La Paz interior

Hacer lo que uno tiene que hacer es el mayor acto que proporciona paz interior. Nada es más gratificante que actuar desde la plena Conciencia. No por obligación, porque uno se sienta obligado a ello. El sentido del deber se mezcla con los sentimientos de culpa y acarrean un resentimiento silencioso.

Actuar desde la Conciencia no tiene segundas intenciones, es la acción del corazón mismo, no tiene doblez.

La persona que actúa correctamente pero desde el miedo de no hacer lo correcto o porque espera conseguir algo a cambio, es otra cosa. El sufrimiento, bajo la apariencia bondadosa de quien todo lo soporta, tiene consecuencias para el cuerpo físico y la mente. Sin embargo, cuando la Conciencia despierta y la ponemos al frente como nuestra guía, entonces sí, todo cobra un nuevo sentido y una nueva fuerza que nos ayuda a fluir sin esfuerzo o con poco esfuerzo, en el mar de la vida y, desde ese estado de Conciencia, lo que se haga, sea lo que sea, estará bien hecho porque lo estará haciendo desde la pureza del corazón, y está entregando lo mejor de sí mismo, sin esperar nada a cambio.

Porque en el fondo, todos sabemos lo que tenemos que hacer. Puede ser que nos resistamos a verlo e inclusive que nos alejemos y huyamos de ESO que sabemos tenemos que hacer y ser… pero que tarde o temprano, lo encontraremos nuevamente hasta que lo enfrentemos.

Ya sabemos, sólo tenemos que recordar, aceptar y actuar en consecuencia, con coherencia.

La Realidad nos devuelve a nuestra verdadera identidad. No podemos seguir adelante cargando con viejos miedos y culpas. Las viejas creencias deben ser removidas si queremos reconfigurar nuestros pensamientos sobre nosotros mismos.

Hay que crear nuevos espacios para que la Conciencia se expanda y todo nos será dado. Confiemos.

Somos libres

Hablo contigo en mis adentros ahora que estás tan lejos. Te invito a entrar conmigo en el espacio sagrado del corazón. Para nuestras Almas es un asunto fácil. Ponemos la intención.

Te digo: Si mi amor por ti no abre tu corazón, no te preocupes, no puedo ni quiero forzarte a que me ames. No tiene sentido. Somos libres.

Si mi presencia te incomoda mejor cambio de dirección y te libero de ella. Eso me hace más feliz.

No podemos cambiar lo que ya pasó y cada uno necesita su tiempo para procesar los dramas del pasado y poder adentrarse en el Presente. Sólo deseo respetar quien eres y tu ritmo de aceptación así como yo hago lo propio con mi Ser. Borremos los viejos patrones.

Seamos felices liberándonos de lo que nos aprisiona; el resentimiento es un veneno muy sutil y muy penetrante. Estemos atentos porque hace mucho daño. Al fin y al cabo, todos somos víctimas.

Fortalezcamos nuestro cuerpo físico desde dentro, aligerando nuestro cuerpo mental y emocional lo conseguiremos.

El gran Poder del Espíritu nos santifica y bendice con Amor.

El sufrimiento.

El sufrimiento no debe confundirse con el dolor físico o el dolor del Alma.

El sufrimiento viene de la mente y lo producen los pensamientos y emociones negativas.

Puede llegar a convertirse en trauma si lo magnificamos y lo alimentamos.

Qué nos causa sufrimiento:

Identificarse demasiado con el papel de víctima.

Cavilar constantemente sobre las injusticias del pasado.

Quedar bloqueado en viejas emociones: rabia, miedos, resentimiento, desconfianza, desesperanza, …

Sentirse inseguros y con baja autoestima.

Verse incapaces de dejar atrás el pasado y poder disfrutar del presente.

¿Cómo convertir la carga de sufrimiento en algo útil?

Enfrentándonos y dándole una solución, cuanto antes mejor. El reto está en aprender que toda experiencia nos brinda una enseñanza para crecer. Nada es casualidad, debemos aceptar lo que la vida nos presenta, sin resistencias y sin expectativas.

Nada está garantizado, ahora todo depende de nuestra actitud. Enfrentarnos a cada situación que nos presenta la vida como si se tratase de un desafío, podremos decidir resolver de forma positiva y valiente cualquier problema o conflicto.

Hacer un alto en el camino para sanar las heridas del Alma debido a experiencias dañinas que tuvieron lugar en el pasado, se hace necesario para que desaparezca el sufrimiento.

