Deja que la mente salga del corazón

Estamos acostumbrados a «sentir» desde la mente; el corazón lo mantenemos cerrado. Cuando exteriorizamos nuestros sentimientos normalmente lo hacemos desde la mente; que mide, dosifica, falsea, disimula, retiene o explosiona los sentimientos y las emociones.

La mente nos domina y ella dirige y controla nuestra vida. La mente tiene poder y de ella surgen todos los pensamientos. No tener la mente conectada al corazón hace que los pensamientos se dispersen sin un orden o propósito superior  y haya inestabilidad emocional.

Por el contrario, llamamos «interiorización» cuando conseguimos esa conexión entre mente y corazón que nos lleva más allá del razonamiento y de los dominios del Ego.

Es cuando conseguimos aquietar la mente cuando realmente somos capaces de SENTIR a nuestro Ser. Y podemos decir con total certeza «yo no soy mi mente, tengo una mente»…

Entonces, cómo puedo abrir mi corazón; acallando la mente. Y cómo puedo acallar la mente; a través de la meditación y a través de la interiorización.

 

 

¿¡Qué haces sin hacer nada?!

No nos permitimos descansar; nos hace sentir culpables. Hay que HACER.

Hay que hacer algo. Mi madre me gritaba cuando me veía  «ganduleando» ¿¡qué haces sin hacer nada?!… siempre había que estar haciendo algo.

Ver la televisión es hacer algo. Así que cuando mi madre me gritaba desde la cocina ¿niña qué haces?, tranquilamente podía responder Estoy viendo la tele, mamá… y no me sentía mal conmigo misma.

Ver la tele es Hacer, lo contrario es CONTEMPLAR, que es lo que en realidad a mí me gustaba; perderme en la contemplación y en la ensoñación… pero eso estaba prohibido en mi casa.

Hay que HACER y TENER pensando en el futuro. Y los padres, sin quererlo, te llenan de ansiedad y miedos. ¿Seré capaz de hacer… podré tener…?

El error en la educación de estas sociedades modernas es que se han olvidado por completo del Ser. No es hacer y tener lo que lleva a la Felicidad -si es esa la meta en nuestra vida-. La Felicidad no la da el tener ni el hacer, seguro que no. Pero para quien haya encontrado la suerte y la claridad mental de primero que todo encontrarse con su Ser para darle un sentido a la vida… el hacer y el tener vienen solos, sin dificultad, hacia tí.

Soy en el Universo

Soy  en el Universo.

Soy en el Silencio sobrecogedor y envolvente.

Soy en la Luz, la quietud y el espacio.

Soy, en el Océano Divino, una gota de agua liberada en la inmensidad del Creador.

Soy, en el alma de este vehículo,  el espíritu que le da vida.

Soy el contenido sutil complaciente sin proporción ni forma.

Soy, en la Paz, Quietud y  Amor,  Vibración unificada.

 

Si se quiere se puede y si se puede se consigue

Tráfico mental: Cientos de pensamientos circulando por doble carril van y vienen estresados unos y otros tremendamente acelerados, queriendo adelantarles, haciendo maniobras peligrosas. Una luz   de vez en cuando parpadea repetidamente mandando señales de precaución, pero nuevos pensamientos obsesivos aparecen, distrayendo la conducción.

Deseos, quejas, nuevas ideas y conceptos, recuerdos, planes, juicios, fantasías, cavilaciones… todas parecen mezclarse por momentos, aparecen y desaparecen, muchos de ellos sin control, involuntariamente…

Perder el control mental es el miedo de muchas personas. Pero  también es tentador dejarse  llevar por pensamientos que te ayudan a evadirte e irte  a un mundo propio de ficción…

En la saturación de la mente está la oscuridad, la confusión. En una mente débil se esconden todo tipo de miedos.  ¿¡Quién quiere esto!? … pero cuando hay agotamiento mental ni siquiera hay fuerza de voluntad para salir de ese estado.

¿Qué podemos hacer? El ejercicio físico rehabilita la mente. La respiración consciente fortalece la mente. La disciplina crea el orden mental y desarrolla la fuerza de voluntad. La meditación desarrolla la mente.

Si se quiere se puede y si se puede se consigue.

Tú mismo eres un ser de Luz

La Celebración está por empezar… se están abriendo Portales internos que nos conducen a niveles superiores de nosotros mismos, inimaginables para la mente inferior.

Nos estamos preparando para la recepción del Amor Incondicional. Juntos permitimos el gran cambio.

Para ello tenemos que deshacernos de los Miedos que nos limitan. Purificarnos de todas las energías densas del pesimismo y la desconfianza.

La crisis que padecemos es necesaria para acabar con todos los sistemas operativos que nos mantenían en el automatismo; muertos en vida. Viviendo desde  una actitud de mendigos, de víctimas.
Juntos, permitimos el gran cambio. Estamos abiertos y fluimos en la frecuencia del Amor Puro. Entregados por entero a la Conciencia Suprema.
Somos seres de Luz.

Terrorismo emocional

Tener que CEDER,  traicionando nuestra propia verdad y teniendo que renunciar a ser uno misma, al ser  presionadas, amenazadas, violentadas, coaccionadas y llevadas a  extremos  de lo que podríamos definir como terrorismo emocional… se hace inadmisible.

Una cosa es tolerar a otro, ceder ante un punto de vista diferente del nuestro  esforzándonos por encontrar una armonía entre opiniones dispares y fuerzas opuestas, desde el respeto por la libertad de los demás. Buscando un punto de encuentro donde relacionarse y enriquecerse sin que ninguno pierda su libertad de acción y de ser.

Otra cosa es el chantaje emocional del manipulador que te hace sentir culpable de SU infelicidad porque no cedes a sus imposiciones y deseos. Esa persona que va carcomiendo tu autoestima lentamente pero de forma efectiva pues, a la que ve que vas a defenderte, sabe seducirte para que cedas a sus imposiciones. Y así cada vez más, hasta que te ha anulado totalmente. Te amedentra, te intimida y luego te conquista para  humillarte nuevamente -no vayas a olvidar quién manda- … y vuelta a empezar.

Y esto se hace inadmisible.

De aquel (y aquella) que lo tiene todo bajo control y te hace dependiente de una relación enfermiza y asfixiante, cargada de pasiones que se mueven en los extremos de odio/amor y celos/indiferencia, que sólo hacen minar la estabilidad emocional, en un maltrato psicológico infernal y del que no se sabe salir, tan debilitada está ya una…

Y eso se hace inadmisible.

Se necesita ayuda externa, de un tercero. Un profesional que te ayude a fortalecer tu autoestima. Que te haga ver que no es normal el trato que recibes. Que no te mereces ser humillada continuamente. Que no es verdad que tu tienes la culpa de todo. Que tu torpeza es por causa del maltrato recibido. ¡No lo permitas más!

Es inadmisible. Te mereces una vida mejor.