La Conciencia

Para que la vida tenga sentido, la existencia debe tener profundidad. Y para que haya profundidad, debemos desarrollar nuestra Conciencia y expandirla para que emerja el conocimiento verdadero.

¿Qué es la Conciencia? Es el espacio inconmensurable donde se aloja nuestra esencia divina. Es la que nos proporciona el conocimiento directo (sIn pasar por la Mente) que llamamos INTUICIÓN. Ese sexto sentido es el que nos saca de la mediocridad existencial.

Nuestra verdadera identidad está formada por la Conciencia y sin ella la vida ni sería posible ni tendría sentido o propósito. Somos Conciencia. Energía de AMOR.

Una vez se ha experimentado la libertad del Ser -nuestra esencia- el anhelo se hace mayor para obtenerla de forma definitiva,

Quien ha comprendido esto y siente la certeza de que así es en lo más profundo de su Ser, fluye y se deja guiar por su Conciencia, porque sabe que ella es la LUZ que le guiará de vuelta a la Fuente.

Entonces, la Mente deja de intervenir o lo hace poco y si intenta dominar nuevamente, la Conciencia, que es observadora impersonal le hace ver cuál es ahora su posición y función real.

La historia personal con la que uno se identifica, pesa como una gran roca a la que uno está atado y no le permite moverse con libertad. Todo ello es ilusorio y mental. Es lo que nos tenemos que sacudir de encima.

Cuando la Conciencia despierta, el Alma siente resucitar.

Activar el cuerpo de Luz

Pillemos fuerzas; estamos en un frente de batalla. Así es la vida.

Estemos atentos para valorar los momentos de paz interior, cuando sintamos que entra aire fresco por nuestras fosas nasales. Respiremos conscientemente, agradecidos. Es la Presencia de la Conciencia.

Para ver lo concreto del mundo es necesario saber ver. No sólo mirar, sino ver desde la observación lo más imparcial posible.

Para concebir y sentir a Dios y Su Omnipresencia, es engañoso hacerlo desde la Mente, porque Lo rebajaremos a un dios personal.

Es lo divino lo que ilumina la Mente y nos acerca a la Conciencia Suprema. Apenas somos ahora mismo un alma humana. Pero que sepamos que tenemos todo un campo enorme de posibilidades porque somos libres para avanzar y evolucionar en la medida y ritmo que sepamos y queramos hacerlo… Y descubrir que somos seres de Luz. Ya lo somos.

Mantengámonos en la máxima vibración de Amor y Paz.

Mi hermano

«Te oigo pero no te entiendo» me dice mi hermano que padece de Alzheimer, cuando ya le he repetido tres veces lo mismo, finalmente gritándoselo. Me quedo sorprendida y le pregunto «¿qué es lo que no entiendes?. Y me dice «después de la tercera palabra ya he olvidado lo que me estabas diciendo?

Yo al principio pensaba que es que estaba sordo, pero no, porque él puede escuchar el timbre del teléfono que está en su habitación a cinco metros. Así que ahora entiendo que el problema es otro… y más grave.

O sea que, no es sólo falta de memoria además de pérdida de la facultad del habla (por ejemplo en lugar de sábado dice sábana y cosas así). Para mí lo más trágico es la incapacidad para retener y entender lo que se está hablando, por muy simple que sea.

Mi hermano (79) tiene una gran voluntad; sigue yendo al gimnasio, se hace su comida, es muy creativo y pinta cuadros y en sus momentos de lucidez, primero me decia «me voy a poner bien», ahora ya me lo pregunta «¿esto tiene cura?.

Tiene momentos de risa interminable. Yo le pregunto de qué te ríes y él me responde que le vienen cosas graciosas a la cabeza. Y por la noche le visitan «personas» que curiosamente entran y salen por la ventana (lo que le parece normal) y él les preguntan qué buscan, con la desconfianza de que se lleven algo… o simplemente, dice, le miran sonriendo. Y él me cuenta todo sorprendido «si yo no los conozco de nada».

A veces me agota, debo decirlo. Al principio me sentía culpable de no tener suficiente paciencia. Otras veces me sentía orgullosa de mi misma por haber tenido mucha paciencia. También está el remordimiento de que podía hacerlo mejor.

En definitiva, como no creo en las casualidades, el que estemos viviendo juntos, lo vivo como un desafío -que he aceptado- para «pulimentar» (como diría mi madre) mi capacidad de paciencia y amor incondicional.

