La decadencia

Tenía ante mí un mar sin sol debido a la indiferencia de la raza humana.

Las olas, iban y venían reflejando la apatía y dejadez del mundo.

En lo alto del acantilado había una plataforma de cemento donde la gente se paraba a mirar sin hacerse conscientes de la enormidad de su insensibilidad e indolencia. Y es que, desde ese estado de egoísmo e inconsciencia, sólo veían su diminuta realidad.

De vez en cuando surgían olas de Luz y unos pocos las reconocían y se maravillaban de ellas, haciéndoles recordar y reavivar su condición humana profunda.

Otros, bajaban a las rocas para refrescarse en el agua y reían sintiéndose audaces. Y otros, muy pocos, meditaban, con la intención de conectar con el espíritu del Océano. Captaban lo inconmensurable del momento; lo absorbían, lo libaban desde la respiración consciente, haciendo crecer la vibración y frecuencia de todo el lugar, para que todos se beneficiasen.

Se trataba de la energía del AMOR que una vez más aparecía para que despertásemos de nuestro letargo.

Ser consciente y tener Conciencia

hombre alto montaña meditandoSi nos quedamos en la superficie de la vida -sin ahondar en ella- estamos únicamente existiendo, metidos en la nebulosa de la inconsciencia . Seremos el centro de nuestro mundo ilusorio ¡que tanto esfuerzo nos cuesta mantener a flote!

Nos educaron para mantener nuestros sentidos dormidos. El poder de la creatividad, de pensar e idear, totalmente enterrados. Nos quieren dóciles y obedientes. OBEDIENTES… porque si no, somos malos… y ahí ya entra el sentimiento de culpa …

Todo eso se ha acabado. Hay que ponerle fin. Vamos a tomar CONCIENCIA. Vamos a despertar nuestra Conciencia de ser un Ser original, creativo y lleno de Luz.

Comencemos por saber que tenemos una conciencia celular (ADN). Tenemos una consciencia del cuerpo físico-mental-emocional como vehículo de existencia y una Conciencia espiritual que nos proporciona conocimiento directo de nuestro ser esencial y eterno.

Cuando vivimos armónicamente y sintonizados con todas ellas podemos acceder a otras dimensiones de nuestro ser.
Podremos, desde la práctica espiritual, crear y proyectar energía consciente a nuestras células para crear salud.

Esto se llama ENERGÍA PROYECTADA para hacer que la frecuencia de las células se eleven y convertirnos en seres de luz.

Nos han hecho creer que es normal enfermarse y que la vejez es decrepitud y decadencia. Tenemos que comenzar por hacernos responsables de nuestra salud, de nuestro bienestar mental y emocional, de nuestra felicidad y de todo lo que nos propongamos en nuestra vida.

Siendo conscientes de nuestras capacidades y potencialidad tendremos acceso a la Realidad y a la Verdad que están detrás  de los velos de la ilusión, los miedos, etc.

A partir de ahí podremos sintonizarnos con la Conciencia Planetaria y sentirnos parte del Todo.