Evitando la vida

No recuerdas cuándo te negaste a volver a sentir y emocionarte.

Cuándo fue que cerraste tus sentimientos en el lugar más recóndito de tu corazón.

Has perdido la noción del tiempo de cuándo fue que te alejaste de la música, del canto y la risa.

Te preguntas ahora porqué te impusiste ese castigo tan penoso de secar el corazón. De negarte cualquier aspiración legítima, cualquier merecimiento a ser feliz.

Decidiste claudicar, eligiendo el camino árido del retraimiento

A estas alturas ya no te importa dónde te equivocaste, lo sabes de igual manera; el amor nunca fue correspondido como esperabas y tu misma tampoco supiste amar.

Sólo se me ocurre decirte una cosa: No pongas demasiadas condiciones y exigencias a la vida, ni a ti mism@, ni a los demás. Prueba a sonreír nuevamente, desde las cosas pequeñas… y eso aliviará tu corazón de tanto pesar.

Borremos la palabra CASTIGO

Se supone que el castigo serviría para escarmentar y corregir con rigor el mal comportamiento. Inclusive el auto-castigo que nos infligimos es debido a que, en algunos aspectos, tenemos una mala opinión de nosotros mismos y creemos que nos lo merecemos.

Vamos a borrar esa palabra de nuestra mente porque el castigo, está ya comprobado, no sirve nada más que para crear odio, rebeldía, sufrimiento, …

Por el contrario, vamos a sustituirlo por pensamientos de OPORTUNIDAD para el APRENDIZAJE.

Así que por un lado, cuando alguien nos hace algo malo y deseamos castigarle con nuestra indiferencia o nuestro odio y venganza. En su lugar, vamos a observar todo el asunto de la forma más imparcial que podamos y vamos a preguntarnos: ¿QUÉ APRENDIZAJE HAY PARA MI EN ESTE ASUNTO?

Y vamos a envolver a esa persona y la cuestión en una aureola rosada de amor incondicional para que la compasión desborde en nuestro corazón y ahogue cualquier otro sentimiento.

Comencemos a hacer limpieza emocional en nuestro entorno familiar.

Si no creemos en las casualidades, todo lo que nos ocurre tiene una razón de ser. Si es algo bueno, enseguida lo atribuimos a que es la recompensa porque estamos haciendo las cosas muy bien. Y si es algo que nos contraría y nos hace sufrir, pensamos que se trata de un castigo que no merecemos…

Todo es más sencillo y tiene un beneficio si nuestra actitud, no es la de buscar un culpable para castigarlo sino buscar dentro de nosotros QUÉ APRENDIZAJE HAY PARA MI EN ESTE ASUNTO…

Comenzaremos a sentirnos mucho mejor con nosotros mismos. Ganaremos en paz interior.

La Rabia

mujer-angel-rojosExiste  una rabia penetrante, muy sutil y  corrosiva contra nosotros mismos. Quizás porque nos hemos sentido injustamente tratados y al no haber sabido defendernos -el haber callado- nos hace sentir cobardes y rabiosos.

Reconozcamos que existe en nosotros una rabia dirigida contra nosotros mismos. Y ocurre cuando nos decepcionamos de nuestra actuación que consideramos no ha estado a la altura de nuestras expectativas. «¡Debía de haber …!»

Cuando nuestro YO ha idealizado algo por lo que luego se siente defraudado entonces nace la rabia.  Una esperanza volátil se esfuma  y nos deja en el aire con un sentimiento de fraude y frustración. Le echamos la culpa a otros o a la mala fortuna y en el fondo nos hierve la sangre. Nuestro cerebro comienza a idear razones; porque no hemos estado a la altura, porque hemos sido torpes, porque hemos sido cobardes, poco avispados, …  y nos castigamos sin piedad, no queriendo volver a intentarlo, no queriendo saber nada de más de retos … no queriendo ilusionarnos más … nos desvalorizamos …. otra vez …

Proyectamos nuestros miedos y nuestra rabia en otros. Porque la rabia que no se canaliza correctamente,  engendra violencia, y nos desahogamos enfadándonos  con los demás, con alguien más débil.

La rabia.si no sabemos digerir las emociones o canalizarlas adecuadamente,  nos sale como llamaradas de fuego por los ojos o como bocanadas de fuego por la boca.  Y si la reprimimos nos quema por dentro creando ardores de estómago, tumores, infecciones, inflamaciones …

Si soltamos la rabia de forma abrupta y de forma visceral, estamos creando un carácter irascible y violento, creando conflictos continuamente inclusive con las personas que más queremos, no sabiendo cómo evitarlo.

¿Qué hacer para transformar la rabia?

Primero, recuperar la soberanía de nuestro Ser.  Yo Soy quien soy y me acepto. Y a partir de ahí hago reformas.

Contemplar la RABIA y no apartar la mirada. ¿Qué la crea? ¿En qué momento de mi vida comencé a sentirme mal conmigo mismo? ¿Cuándo, cómo y qué me hizo ceder y dejar de lado mis ideales?

La vida está en continuo movimiento. Cada obstáculo tiene el aliciente de un nuevo desafío para seguir creciendo. No nos quedemos atorados en la rabia, el despecho o el resentimiento.

Tres claves para comenzar una nueva etapa:

  1. Dejar de FINGIR.
  2. RECUPERAR la fuerza y la pasión de SER.
  3. RECONQUISTAR la alegría de SER.

 

 

 

 

 

Ejercicio para renacer.

ser y universo¿ Qué se puede hacer cuando el pasado dirige nuestra vida, anulando el presente y condicionando el futuro?

Nada puede cambiar el pasado. Por mucho sentimiento de culpa que tengas, por mucho que te auto-castigues y llores o te quejes.

Aunque cargues con él de forma sacrificada y con actitud de víctima, nada lo hará cambiar. Aunque lo justifiques o reniegues de él.

Y si algo hiciste mal pero tu arrepentimiento no te ha dado paz, aún pidiendo perdón mil veces, ahí estará como una losa, marcando tu vida.

Pero, en el momento en que te hagas consciente del absurdo que supone mantener con vida lo que ya no es y experimentes por ti mismo  que sólo dejándolo morir -enterrándolo- habrá terminado, entonces es cuando  te situarás en tu Presente, y desde tu Conciencia despierta, te liberarás y te harás dueño del momento y comenzarás a vivir plenamente. A esta vivencia se llama  RENACER .

Puedes comenzar de cero  creando esta transformación en ti:

Lleva toda tu atención al Centro de tu corazón espiritual -en el centro del pecho- donde se asienta tu Alma,  donde está el templo sagrado de tu Espíritu; tu ser esencial.

Utiliza tu Tercer Ojo para visionar. Ve hacia adentro, hacia tu universo interior intemporal.

Transforma tu identidad desde «lo que yo tengo» a «lo que yo soy». 

Respira hondo desde tu corazón y di «Yo Soy Amor». «Que todas las energías -pensamientos y sentimientos-  que pertenecen al pasado sean liberadas, ahora».

Suelta tu pasado. Plántate  en tu presente. Conecta con tu Ser y permite que discurra ante ti el campo inmenso de posibilidades que representa tu presente y tu por venir. Focalízate en todas las cosas buenas que hay en ti, tus capacidades y todo tu potencial.

Agradece.