Cuando el corazón está ausente

El corazón está ausente cuando hacemos las cosas mecánicamente, de forma inconsciente, sin poner los cinco sentidos y el Alma en ello.

Prácticamente es así como funcionamos en nuestro día a día. Actuamos sin prever las consecuencias de nuestras decisiones. Y después vienen las sorpresas; nuevos conflictos, arrepentimientos y sentimientos de culpa.

Demasiada prisa en nuestras vidas; estrés, ansiedad, miedos innecesarios, preocupaciones irrelevantes … ¿Qué es lo que estamos persiguiendo? ¿Detrás de qué vamos?

¡¡Prioricemos!! Primero nuestra salud física, mental y emocional, que se traduce en felicidad y paz interior.

Es preciso conectar el corazón con la actividad que estemos realizando, con lo que estemos diciendo o planeando. Además ésto nos servirá para ir desarrollando la Mente en su totalidad. Y aprenderemos a tener una mente concentrada en lo que hacemos. ¡Respiración consciente!

Prestarnos atención. Será bueno crear una nueva Conciencia haciéndonos conscientes de cómo actúa y reacciona nuestro cuerpo físico, nuestra mente, nuestro corazón … practicando cada día el ser Observadores de nosotros mismos,, escucharnos de forma imparcial; sin juzgarnos o castigarnos, sólo con la idea de ir corrigiendo y mejorando nuestros patrones de actuación y nuestro carácter.

Con el corazón espiritual, -situado el centro de nuestro pecho (chakra corazón)- abierto y limpio de toda distorsión, irá creando armonía emocional permanente.

Y desde esta base; equilibrio emocional en nuestro corazón y mente, gracias al poder clarificador de nuestra Conciencia, es como podemos vivir la vida de forma plena, honrando nuestras responsabilidades y con confianza absoluta en nuestros recursos ilimitados, cuando estamos conectados con la Conciencia Suprema.

EL CHAKRA DEL CORAZÓN

meditacion ante el solSi queremos mejorar nuestra salud emocional; quitarnos la ansiedad, el estrés, aprender a controlar la mente, la  impulsividad y las reacciones de las que luego nos arrepentimos, podemos hacer un sencillo ejercicio que, convirtiéndolo en hábito terminará por mejorar nuestra calidad de vida y salud.

Cada día llevamos por unos minutos las manos al chakra del corazón, en el centro del pecho. Hacemos de tres a cinco respiraciones lentas y profundas,  -conscientes de nuestra respiración- con los ojos cerrados y la atención en el corazón espiritual.

Cada vez que inhalamos entra en nosotros aire fresco reconfortante, retenemos unos segundos, y al exhalar sacamos fuera las tensiones, las preocupaciones, el nerviosismo… 

Llevamos nuestros cinco sentidos a nuestro interior y podemos sentir que así es -por el poder de nuestra intención- inhalamos paz y frescor y exhalamos las tensiones…

Experimentamos directamente la energía del Amor Incondicional como se expande en el chakra del corazón… Nos proporciona paz y bendiciones.

Tomamos consciencia de que en el chakra del corazón está contenida la esencia de nuestra naturaleza, de nuestro ser original.

Damos las gracias.

 

Nos quedamos en silencio y quietud por unos minutos, en estado de meditación.