Romper toda resistencia

bosque aspenYa sé que molesta hablar de Dios,  de la Voluntad  Divina  y de la Fe… pero es que no se le puede dar más rodeos ni negar la espiritualidad que forma parte de nuestro ser. Tampoco caben ya palabras absolutas que nos encierran y separan de otros que piensan y viven  de forma diferente. Todos formamos parte indivisible del Uno.

A las instituciones religiosas se les mueven los cimientos en estos momentos porque precisan de reformas de base. Estamos evolucionando como seres humanos porque la Conciencia está despertando… gracias a Dios.

Debemos trabajar en nosotros para crear una energía refinada,  necesaria para alimentar a nuestro espíritu; nuestra esencia primordial eterna.

Llegar a nuestro corazón espiritual y conectar con nuestra Alma es lo que pacifica y serena a nuestra mente. No hay otra fórmula que romper con toda resistencia de nuestro ego. Los Caminos son muchos, las herramientas y prácticas espirituales también, pero a donde hay que llegar es al Centro de nuestro Corazón espiritual.

Y es nuestra responsabilidad y es un trabajo que cada uno debe hacer. Y no hay ministros ni altas jerarquías religiosas que nos puedan amonestar o perdonar sino nosotros mismos en comunión directa con la Conciencia Suprema.

 

Esencia de la Era de Acuario

Sigues buscando en el exterior cómo llenar tu vacío e insatisfacción… Pero ya tienes las herramientas para trabajarte y llegar al encuentro de tu Ser.  Tu  mente te está distrayendo y dispersando tus energías. La mente no quiere hacer cambios y te mantiene atrapado en el mundo de la ilusión.

Busca la sencillez en tu vida. Porque hasta que la quietud de la mente no se haga permanente hay que seguir con las prácticas de la meditación. Hasta que no alcancemos al Ser en nosotros hay que seguir dedicándonos tiempo, en la quietud, con nosotros mismos. ¿Qué es lo que no te permite terminar con esa agitación mental?

Ve a por ello. No lo eludas. Enfréntalo. Y recuerda:

Penetramos en la esencia de la Era de Acuario.
Equilibrio entre mente y corazón, entre Razón y  Conciencia
para alcanzar la propia maestría en Dios.
Se amplia nuestra percepción; nuestra Intuición; el sexto sentido.
El cambio es la transformación en nosotros mismos.
Dejamos atrás la conciencia del ego y la dualidad y entramos en un nuevo estado, de la no-mente,
donde está nuestro Ser esencial… y todo es Paz y Amor.