Trabajo de todos los días, de todas las horas, con uno mismo … los misterios de la vida …

En paz contigo mismo

La vida se da por resuelta cuando ya no tienes nada que perdonar ni nada por lo que pedir perdón. Cuando estás en paz contigo mismo. Cuando te amas en la tranquilidad de haber saldado todas tus deudas.

Porque una vez resuelto lo pendiente, queda sin cargas nuestro presente para simplemente ya sólo ser testigo, protagonista y observador del momento, sin afección, sin carga, sin juicio.

Viviendo al día ya no hay nada que perdonar. Aceptamos la realidad que nos ha tocado vivir. ¡que gran alivio! Nuestra Mente en el presente, con pocos pensamientos. Vacía de reproches por el pasado y sin ningún tipo de miedos por el futuro.

Tampoco esperamos ser perdonados -ese no es problema nuestro. Nuestra responsabilidad es no repetir errores; sacar un aprendizaje de lo vivido en nuestro proceso evolutivo.

Cuestionarnos cada noche cómo ha transcurrido nuestro día a día liberará nuestra Mente de pensamientos inútiles; podremos dormir tranquilos siendo agradecidos.

Sintámonos cómodos con la vida y con nosotros mismos. Desde el ejercicio de recapitulación podremos extender nuestra sonrisa mil kilómetros a la redonda y más, de manera abierta, accesible y franca.

Somos UNO.

El Tiempo no espera

Si el Tiempo no te espera, qué haces para alcanzarlo.

No hay prorroga que valga. Él no mira hacia atrás, ay de ti si te quedaste rezagado, entretenido, pasmado o perdiste el paso… Hay cosas que con el tiempo no se recuperan, ni lo sueñes. No hay tiempo para mirar hacia atrás y lamentarse. La vida enseña que lo mejor es situarse en el Presente y agradecer lo que nos brinda. Centrados en el ahora y atentos a la Presencia de nuestra naturaleza, para ser y dar lo mejor de nosotros mismos. Es lo que hay. No te lamentes por lo que podía haber sido, vive Hoy desde la gratitud.

Si la Mente en un momento dado no te sigue, y quedó atrás, qué haces para recuperarla.

La memoria, los recuerdos, parece que se van diluyendo, deshilachando o simplemente nuestra historia va quedando desfigurada.

Lamentablemente hoy en día aumentan las enfermedades mentales y de seguro son las más tristes y crueles de padecer. Hagámonos responsables de nuestra salud. Las medicinas alternativas naturales previenen el desgaste de la salud y de un envejecimiento prematuro.

Ejercita tu cerebro. Aliméntalo de forma natural, tomando de manera preventiva GINKGO BILOBA que ayuda a oxigenarlo. También hay ejercicios físicos de respiración en el Yoga específicos para oxigenar el cerebro.

A la industria farmacéutica le interesa tener enfermos crónicos. No te hagas dependiente de los fármacos. Hazte responsable de tu salud de forma activa, comiendo sano, descansando lo necesario, no permitiendo que la Mente te perturbe,

El Tiempo no se detiene pero si uno tiene dominio sobre sí mismo hace del Tiempo su compañero de viaje. Seamos amorosos con nosotros mismos y nuestro interior se iluminará armoniosamente.

¿Qué es normal?

Normalizar una forma de vida no garantiza sea la correcta. Y la prueba está en que habíamos normalizado la infelicidad, los miedos, la ansiedad, el alejamiento de nosotros mismos: llevar una vida mecánica.

Habíamos aceptado el estrés y la culpa como parte de nuestra carga. Habíamos aceptado vivir para trabajar.

Habíamos regularizado el tiempo de los hijos acorde a nuestras necesidades y no la de ellos. Y esa es quizás la parte más tremenda o igualmente horrenda a cómo se han ido encaminando nuestras vidas, las de la inmensa mayoría de los trabajadores, sin más posibilidades que las de sobrevivir.

Ahora, desde nuestro confinamiento y detención del tiempo y de la economía para todos, podemos ser observadores de lo que nos pareció NORMAL como vida, creyendo que no podía ser de otra manera.

Ahora, una nueva Era se presenta ante la Humanidad y muchos están descubriendo en sí mismos, virtudes como la solidaridad y la compasión.

Ahora, muchos están cambiando el orden de sus prioridades, descubriendo el valor de la familia y de que, llevar una vida más sencilla y calma, no solo es posible sino que además nos hace más felices.

Podemos vivir más acordes a nuestra naturaleza.

