Ejercicio para relajar el Miedo

Todos tenemos algún miedo en nuestro subconsciente que en un momento determinado nos juega una mala pasada y bloquea algún deseo por realizar o nos pone trabas a la hora de tomar una decisión.

Párate y dale forma a ese Miedo. Materialízalo. Hazlo visible y háblale.

Ahora obsérvalo como algo separado de ti. Observa y sé testigo que es algo ajeno a ti… ¿cómo se coló en tu vida? ¿A qué ha venido? ¿Qué quiere de ti? ¿Qué pretende?

¿Le invitaste o le diste permiso para que se instalase en tu «casa»?

Relájate para poder escucharle. Haz unas cuantas respiraciones conscientes y rítmicas. Ponte cómodo, cierra los ojos y ve hacia dentro, Pon la atención en el centro de tu corazón.

Para empezar, sé menos severo contigo mismo. Relaja tu cuerpo físico pero también tu mente. Afloja. Destensa al soltar el aire en cada respiración. Deshazte de ideas y pensamientos rígidos. Vacíate …

Vuelve a respirar conscientemente, profunda y lentamente, relájate mientras conectas con la Fuerza de tu Ser que reside en tu corazón. Siéntela. Y dile suavemente pero con firmeza al Miedo que se marche.

Visualiza el Miedo saliendo de ti. Marchándose. Y ahora siente el alivio en tu cuerpo. Siente la liberación de tu Mente. Has entendido y lo has enfrentado de forma pacífica …

Durante unos minutos siente tu nuevo estado para así fijarlo en ti, Agradece. Has podido darte cuenta de lo absurdo que era. No era algo tuyo.

Tenemos la capacidad de CREAR nuevos estados de Conciencia. Organiza tu Mente y mantén un orden y pureza de pensamientos. Nuestra calidad de vida, depende exclusivamente de nosotros.

Las desilusiones

Los estados ilusorios nos crean desengaño y sufrimiento.

Desde la ilusión vives acotado en tus creencias, las reafirmas y las consideras como verdades absolutas. Se corre ese peligro.

Debiéramos cuestionarnos nuestras verdades para que nos acerquen a la Realidad. Al menos debiéramos flexibilizarlas y así entender y aceptar de que no existe nada absoluto aquí en este planeta.

Los dramas y traumas de nuestra vida, los magnificamos y mantenemos vivos por años desde una posición rígida o les quitamos todo el peso emocional, los relativizamos, los dejamos atrás y nos centramos en el presente.

¿Qué nos desilusiona? Aquello en lo que pusimos expectativas. Todo lo que imaginamos sería a nuestro gusto y como nosotros esperábamos que fuese. Luego viene el desengaño y le echamos la culpa al otro.

Porque no contábamos con que la otra persona es diferente y piensa distinto… y cada una interpretó la relación de forma diferente… desde sus necesidades y deseos particulares …

Entonces aparecen las decepciones y las desilusiones. Y creemos que el otro es el causante de nuestro dolor. Lo consideramos un engaño. Un desencanto para nuestro corazón herido.

Reflexionemos. No pensemos solo en nosotros. El otro también existe y si queremos relacionarnos con los demás, debemos ceder, adaptarnos, ser más flexibles.

Somos seres completos y desde ese estado no se necesita del otro para que nos complete… no existe la desilusión porque no esperamos nada de los demás.

¿Comenzar de nuevo?

¿Comenzar de nuevo siendo el mismo. Imposible. Ahora -en esta vida- solo puedes continuar lo ya empezado; pero conscientemente construyendo, renovando, destruyendo, creando, demoliendo, purificando …

Puedes cambiar de escenario, de actitud, pero todo lo aprendido y todo lo experimentado lo llevas contigo.

¿Quieres comenzar de nuevo? Sí, pero conociendo tu esencia y tu bagaje (resuelto).

Todo lo que te sigue condicionando; traumas que te persiguen y los sentimientos de culpa deben ser solucionados antes de emprender un nuevo comienzo. Desde el ejercicio de perdonar y perdonarte.

Y no te olvides de los patrones heredados todavía no resueltos. Todo eso tiene que quedar atrás para poder comenzar realmente algo nuevo.

Si no quieres engañarte más a ti mismo. Si ya te has comprometido contigo mismo a no mentirte y enfrentarte a tu realidad, entonces sí, podría haber un renacer.

RENACER sucede cuando sientes ligereza en el corazón; entonces eres libre.