Decepción

mujer en rueda oroPodríamos decir que la decepción es debido a un cansancio emocional. El agotamiento mental de esperar un resultado -a tu esfuerzo y deseo- que no llega cuando tu quieres o como deseabas…

Son las expectativas -quizás demasiado altas o fantaseosas- sobre tí mismo y los demás.

Y como si andásemos dando vueltas siempre en el mismo círculo, que nunca terminamos de recorrer enteramente. Un sentimiento de que no llegamos al final para cerrarlo y comenzar una nueva etapa. Siempre lo mismo; repitiendo errores y decepciones calladas… silenciadas…

Nos sentimos engañados; esperábamos algo mejor de la vida y de los demás. Sin tomar conciencia -mientras gastamos nuestra energía quejándonos y lamentándonos- de que la vida es moldeable y elástica hasta cierto punto y el otro tanto por ciento corresponde a nuestra actitud de saber amoldarnos y ser flexibles en lo que no podemos cambiar. Adaptarnos inteligentemente al medio y a las circunstancias, respetando el espacio y la voluntad de los demás ….

La decepción es un sentimiento lastimero que no sirve para nada. Es creado desde la nada, son pensamientos;  sólo conjeturas y expectativas.  Por ejemplo, casarnos con alquien con la esperanza y creencia de que le haremos cambiar a nuestro gusto y conveniencia… ¡qué decepción!

Otro ejemplo sería nuestras expectativas con los hijos; nuestra oportunidad de que sean lo que nosotros no conseguimos lograr ser… ¡qué decepción! Hemos sido engañados. Una gran pena nos invade… Ahora toca sufrir y hacer sufrir a los demás.

Pero si te sientes desdichado, que sepas, sólo tú causas tu desdicha. Tú creas  tu infierno y tu dicha.

 

 

¡Qué difícil recuperar la inocencia!

niño ojos tristesCuando eras niño, recuerdo que para ti los niños pobres eran los que no tenían sonrisa para alegrarse… o no tenían alegría para sonreir…

Me gustaba escucharte, porque con tus cuatro y cinco años de edad,  creabas nombres hermosos para regalárselos -decías- a los niños pobres. Te entusiasmaba pensar que podías ayudar a hacer feliz a otro niño …. lo veías tan fácil. Los niños son capaces de hacer eso y más mientras son inocentes y puros. Tienen otro sentido de la pobreza y de la alegría…

Mientras estuvimos viviendo en Irán, mi  hijo Husein no se fijaba en la carencia física pero sí le sorprendía y le preocupaba la falta de alegría en los demás niños. Observabas a niños de  mirada pobre o a niños con falta de ilusión o a niños a los que les habían quitado la esperanza y te sorprendía y apenaba… viviendo en un país muy pobre era normal ese paisaje urbano de extrema escasez.

Son niños que, desde bien pequeños, se ven obligados a trabajar de forma miserable; les han robado su niñez y su derecho a crecer y aprender jugando. Ya se encarga la vida y los adultos pobres de alma, de vaciar la mirada y el corazón de los niños de toda esperanza por sus derechos.

Pero igualmente en los países desarrollados a los niños se les roba la luz de la inocencia bien temprano. Al empobrecerlos en las aulas haciéndoles perder el entusiasmo por el conocimiento y la vida misma. Al mantenerles estáticos dentro de una educación extremadamente racional y hacerlos robóticos en frente del televisor. Sus miradas vacías de luz -de esperanza- son las mismas.

Cada parte del mundo; el rico y el pobre, los países desarrollados y el tercer mundo, cada uno con sus problemas e injusticias propias. Pero sobre todo con los más débiles e indefensos; los niños.

Qué difícil deshacer y desaprender las creencias inculcadas desde el egoísmo, la ignorancia y la soberbia. Qué difícil reconquistar la inocencia.

Libres para ser

angel  niña piedraVamos a dar un salto radical en el nivel de Conciencia que sacuda en nosotros todo lo inútil. No tengamos miedo a los cambios.

Vamos a movilizar las energías necesarias, desde la conexión cuerpo-mente,  para que todas nuestras capacidades despierten y nos animemos a mejorar nuestra salud física y nuestro bienestar emocional.

No nos conformemos con mediocridades. Tenemos derecho a tener salud y paz interior.

Vamos a perder la rigidez y dejar atrás todo inmovilismo de ideas estancadas que nos están limitando.

Nos hemos vuelto estatuas de granito ante el miedo a sufrir. Así que,  los miedos son nuestro peor enemigo porque son los que nos paralizan,  limitan y enclaustran en parajes oscuros de nuestra mente de los que luego no sabemos salir.

Son los miedos los que debilitan la mente. Y una mente débil crea una personalidad insegura y voluble.

Para fortalecer la mente y crear nuevos hábitos hace falta seguir un entrenamiento que fortalezca nuestra voluntad y autoestima.

Recuperemos la alegría por la vida y la esperanza en el ser humano… rompamos todas las corazas y comencemos de nuevo…