Las tentaciones de la Mente

hombre burbujas en cabezaEl primer paso en una práctica espìritual es aprender a salir de la mente y centrarme en la inteligencia del corazón.  Si tengo en cuenta de que yo no soy mi Mente, seré  Observador  de mi mismo  y estaré  atento a sus trampas. Porque sé que la Mente, si no la someto a mi Yo Superior, puede llegar a ser mi peor enemigo.

Si seguimos las enseñanzas de un maestro, él nos ayudará a doblegar la mente inferior (Ego) … y eso duele… mucho. Pero debemos entender que las prácticas espirituales, como son la oración, la meditación, etc., deben hacerse enfocándose en el corazón; donde reside la Verdad y todos los valores eternos.  

¿En qué medida estamos dispuestos a entregar nuestro amor propio -vanidoso y egoísta- por un Bien superior?

¿Somos conscientes de todas nuestras resistencias? ¿Y de todas nuestras justificaciones para no Ver ni OíR lo que dice nuestro corazón -nuestra Conciencia-?

Mientras uno está actuando desde la mente inferior  existe el peligro de que  justamente se desarrolle el Ego hasta el punto de  exaltar  la propia personalidad,    distorcionando  la mente las experiencias espirituales de tal manera que uno se sienta el salvador de la humanidad y padezca alusinaciones en este sentido …  esto son casos extremos pero reales, la trampa más corriente es que la vanidad ciegue y bloquee el corazón, desarrollando una caridad y compasión  mal entendida.

Estas son las trampas en el camino de la espiritualidad y unión con nuestro  Yo Superior y con la Conciencia Superior Absoluta. El mismo Jesucristo sufrió tentaciones disfrazadas de muchas formas.

Seamos Observadores de nuestra Mente. Pongámosla a nuestro servicio. Desarrollemos el control mental, viviendo centrados en nuestro corazón.

 

Las trampas de la mente

hombre omLlegan a mi consultorio personas que necesitan ser tratadas de ansiedad, obsesiones, desequilibrios mentales y depresión que tienen un denominador común: demasiada información sin asimilar que les crea gran confusión y distorsión de la realidad.

Hoy en día muchísimas personas dedican su tiempo libre a asistir a cursos muy atractivos y prometedores como entrar en dimensiones superiores, encuentro con los ángeles, canalización, etc.

Existen decenas de cursos de este tipo ante una demanda creciente  por el crecimiento personal y la  atracción por tener poderes paranormales.

Resulta muy tentador y gratificante para el Ego, desde luego. Pero no dejan de ser trampas y a veces muy peligrosas si quedas atrapadas en ellas, cegado por creencias e ideas que solo son manejadas a nivel mental y por lo tanto ilusorias.

Adentrarse en el mundo de lo Invisible precisa primeramente del desarrollo de la Conciencia y estar bien enraizado a la Tierra. Precisa de humildad y por ello de una sincera conexión con la Divinidad para que nos asista y proteja. Así que el trabajo y la andadura es larga porque se requiere de una base fuerte que soporte todas las tormentas que la Mente va a crear en su resistencia a quedar atrás.

Sólo desde la trascendencia de la Mente -como primera etapa- es como podemos experimentar  las demás dimensiones de nuestro ser y expandir nuestra Conciencia hasta vivenciar la Unicidad; nuestra pertenencia al Uno.