Sistema de sanación REIKI

reiki en antiguos templosCuando un maestro de REIKI no confía enteramente en sus capacidades como Canal sanador ni conoce en profundidad su inmensa excelencia, ni tiene el dominio sobre las energías con las que trabaja ni ha integrado en sí mismo la excelencia del REIKI, entonces, sin ser consciente de todo esto, está rebajando el potencial sanador de REIKI a una mera «TÉCNICA».

El Sistema de sanación a través de la imposición de manos que enseñó Usui no necesita -ni debería- ser mezclado con otros sistemas de sanación. ¿Por qué hacerlo?

El REIKI tradicional Usui tiene tres niveles de aprendizaje más la maestría y entre ellos debe haber un tiempo físico para la práctica y la asimilación de lo aprendido que va unido a una expansión de la Conciencia de la persona iniciada.

Es más, entre el primer nivel y el segundo deben ser exclusivamente de práctica con uno mismo y esto tomará mínimo tres meses. Se aconseja introspección y la tarea diaria es hacer el ejercicio de alineamiento, desbloqueo y limpieza de los chakras todos los días.

Sólo así se abrirá el Canal en nosotros para recibir la energía cósmica sanadora. Cada vez seremos más capaces de percibirla y dirigirla. Y tenemos que entender que en REIKI el sanador NO da de su propia energía ni interfiere ni opina -todo eso es un trabajo mental y del ego.

REIKI trabaja con la energía universal del Amor Incondicional, nosotros somos simples instrumentos receptores y transmisores de ésta poderosa energía.

REIKI al iniciar a una persona, está despertando e impulsando sus cualidades y valores para prepararla con este fin de ser UN PUNTO DE LUZ EN EL UNIVERSO al SERVICIO DE LOS DEMÁS.

Deshacerse del Ego, entra como trabajo en el primer nivel. No es un trabajo mental sino de expansión de la Conciencia. Así trabaja REIKI.

Estar preparado para el segundo nivel de REIKI

usuiREIKI nos lleva a entender que el poder de sanación y felicidad está dentro de nosotros. Una vez sentimos esta certeza  todo se hace más fácil. Después de tres meses de haber recibido la primera iniciación al REIKI y haber dedicado todo este tiempo, cada día, a practicar el ejercicio de auto-sanación y alineación de los siete chakras principales, es cuando uno siente el deseo de ahondar en el Camino de auto-conocimiento que brinda la enseñanza revelada a Mikao Usui.

Si hemos dedicado estos  meses a observar nuestro cuerpo físico a través de las manos, a equilibrar y armonizar nuestros centros energéticos y sentir la energía que somos  capaces de transmitir a través de la imposición de manos, ahora, en el segundo nivel de REIKI,  se nos dará tres de los símbolos sagrados para así poder canalizar, potenciar y dirigir las energías cósmicas sanadoras, con mayor precisión y fuerza.

Este segundo nivel va dirigido principalmente a equilibrar el cuerpo mental y emocional. Y además, ahora tenemos la oportunidad de sanar a distancia. Es imposible comprender su funcionamiento desde la mente porque tratar con las energías y el mundo Invisible está fuera de toda lógica. Por el poder de una intención pura y la conexión con las energías superiores del Amor Incondicional es que se logra la alineación de los chakras que se sentirá como una sensación de mejoría, relajación, más energía , ya desde  una primera sesión.

REIKI produce calor, vibración, frescura, relajación, sensación de mayor energía, visión de colores y figuras geométricas. En realidad, lo que están haciendo las energías cósmicas que transmite la persona que da REIKI, es desbloquear los chakras, activarlos, equilibrarlos y sanar desde el campo astral de la persona.

Con REIKI se puede liberar todo tipo de energías negativas. E incluso puede que le sirva de ayuda al receptor para tener un nuevo entendimiento de sus problemas y su actitud frente a ellos. REIKI penetra en los niveles más sutiles de la conciencia y del inconsciente para remover viejas energías agotadas y armonizar las nuevas energías.

REIKI, como enseñanza de la auto-sanación integral, nos permite ser canales de las potentes energías cósmicas.

REIKI nos lleva a la transformación de uno mismo hasta quedar desvelado nuestro ser original y esencial.