Qué atraemos a nuestra vida?

hombre sincronicidadExiste el Mundo de lo Invisible. Muchos místicos y hombres con gran poder mental  -utilizando el sexto sentido- se han adentrado en esa elevada dimensión. Han podido visionar el más allá de este plano físico en el que vivimos y hacer realidad sus sueños.

A través de ejercicios de visualización creativa nos adentramos  en ese campo de posibilidades futuras … e igualmente uno puede trasladarse al pasado para sanar situaciones traumáticas. Pero primero uno tiene que hacer en sí mismo un trabajo de «re-programación»; salir de la mente lineal.

Existe ese  Poder que está más allá de la Lógica. Simplemente hay que conectar con esas energías superiores desde el SENTIR; situándose en el corazón.

Cuando pedimos algo a través de la oración también tenemos que visualizarlo y SENTIRLO como algo  ya realizado (concedido). Para atraer lo que deseamos  también hace falta la CONFIANZA ABSOLUTA … por eso no se hace fácil el conseguir lo que pedimos y pronto desistimos. Somos demasiado impacientes.

No todo el mundo tiene acceso a la Ley de Atracción a pesar de ser algo tan sencillo porque la inmensa mayoría de los humanos viven desde la desconfianza, la duda y la inseguridad en  sí mismos.

En este apartado de cosas que ocurren «milagrosamente» o «mágicamente» en el que el Universo nos concede lo que pedimos no nos ponemos a indagar el cómo, sencillamente creamos un compromiso con nosotros mismos y creamos una confianza absoluta, abriéndonos a que las cosas sucedan … Fluimos, siempre que conectemos desde el agradecimiento y la aceptación …

 

 

 

Relajación guiada

meditacion4Aquello que soñamos ser,  ya lo somos en otra dimensión de nuestro ser. Así que relájate y déjate sorprender.

Nuestro Yo Superior es ese que nuestro yo-mental anhela ser. Nuestro Yo Superior es el ser realizado en nosotros. Y está ahí, esperando conectes con él.

Deja la mente a un lado, lo importante es EXPERIMENTARLO. Una vez conectamos con nuestro ser, todo se hace más fácil… se desdibuja  poco a poco  el personaje y termina desapareciendo para encontrarnos con nuestro ser esencial.

Sólo tenemos que quererlo, tenemos que permitirnos esa apertura desde el corazón. Nos sentamos cómodamente con la espalda y cabeza recta, en un lugar donde nadie nos pueda interrumpir. Respiramos conscientemente prestando atención a las fosas nasales. Cerramos los ojos y relajamos todos los músculos del cuerpo físico. Llevamos nuestra atención al interior y abrimos nuestros sentidos internos para percibir con toda claridad y dejarnos fluir; somos energía.

Respiramos de manera rítmica; inhalamos despacio contando hasta tres, retenemos el aire unos segundos, exhalamos lentamente contando hasta 6. Nos quedamos en el vacío un minuto con la atención en el Centro Ombligo -Hara-. Comenzando desde la cabeza, cada vez que exhalamos sacamos fuera las tensiones; del cuero cabelludo, la frente, los ojos, así vamos bajando hacia los músculos de la mandíbula y bajando hasta la punta de los dedos de los pies.

En cada respiración, suavemente, llenamos nuestros pulmones con oxígeno y convertimos en prana parte de él, para ser llevado a reactivar las células de todo nuestro cuerpo … suavemente, vamos entrando en una relajación muy placentera; entramos en contacto con nuestro Ser esencial.

No debe haber expectativas. La mente ha quedado en un segundo plano. Se ha ido aquietando.  La quietud y el silencio, en el momento en que quedamos en vacío entre una respiración y otra, es el instante de mayor fusión y vibración. Este instante de silencio y quietud lleva concentrado en sí  el TODO; todo el sentir, todo el saber, … toda la magnitud del Ser.

No hay mayor Realidad que ésta, cuando te sabes parte del Uno.

La salida es hacia adentro.

hombre paso por estrechoLos momentos de crisis nos obligan a recapitular, reflexionar, re equilibrar  nuestra postura y percepción de nosotros mismos  y  de la situación en la que nos encontramos …

En estos momentos se nos hace obligatorio ir HACIA ADENTRO. No hay otra salida real.

Vivimos de cara al exterior cuando estamos deseando, quejándonos, juzgando. Vivimos desde la mente inferior mientras nos justificamos, y somos incapaces de romper con los patrones mentales del pasado.

Vivimos atrapados en el exterior mientras los miedos y la frustración nos condicionen y limiten.

La huida es siempre hacia el exterior; distraer la mente con placeres efímeros  e instantáneos por no querer enfrentarnos a  nuestra realidad. Por no confiar en nuestras capacidades y potencial.

Ir hacia adentro es asumir el reto de observar la farsa de nuestra mente y ego. Es reconciliarnos con nosotros mismos; aceptar nuestras miserias, perdonarnos,  y  seguir el camino.

Ir hacia adentro es finalmente conectar con nuestro ser original y actuar desde el corazón. Desde el contentamiento que brinda el conocimiento intuitivo.