No dejarnos sorprender

mujer anciana preciosaLa vida nos presenta sorpresas continuamente, de todos los tamaños y colores, agradables y desagradables, pero la vejez -y la muerte- son cosas naturales que irremediablemente van a llegar un día. Podemos hacer mucho ahora en beneficio de ese mañana.

No dejarnos sorprender por ella es una buena inversión. Preparándonos para esa etapa, podemos aprender ya a ser más FLEXIBLES, tener buen humor  y una estabilidad emocional equilibrada y fuerte.

Todo lo que nos  trabajemos ahora en mejorar y fortalecer nuestro carácter para hacerlo acomodaticio y condescendiente, mejor será luego nuestra vejez.

Es más, igualmente a nivel físico, la persona que ha practicado y dedicado tiempo al deporte (natación, Tai-Chi, Yoga, etc) durante largo tiempo, eso habrá sido la mejor siembra para conservar una buena salud en la tercera edad. Repercutiendo, como decimos, en conservar también una flexibilidad a nivel mental, pues todo va interconectado.

Para los que ya somos mayores y observamos en  nuestros padres su calidad de vida; su humor, su filosofía de vida, su grado de lucidez,  su disposición ante la vida y ante la muerte… todo ello es importante y nos hace ver cuán necesario  es prepararnos en crear un buen cimiento para que nuestra propia tercera edad sea gratificante y digna.

Esto sí que no nos tiene que coger por sorpresa; a todos nos llega la vejez y el final de un ciclo de vida.

¡Que sea con alegría y aceptación!

 

 

 

 

De dentro hacia afuera

geometria sagrada estrellaNuestro desarrollo y nuestra expresión siempre debe ser de adentro hacia afuera porque todas nuestras capacidades surgen de un núcleo  primordial interno.  Por naturaleza deberíamos gestar, desarrollar y expandir lo que ya tenemos dentro, lo que ya somos.

Y lo estamos haciendo al revés; nos empeñamos en meter dentro cuando lo que tenemos que hacer ahora mismo es ELIMINAR,   vaciarnos de todo lo inútil,  barrer todas las ideas y pensamientos que hemos ido recogiendo de aquí y allí,  revisar y actualizar ese núcleo al final de cada etapa y resurgir RENOVADOS.

Existe una dimensión superior y espiritual en el ser humano de la que no hacemos  o raramente hacemos uso. En ella está localizada nuestra energía vital más refinada. Es Luz.

La materia es la cristalización de esta energía que se mueve desde el nivel vital instintivo y va subiendo y cubriendo los niveles emocional y mental primarios hasta alcanzar los niveles superiores de los mismos -si consigue trascender los niveles elementales- y lograr así la unión con la Conciencia Suprema, más allá del plano personal e individual.

Según el grado de energía vital en nosotros ese es el grado de  vida sana y de bienestar mental y emocional que adquirimos. Acrecentarla significa elevar nuestras capacidades de conciencia. Cuanta más energía en el nivel vital de nuestro ser más entusiastas y optimistas seremos. Y más fluirá  en nosotros, con entera facilidad, para impulsarnos -siempre- a una vida mejor, a un estado superior.