La Dicha

El estado de Dicha lo vivencia nuestra Alma. No es un sentimiento o emoción que pueda crear la Mente.

Ni el esfuerzo, la intención o la voluntad de una persona, por muy espiritual que sea, .sólo por el hecho de sentirse espiritual o definirse así- puede alcanzar la Dicha, no es posible sólo con desearlo o anhelarlo. A no ser que se sienta conectada profundamente, desde su Alma, a la grandeza de la Conciencia Suprema.

La Dicha es un regalo del Cielo, por decirlo de una manera práctica. No tiene ningún sentido o propósito a nivel terrenal o material. No tiene explicación. Llega. Está presente en el Ser y sólo puedes disfrutarla y reconocerla desde el Alma.

Cuando la Dicha se posa en el corazón, la sonrisa aparece por si sola. Los ojos brillan. La piel se hace resplandeciente. Los seis sentidos florecen y esparcen su energía y aroma particular… y tú no tienes explicación para ese estado de felicidad y alegría que sientes …

Unificar nuestro cuerpo espiritual a la dimensión de la vida misma en su alto nivel, puede llevarnos a sentir la dicha de experimentar lo sublime del Ser que somos. Las personas tocadas por la Gracia son las que han adquirido conciencia de su propia Alma y les resulta fácil desarrollar las cualidades de la paz y el sosiego.

Dar sentido a la vida

La Compasión hace desaparecer toda diferencia desde la visión del corazón espiritual.

Y, si desde ese estado, encuentras un sentido a tu vida, sea cual fuere, habrá valido la pena y te sentirás satisfech@ contigo mism@.

Entra en el templo de tu corazón para nutrir tu Alma.

Conecta con tu espíritu y no te sentirás nunca más solo o abandonado.

Así es como podrás expandir tu Conciencia y tu Luz.

No ha sido tu Mente quien ha elegido ser quien eres o vivir estas experiencias de vida. ¡Tu espíritu ya era!

La realidad que estamos viviendo a nivel terrenal sólo requiere de mucha paciencia y confianza absoluta en el Orden Divino. Sabe que existe una Realidad mayor y eterna. Acógete a ella cuando tu voluntad y fuerzas se debiliten. Reactiva tu corazón de energía sutil que es la del Amor Puro incondicional y te sentirás nuevamente henchido de Dicha.

Un abrazo de Luz a todos los seres.

Las Leyes naturales de la auto-sanación


La primera ley de la Naturaleza es que la energía que das es la que recibes de vuelta. Por eso mismo, cuanto más entendemos y trascendemos el plano terrenal, nos hacemos más responsables y más conscientes de que todo lo que nos sucede es por reacción y efecto de nuestros actos.
Cuando la energía se absorbe y distribuye adecuadamente por todo el organismo podemos decir que la persona está sana.
REIKI brinda un sistema natural de sanación  altamente efectivo que permite utilizar la energía vital propia y fusionarla con la Energía Cósmica Universal, para facilitar los procesos de recuperación y desarrollo de nuestro ser integral: físico, mental-emocional y espiritual.

Utilizando las manos como instrumento para percibir y proyectar energía, somos capaces de sanarnos a nosotros mismos y a los demás, equilibrando y limpiando los centros energéticos, en un proceso de conocimiento de nosotros mismos y de corrección de hábitos y actitudes que nos eran perjudiciales.

A través del REIKI  se equilibra y limpia nuestro cuerpo mental y emocional para facilitarnos el re-encuentro y reconciliación con nosotros mismos, paso primero imprescindible para entrar en el proceso de transformación que nos ayuda a sanar las relaciones, liberarnos del sufrimiento y cargas inútiles, abrir el chakra del corazón y entrar en un estado de Conciencia más elevada.

La Energía REIKI activa la conexión con la Energía Divina que reside en nosotros para alcanzar el estado de Dicha y Unicidad.