Lo que logramos creando

La calma no se hace, se logra creando un estado de paz mental, que particularmente se consigue desde la respiración consciente.

La meditación no se hace -como quien hace de cocinar-. La meditación se logra creando un estado de sosiego meditativo, dejando fluir los pensamientos hasta que rebajan su frecuencia por si mismos. Al principio le ponemos la voluntad para crear hábito, pero luego nos deshacemos de todo eso y simplemente la Mente se doblega sin esfuerzo. Pudiéndolo convertir en una meditación dinámica casi permanente… y eso tiene bastantes ventajas, como el ver venir los acontecimientos y estar preparado con la mente clara para resolver cualquier situación que se te presente.

La meditación verdadera no es una práctica en sí, como un ejercicio, es un estado de la Conciencia desarrollada. No se consigue por la voluntad de HACER, sino de dejar el SER que sea, fluya, y así sentir el espíritu en uno y en todo.

En mi Mente pienso yo

Llenamos nuestra Mente de pensamientos y creencias de otros pero en realidad, en nuestra Mente, sólo pensamos nosotros.

La cuestión es; ¿sabemos pensar? ¿Por qué dejo que piensen por mi?

¿Sé razonar, dilucidar, discernir, reflexionar?

Entran en nuestra cabeza ideas, dudas, miedos, pensamientos repetitivos, … escuchamos tanta basura … y no somos capaces de poner orden en la Mente y descansar de tanto ruido mental.

Una fórmula es practicar la respiración consciente, que podemos ir aumentando las veces por día a medida que la incorporamos en nuestro día a día y experimentamos por nosotros mismos de sus beneficios.

La solución está, ya el aplicarla es decisión de cada uno. Falta disciplina… cuando la Mente domina cuesta enseñarla a que ocupe su sitio. Falta fuerza de voluntad pero os animo a ello.

Inspira. Retén unos segundos. Suelta el aire por la nariz lentamente. Quedate en vacío unos segundos y vuelve a empezar. Así varias veces. Acabarás con la ansiedad y la confusión mental. Lleva tu sentir a tu interior, conecta con tu corazón.

Agradece y comparte.

Ejercicio contra el estrés

mujer tercer ojo 3Acostarte en el sofá para ver la tele no es descansar. Los beneficios de un buen descanso está cuando le dedicas tiempo conscientemente a tu cuerpo para salir de las tensiones y el estrés.

Para ello túmbate en el suelo con las rodillas flexionadas, la planta de los pies tocando el suelo. Los brazos a lo largo del cuerpo con las palmas hacia arriba.
Cierra los ojos, Destensa los músculos de la mandíbula y de los hombros.

Ahora, permítete descansar en profundidad. Sé observador/a de tu cuerpo físico. Respira poniendo la atención en las fosas nasales.

Lleva tu atención a la columna vertebral y permite que se des-comprima .

Lleva tu atención a tu cerebro y permite liberarte de la constante charla mental. Presta atención plena a la respiración durante varios minutos para que la mente se aquiete.

Estira las piernas y permite devolver sus músculos a su longitud de descanso.

Lleva la atención al cuello y a la nuca y permite que se liberen de tensiones.

Permite que tu espalda descanse en el piso y deshazte de la carga acumulada.

Permite que tus brazos descansen.

Observa tu respiración, suave, profunda y lenta al exhalar.

Tómate de diez a quince minutos en relajar todo tu cuerpo físico y mental.

Lleva tus cinco sentidos a tu interior. Ve al centro de tu corazón. Siente paz.

Sonríe.