Hemos estado perdidos en la Mente, ahora es tiempo de ir al corazón.

Dar sentido a la vida

La Compasión hace desaparecer toda diferencia desde la visión del corazón espiritual.

Y, si desde ese estado, encuentras un sentido a tu vida, sea cual fuere, habrá valido la pena y te sentirás satisfech@ contigo mism@.

Entra en el templo de tu corazón para nutrir tu Alma.

Conecta con tu espíritu y no te sentirás nunca más solo o abandonado.

Así es como podrás expandir tu Conciencia y tu Luz.

No ha sido tu Mente quien ha elegido ser quien eres o vivir estas experiencias de vida. ¡Tu espíritu ya era!

La realidad que estamos viviendo a nivel terrenal sólo requiere de mucha paciencia y confianza absoluta en el Orden Divino. Sabe que existe una Realidad mayor y eterna. Acógete a ella cuando tu voluntad y fuerzas se debiliten. Reactiva tu corazón de energía sutil que es la del Amor Puro incondicional y te sentirás nuevamente henchido de Dicha.

Un abrazo de Luz a todos los seres.

Creando una nueva realidad

Te entiendo sin que me hables, te siento y es suficiente.

Me llega tu sentir y es suficiente.

No quiero juzgarte; sé tu mismo.

No pretendo dirigirte ni convencerte de nada.

No tengo deseos de pensar sino de dejarme fluir en este estado de paz que me embarga.

Confío plenamente en el Orden Divino, no me preguntes de qué se trata o cómo es porque es algo que sucede más allá de la mente.

Simplemente permítete ir a tu corazón y siente tu esencia, tu amor, tu paz.

Comienzan a haber grandes cambios, alégrate, fluye, confía.

Seres de buena voluntad

Las energías mentales negativas arrastran hacia el fondo donde residen los miedos. Las actitudes negativas rechazan los cambios y se mantienen en la queja y la crítica. Las actitudes positivas acogen, comparten, dan lo mejor de sí mismas.

La mente se desarrolla y se convierte en Voluntad. Seamos de los seres de buena voluntad que están por la labor de crear el cambio; para transformar el odio y el egoísmo en Amor y la ignorancia en Conciencia.

Moldeemos la mente y pongámosla al servicio del Yo Superior para que seamos transmisores de valores eternos y soluciones justas.

Aprendamos a accionar desde el Ser divino en nosotros para que el civismo y la responsabilidad social iluminen las sociedades por iniciativa espontanea y no por imposición.

Hagamos para corregir y purificar nuestro Ego y es así como estamos creando una conciencia colectiva que nos impulsa a evolucionar.

Comencemos a cambiar en nosotros lo más evidente que nos está estorbando para nuestro crecimiento y así resultará fácil todo el proceso de purificación a todos los niveles en nosotros y de forma colectiva.

Hagámonos conscientes que es el Miedo nuestro mayor enemigo; soltémoslo, no nos pertenece.

El Amor deshace las impurezas. Que nuestra actuación sea consciente, reflexiva, intuitiva, con perceptiva.

Causa y efecto

Esta Ley de la Naturaleza es tan sencilla y eficaz que sorprende que los humanos no la utilicemos para ser más atentos con nuestra conducta y así prevenir malos entendidos y enfados desagradables y dolorosas con los demás.

Es fácil de entender que, si yo siembro zanahorias, no puedo esperar otra cosa que recoger lo mismo que he sembrado.

Por esa misma lógica, si no quiero ver el conflicto que tengo delante mío porque no me siento capaz de resolverlo y lo camuflo justificándome, lo más probable es que siga enmarañándose, enturbiándose, y lo que coseche sea un sufrimiento mayor y más difícil de solucionar.

Nos sorprenden las reacciones de los demás a algunas de nuestras actitudes pero deberíamos hacernos conscientes y reconocer que los resultados están acorde a nuestro proceder.

Si somos amables y respetuosos a cambio recibiremos el mismo trato. Si nos dejamos llevar por los celos, la envidia o el enfado, de vuelta atraeremos ese mismo tipo de emociones tóxicas. Seamos consecuentes con nuestra conducta. Otros casos requieren que simplemente nos alejemos en silencio de este tipo de personas conflictivas sin buscar tener la razón.

Si entendemos y dominamos el mecanismo de nuestra mente y ego, nos evitaremos más de un disgusto. Solo así nos sentiremos dueños de nuestra vida y en paz con nosotros mismos.