Esto implica aceptar lo vivido y dejarlo atrás, a través del perdón; perdonar y perdonarnos.

El viaje hacia la sanación emocional comporta ser capaz de adoptar una actitud y visión imparcial de lo que nos hace sufrir para poder dejar de sentirnos víctima. Aceptar lo ocurrido sin buscarle más explicaciones. Debemos ser capaces de enfrentarnos al conocimiento de todo lo que supuso aquellas experiencias negativas para poder cerrar esa etapa y mirar limpiamente nuestro presente.

Con la intención de salir del camino del sufrimiento voluntariamente, sentiremos reforzarse y expandirse nuestra Conciencia. Sentiremos cada vez con más fuerza el estado de Dicha y conexión con nuestro Yo superior.

Tipos de Amor

Existen tres tipos de amor: HUMANO común (amor interesado en las propias necesidades). HUMANO desarrollado (amor compartido y respetuoso hacia el otro). ESPIRITUAL (amor incondicional). DIVINO (amor puro e impersonal)

AMOR es igual a LIBERTAD. La libertad nos empuja a desear experimentar la expansión y compartir nuestra felicidad. El amor nos inspira a experimentar la compasión y ésta nos lleva a sentir la unidad con el corazón de todos en Todo.

Los actos heroicos de amor incondicional se hacen sin pensar. Si se pensasen, solo por un minuto, uno temería primero por su propia vida. La generosidad y la compasión son actos espontáneos que no pasan por la mente.

El miedo, el resentimiento y el odio, bloquean la energía del amor que debería llegar al corazón. Así que, el corazón, podría ir apagándose, bloqueado y asfixiado por las energías densas que no le permiten manifestar su esplendor y magnitud.

La persona que percibe «la belleza del Alma de la vida» ha purificado su nivel de amor egoísta a Amor Incondicional.

Amándonos, nos adentramos en nuestro mundo interior y descubrimos el Universo.

Medicinas del Alma

El Dr. Edward Bach, poseía una gran sensibilidad para captar las energías de las flores. Fue un gran conocedor de las mismas y era tal su dedicación a percibir la energía superior que poseen muchas de ellas, que en su maestría llegó a afirmar que la energía de las flores eran la mejor medicina para el Alma.

Desde mi experiencia de estar trabajando con ellas, las FLORES DE BACH, desde hace veinte años, es que os voy a hablar de lo efectivas que son.

Fundamentalmente, su energía, va a remover las energías que están bloqueadas en tu cuerpo causando molestias y finalmente enfermedad.

Estas energías negativas y tóxicas pueden ser por resentimiento, celos, rabia, miedos, inseguridad, baja auto-estima, etc. que, al reprimirse, van creando un bloqueo en el cuerpo emocional que terminará dañando algún órgano del cuerpo físico.

En el Sistema Floral de Bach, hay 38 esencias florales que cubren el abanico de las emociones dañinas que por alguna causa hemos reprimido y nos están afectando en nuestra vida diaria.

Tiene que haber un seguimiento por parte del terapeuta, que ayudará a reconocer la raíz del problema, a tomar conciencia y sentirse capaz de afrontarlo y resolverlo.

Como la Mente se resiste a desprenderse de sus hábitos y creencias, puede tomar cierto tiempo en deshacer el bloqueo. Hace falta paciencia, confianza y no crear expectativas.

Lo más importante es que van a crear CONCIENCIA en ti, de quién eres, qué te pasa, qué necesitas cambiar… Y te darán la fuerza para conseguirlo.

La raíz de las enfermedades físicas y mentales está en el Alma … que necesita desplegarse, desdoblarse …

La Rabia

mujer-angel-rojosExiste  una rabia penetrante, muy sutil y  corrosiva contra nosotros mismos. Quizás porque nos hemos sentido injustamente tratados y al no haber sabido defendernos -el haber callado- nos hace sentir cobardes y rabiosos.

Reconozcamos que existe en nosotros una rabia dirigida contra nosotros mismos. Y ocurre cuando nos decepcionamos de nuestra actuación que consideramos no ha estado a la altura de nuestras expectativas. «¡Debía de haber …!»

