Empoderamiento

hombre meditacion 1Al despertar la Conciencia, entra también en el proceso de su desarrollo, el aumentar la fortaleza espiritual. Se trata de concedernos a nosotros mismos el Poder y la facultad de libertad de decisión

Desde el desconocimiento de nosotros mismos, nos creemos libres, pero hay cosas que no nos deja avanzar y que dominan a una mente débil: los miedos, la duda y el ansia.

Primero tenemos que hacernos conscientes de nuestros propios condicionamientos y conocer cuál es nuestro nivel mental y emocional para poder deshacernos de todo lo inútil en lo que estamos atrapados.  Porque o bien somos manipulados o somos manipuladores. Vamos a  hacernos conscientes de nuestra situación en todos sus niveles, aunque duela. Seamos sinceros con nosotros mismos.

Y tengamos claro que para crecer debe morir primero esa mente inferior; tenemos que liberarnos de los miedos, de los apegos y dependencias, de la codicia y las ansias de reconocimiento y éxito, de nuestros complejos y frustraciones … todo eso no sirve para nada, es lo que nos mantiene en el plano de supervivencia  y mediocridad.

Si de verdad queremos ser dueños de nuestra vida y sentirnos satisfechos de nosotros mismos tenemos que crear Conciencia -crear Luz en nosotros-  y dejarnos guiar entonces por nuestra mente superior. Esto significa NO PERMITIR QUE NUESTRA MENTE INFERIOR NOS MANIPULE. Poner la mente a nuestro servicio.

Desde el empoderamiento de nuestro Ser esencial ya nada externo nos afectará. Desde ese estado de Conciencia superior se vive en el mundo ordinario de forma extraordinaria …

Tres cosas que no nos dejan avanzar

Tres sentimientos son los que abren camino hacia la negatividad e infelicidad: El Miedo. La Duda. La Ansiedad.

Estas  energías negativas se van  entrelazando entre sí; unas atraen a las otras y se arremolinan cogiendo fuerza y espacio, formando una maraña. El espacio de posibilidades y opciones se estrecha, y ante la confusión, se va postergando el tomar decisiones y se va afianzando un estado de inmovilidad que primeramente consentimos y  que finalmente consideramos como normal y tomamos una actitud de resignación, apatía e infelicidad…. que luego ya no recordamos qué fue lo que nos llevó a ese estado.

En Terapia Regresiva hay un test muy sencillo que identifica claramente los sentimientos más profundos de nuestro subconsciente. Se lleva a la persona a que se visualice frente a un bosque.  Va preparada y con la intención de dar un paseo adentrándose en él. ¿Cómo es el bosque? ¿Hay camino? ¿Entra luz? ¿cómo se siente la persona al andar por él?

El bosque representa cómo ve y vive la vida esa persona. Hay quien entra en el bosque muy bien equipado o con una cestita en la mano y otros llevan un hacha. Unos tienen ante sí un hermoso camino muy iluminado y otras personas dudan de entrar, tienen miedo, y el bosque resulta oscuro y la alta malesa ha borrado el camino. Unos entran disfrutando del canto de los pájaros y otros están asustados temiendo aparezca un animal salvaje.

El Miedo, si está metido dentro de nosotros, nos llevará a la Duda;  ¿Sigo este camino o mejor el otro? ¿Y si me equivoco y era el otro el verdadero? Y ahí comienza la Ansiedad; ya nuestra mente se ha disparado y los pensamientos negativos se convierten en un bombardeo desmoralizante que desgasta toda nuestra energía. «no quiero continuar, me siento paralizada»…

Reconocer cuál es nuestra actitud ante la vida es el primer paso para comenzar a deshacernos de todo lo que nos inmoviliza y nos hace desdichados.

Tomar Conciencia de nosotros mismos  y descubrir nuestros miedos. Qué trampas utiliza nuestra mente para mantenernos inmovilizados.

Dedicarnos tiempo -cada día- a nosotros mismos y no dar por normal ninguna molestia física, ningún malestar emocional sino solucionarlos; mientras son pequeños es fácil hacerlo. Y lo que no tiene solución; elegir asumirlo y aceptarlo.