Amor Puro universal.

Desde la Conciencia del Yo Soy,  creo mi estado de ánimo. Confío. Fluyo.