Cuando nuestro YO ha idealizado algo por lo que luego se siente defraudado entonces nace la rabia.  Una esperanza volátil se esfuma  y nos deja en el aire con un sentimiento de fraude y frustración. Le echamos la culpa a otros o a la mala fortuna y en el fondo nos hierve la sangre. Nuestro cerebro comienza a idear razones; porque no hemos estado a la altura, porque hemos sido torpes, porque hemos sido cobardes, poco avispados, …  y nos castigamos sin piedad, no queriendo volver a intentarlo, no queriendo saber nada de más de retos … no queriendo ilusionarnos más … nos desvalorizamos …. otra vez …

Proyectamos nuestros miedos y nuestra rabia en otros. Porque la rabia que no se canaliza correctamente,  engendra violencia, y nos desahogamos enfadándonos  con los demás, con alguien más débil.

La rabia.si no sabemos digerir las emociones o canalizarlas adecuadamente,  nos sale como llamaradas de fuego por los ojos o como bocanadas de fuego por la boca.  Y si la reprimimos nos quema por dentro creando ardores de estómago, tumores, infecciones, inflamaciones …

Si soltamos la rabia de forma abrupta y de forma visceral, estamos creando un carácter irascible y violento, creando conflictos continuamente inclusive con las personas que más queremos, no sabiendo cómo evitarlo.

¿Qué hacer para transformar la rabia?

Primero, recuperar la soberanía de nuestro Ser.  Yo Soy quien soy y me acepto. Y a partir de ahí hago reformas.

Contemplar la RABIA y no apartar la mirada. ¿Qué la crea? ¿En qué momento de mi vida comencé a sentirme mal conmigo mismo? ¿Cuándo, cómo y qué me hizo ceder y dejar de lado mis ideales?

La vida está en continuo movimiento. Cada obstáculo tiene el aliciente de un nuevo desafío para seguir creciendo. No nos quedemos atorados en la rabia, el despecho o el resentimiento.

Tres claves para comenzar una nueva etapa:

  1. Dejar de FINGIR.
  2. RECUPERAR la fuerza y la pasión de SER.
  3. RECONQUISTAR la alegría de SER.

 

 

 

 

 

Estamos hablando de AMOR

manos entrelazadasNos posicionamos detrás de  nuestros convencimientos y razones.  Desde ahí se hace difícil escuchar a los demás… No nos interesa demasiado entender a la otra persona. Inclusive si estamos discutiendo sobre la falta de amor y del sufrimiento que nos han ocasionado, el que está acorazado detrás de su amor propio, no tenderá la mano para acercarse -aunque sea solo un gesto- para entrelazar pareceres y sanar diferencias …

Antes de dar amor, hay una larga lista de demandas. Una lista de decepciones. Una lista de reclamaciones  … y estamos hablando de AMOR.  Por qué estamos perdiendo el tiempo en argumentaciones si de lo que estamos falta todos es de AMOR …

Resulta también que en el pasado cometimos errores,  nos equivocamos , actuamos inconscientemente, pero ¿damos un espacio para  que uno pueda rectificar?

A veces se hacen de forma forzada, pequeñas expresiones de amabilidad y demostraciones de afecto.  Cuesta,  cuando  los corazones se han ido endureciendo por el resentimiento. Sufriendo de desamor, los mendigos de cariño se inclinan ante la necesidad de un gesto bondadoso y tierno… pero eso sólo daña al alma.

Sólo desde la valentía de enfrentarse a sí mismo y renacer como ser completo,  es entonces  posible amarse a uno mismo y amar a los demás, sin dependencias.

Nos falta alcanzar un estado compasivo sincero y real. Ese estado natural del ser que no necesita explicaciones y que, con una sonrisa.  crea un puente donde  antes había un abismo. Y que con un abrazo espontaneo enciende todas las luces del Universo en el otro.

 

Una Mente con cuatro patas

ser en la soledad azulLa Mente, a saber,  tiene cuatro funciones: Capacidad de discernir. Ego. Capacidad de elección. Conciencia.

Es importante  hacernos conscientes de cómo funciona nuestra mente, porque es la manera de hacernos dueños de nuestra vida.

Desde la quietud mental,  distinguir, ejercitar  y desarrollarlas de manera «inteligente». Es decir, si comenzamos por ocuparnos en saber pensar; deshaciéndonos de pensamientos densos, inútiles y negativos, conseguiremos claridad mental.

Esta claridad mental da poder a nuestro discernimiento, haciéndonos cada vez más conscientes de quiénes somos. Al perfilarse  -nuestra intención, nuestra vocación, nuestro propósito de vida: nuestro ser- la Conciencia se va expandiendo y nuestra capacidad de elección se hace firme. Cuando utilizamos correctamente estas tres funciones, el Ego, -que actúa como amor propio o yo egoico- irá desapareciendo por si solo.

