El cuerpo astral

El cuerpo astral es el asiento de la psique humana y afecta al cuerpo físico y al cuerpo energético. En el bajo astral están las emociones y en el alto astral están los sentimientos. Podemos descender o ascender en función de la mayor o menor densidad de sus vibraciones energéticas.

Las emociones crean dramas y conflictos. Los sentimientos se cultivan y nos dan calidad, como el arte de la poesía y la música.

Moverse en el mundo del bajo astral es quedarse bloqueado en las bajas pasiones que crean sufrimiento y dolor; la ira, los miedos, la envidia, la codicia, el rencor …

Trascender ese mundo pasional es desapegarse totalmente de los tormentos viscerales que crean las emociones, debido a una mente débil y sin voluntad.

Los sentimientos son creados por los pensamientos. Tener pensamientos delicados, positivos y sensibles a la belleza y al amor crearán un efecto de bienestar y altas miras. Educar los pensamientos para crear hermosos sentimientos es lo más inteligente y sabio para tener paz interior.

La inteligencia emocional nos ayuda a elevarnos a la dimensión del astral superior que nos ayudará a descifrar todos los aspectos de nuestra vida y donde nos podremos encontrar con nuestro Yo Superior y demás seres de Luz en dimensiones más elevadas.

Donde no hay Mente

corazon sosteniendoSe dice que en el mundo moderno se coloca el carro delante del caballo, queriendo decir que se pone la creencia antes que la experiencia. Tenemos una «idea» sobre  el Amor pero ¿ realmente nos entregamos a experimentarlo? … o más bien pensamos si nos conviene … anteponemos la mente al corazón.

El amor real es dar, recibir y compartir. El amor infantil es exigente, es un amor posesivo, de alianzas por intereses.

El Amor Incondicional late desde la sincronicidad.  Y la sincronicidad está justo en el centro entre el impulso y la intuición. En la sincronicidad no entra la Mente,  es una cuestión de fluidez  para entregarse e integrarse en el Todo.

Para entrar en la sincronicidad con la Naturaleza, con el Ser, con el Universo, con la Belleza, con el otro …  tenemos que desconectar a la mente, lo racional, para poder entrar en el ritmo y la pulsación de la Vida. 

Si el ser humano es un ser multidimensional, significa que partes de nosotros están viviendo en esta dimensión que conocemos y partes de nosotros están existiendo en otras dimensiones y realidades, pero todo está sucediendo al mismo tiempo, en este instante. Para poder experimentar esto tenemos que trascender la Mente.

Si existen partes de nosotros que están viviendo en dimensiones superiores, podemos deducir que estas partes están vibrando en frecuencias superiores y también tienen niveles de conciencia más elevados.

Este Yo Superior, del que tantas veces hablamos, somos nosotros mismos experimentando otras realidades, pudiéndose mover en nuestro «futuro» y traernos información sobre él; lo que llamamos INTUICIÓN.

Esta afinación de la Mente nos ayuda a sintonizar con el Ser esencial y original en nosotros, que es puro amor.