En mi campo astral

«El movimiento implica peligro. Pero el movimiento oportuno nos libera»

Aprendí la técnica de adentrarme en mi campo astral haciendo un curso de Terapia Regresiva. Durante un año y medio hice el ejercicio de bajar a mi jardín interior para encontrarme con mi maestro. Por entonces estaba viviendo un momento crucial de mi vida; de cambio radical, y me sirvió para liberarme de miedos, patrones y creencias que me estaban asfixiando.

Sentada relajadamente, con los ojos cerrados y después de hacer unos minutos de respiración consciente aprendí a adentrarme en mi campo astral donde me era ya fácil entrar en otra dimensión de mi Ser. Os dejo un escrito de entonces.

«Sólo entrar en el Jardín, he decidido arrancar todo el seto de la izquierda y sin gran esfuerzo y sin ayuda lo he quitado, quedando a la vista toda la ladera de una montaña escarpada. He ido sembrando flores y arreglando las piedras con gran rapidez, dejándolo muy bonito. Bajaba mucha agua que también canalicé, formando una pequeña cascada.

Arriba de la colina estaba esperándome mi Maestro, debajo de un único almendro que crecía allí caprichosamente. Estábamos sentados mirando hacia abajo y realmente estábamos altísimos y de pronto me dijo algo así como “¿quieres volar? Podemos hacerlo” y sin esperar respuesta nos lanzamos al espacio y, de verdad, éramos como dos águilas planeando, dejándonos llevar por la corriente de aire. Fue maravilloso. Sensación plena de libertad. Pero sobre todo, ver desde allá arriba mi Jardín, me gustó mucho».

                                                           * * *

«Ya por la tarde me siento nerviosa así que he bajado a mi Jardín. Mi Maestro llevaba un “fular” verde y también un turbante de ese color. Hoy hemos ido, por primera vez, hacia el prado lleno de florecillas amarillas y lilas. Hemos caminado por un senderillo y nos hemos sentado bajo un enorme castaño.

Yo me he echado a llorar y me he secado las lágrimas con su fular. Le he dicho que tengo miedo y me he quejado un poco de que, siempre tengo que estar viajando y también mi preocupación por el amor y de que no quiero estar sola.

 Él me ha dicho cariñosamente algunas cosas como que siempre me estoy quejando y lamentando. Me ha acariciado y restaurado mi aura que está herida por el desamor pero en un momento dado y sin previo aviso los dos hemos salido disparados como flechas hacia arriba, muy alto en el cielo. Estando allí me ha dicho “desde aquí las cosas y el amor también- se ven de diferente manera ¿verdad?”

                                                                      

.