Cuando, desde la paz y orden interior, somos Observadores de nuestro estado mental, conservamos la armonía en nosotros.  Sin embargo, cuando domina el Ego, las demás funciones quedan relegadas y adormecidas. El Ego, cuando se vuelve poderoso, ralentiza la capacidad de pensar, distorsiona, vela y hasta anula la realidad que pudiese hacer peligrar sus privilegios de mando.

Las  cualidades del ser humano, como la voluntad, paciencia, generosidad, moderación, compasión, etc. no vienen del exterior. Las cualidades del ser humano son intrínsecas a la esencia de cada individuo. Se pueden educar y desarrollar pero siempre desde el ejemplo porque si se quiere conseguir por imposición, reprimiendo o forzando la naturaleza de la persona, el efecto saldrá a la luz tarde o temprano en forma de  rebeldía, resentimiento  y odio.

Es preciso desarrollar las funciones de nuestra Mente desde la experiencia, desde el anhelo propio de avanzar en el Camino del conocimiento de sí mismo. Todo lo demás es seguir el juego del Ego y sus sutiles trampas de engaño y manipulación.

 

 

Ejercicio para liberar el Resentimiento

hombre peregrinoPon la intención de liberarte del resentimiento que oprime tu corazón y que no te permite vivir la vida plenamente, como desearías. El resentimiento es como una semilla de algo que no se expresó y creó frustración y desencanto en el corazón. Debido a que no se expresó, creó malos entendidos. Debido a que no se aclararon los sentimientos ni se reconciliaron  las emociones, nació el resentimiento callado que crece en la oscuridad y profundidad del corazón y la mente alimenta, diariamente, para que no te olvides del daño que te hizo.

Todas las energías negativas y densas, como las de resentimiento, amargura, desconfianza, etc. nos sacan del Camino que lleva a la felicidad interior. La tarea está en regresar y hacernos dueños de nuestro Camino; el Camino del corazón.

Deshacernos de estas energías nos ayudará a profundizar y ampliar nuestra percepción de nosotros mismos y del entorno y eso hará  incrementar nuestra capacidad de amar; empezando por nosotros mismos.

Busca un lugar tranquilo y siéntate cómodamente, mejor si es en la Naturaleza, donde la Madre Tierra nos arropará amorosamente. Has unas respiraciones conscientes -despacio-; cierra los ojos e inhala lentamente contando hasta tres, retienes unos segundos el aire, sueltas lentamente contando hasta 6 y después te quedas en vacío unos segundos con la atención en el centro del corazón. Así varias veces hasta que consigues centrar todas tus energías dispersas.

Expulsa todas las tensiones y preocupaciones. Tomate todo el tiempo del mundo. Permítete conectar con tu corazón. Deja que fluyan las emociones; la rabia, la tristeza, la decepción … sé solo un Observador de ese «personaje» que se siente dolido. Atiéndelo … es solo el personaje, el «yo» … tu Ser esencial es el Observador. La  Conciencia es el Observador del «yo». Déjale que se desahogue, que se vacíe … pero no le dejes que se recree en el lamento. Que se haga consciente de la inutilidad de esas energías negativas.

Y ahora, que sea la Conciencia quien guíe al yo hacia el Camino del corazón.

 

Cielo o Infierno

hombre sincronicidadSe vive en el Infierno cuando se ha  perdido la compasión y amor por uno mismo y por los demás. Cuando, sin darnos cuenta, nos hemos llenado de amargura y resentimiento, pensando que la vida no nos trata como merecemos… o nos castigamos pensando que no somos merecedores de nada …

Sea lo que sea que decidas vivir tendrás que crearlo.  Si experimentas la vida desde la frustración,  la queja y la rabia, verás multiplicado a tu alrededor la desgracia y el sin sentido de la vida. Te estás creando y alimentando tu infierno.

Si quieres vivir desde la actitud de agradecimiento, contento y aceptación, tú mismo estás creándote un estado de bienestar y paz interior, independientemente de todo lo circunstancial  que te rodee.

No se trata de engañarnos a nosotros mismos y caer en una actitud de resignación y conformismo. La ACEPTACIÓN, por lo que no podemos cambiar, debe ser hecha desde el corazón y desde el Amor. Esta apertura y  entrega desde el corazón son las que hacen posible la rendición total del Ego.