Todo comienza con el descontento por nuestra vida y el sentimiento de que podríamos hacer (ser) más,
esto es lo que llamamos el despertar de la Conciencia que nos impulsa -intuitivamente- a buscar «algo» que nos llene y dé sentido a nuestra vida.
Entonces descubrimos la espiritualidad dentro de nosotros; nuestra Alma sale a la Luz.
En este proceso nace la certeza en nuestro corazón de que somos eternos,
se expande nuestra Conciencia y conecta con la Conciencia Suprema que nos deja ver la Realidad.
Nos dejamos fluir, nos sabemos dentro del Plan Cósmico.

